Jaemin no quería involucrarse con aquella gente tan estirada, pero su incapacidad para decirle "no" a su querido esposo estaba tan arraigada en su interior, que terminó conociendo lo que no esperaba.
Los amores de una noche.
✨
Todos los derechos...
La temperatura está muy alta, ¿podría ser esa la razón?
No puedo respirar
Tal vez este sea mi momento para bajar la guardia
Siento como si estuviera ebrio
Quiero que me lleves mucho más alto...
SUNMI, Heart Burn
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Antes de conocer el club ya se consideraba un buen esposo. Le daba a Renjun todo lo que quería. No tenían mucho dinero, pero se las ingeniaba para estirar su salario de abogado defensor y consentir sus caprichos: la chamarra de piel del centro comercial, los zapatos que lo volvieron loco por internet o el juego de cuchillos mágicos anunciados por televisión a las dos de la madrugada. Los viernes lo invitaba a cenar a su restaurante favorito y en la cama siempre lo dejaba llevar el control. En resumidas cuentas, lo que Renjun quería se hacía y él no tenía problema alguno en reconocer quién mandaba en su relación.
En ese momento no fue la excepción. Renjun estaba sentado, bebiendo de su copa de champán mientras sus ojos recorrían ansiosamente el lugar, esperando encontrar algo que le gustara. Llevaba el cabello plateado recogido en una media cola, los párpados cubiertos de glitter y un collar de perlas sobre su saco oscuro. Se veía precioso y también feliz de estar ahí, celebrando el segundo aniversario del club, aunque eso significara perderse las primeras horas del cumpleaños de su propio esposo.
—Jisung me ha dicho que hoy asistirán los dueños del club —le comentó entre sorbos de champagne. Él asintió, haciéndole saber que estaba escuchándolo—. He visto sus fotos por Instagram, uno de ellos es increíblemente sexy y refinado.
