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POV: JADEN WALTON.
—Jaden ya basta, me voy a caer de la silla—. Se reía.
—No puedo creer que le prestes más atención a tu libreta que a mi—. Dije mientras la aventaba con mi hombro.
Era sábado por la tarde, estábamos en su habitación, sentados en un banco mientras ella escribía poemas en su libreta, apoyada en su escritorio.
Me levanté de el banco, me acosté en su cama y suspire.
—Ese suspiro me dice que algo anda mal—. Hablo sin mirarme.
—¿Cómo siempre sabes lo que me pasa?—. Mire el techo.
—No lo sé, tal vez solo sea instinto—. Se giró para mirarme.
—¿Me vas a contar?—. Pregunto.
—Hoy en la tarde tal vez tenga el partido más importante de mi vida—.
—¿Y que es lo que te asusta?—.
—Fallar...—.
—Vamos eres el grandísimo Jaden, tu jamás fallas—. Salió de su boca.
—Pero solo imagina, sería terrible—. Lo pensé.
—Solo estás nervioso y si fallas está bien, a todos nos pasa, eso no te convertirá en un mal jugador—.
Amaba que Luna me diera consejos.
—¿Sabes cuántas veces Mario Benedetti tuvo que fallar para darse a reconocer?, Muchas veces y ahora es uno de los autores más famosos que existe—. Se recargo en el escritorio.
—Gracias Luna—. Le di una sonrisa.
Me devolvió la sonrisa.
—Te dedico un poema, para que te sientas especial, esto no lo hago con nadie, solo contigo—. Tomo su libreta.
"Si no tienes donde quedarte, tengo un espacio disponible en la parte izquierda de mi pecho. Disculpa el desorden, la última persona se fue sin limpiar."
Mario Benedetti.
—¿Sabes?, Me encanta que me dediques tus poemas aunque algunos no les entiendo mucho—. Me senté en la cama.
