CAPITULO XIII

65 13 4
                                    

CAPITULO XIII-Hombres De La Montaña.

Tal y como pensaba mi lobo no sufrió ningún efecto por la niebla ácida, corrí por alrededor de 20 minutos hasta que llegue a la base de la montaña, el vaho espeso me dificultaba la vista y me hacía llorar un poco los ojos, recorrí buscando alguna entrada hasta que di con una en la ladera derecha, me deslice con facilidad y una vez que estuve libre de la niebla cambie, una vez más sin pantalones estudie mis alrededores, docenas de celdas vacías y oxidadas, con cautela comencé a caminar comprobando que no hubiera nadie para finalmente subir unas largas escaleras de concreto, dude ante la puerta metalizada.

No pude escuchar ningún latido cercano pero aún así decidí ser cautelosa.

Con lentitud gire la perilla y entre, saltando alterada cuando un sistema de descontaminación se activo y me empapo de pies a cabeza, estornude por las molestias y seguí mi camino dejando un charco de agua a mi paso.

Al ver todo el blanco y matices metalizados no pude evitar pensar de inmediato en el Arca.

.-tendrá algo que ver con esto?-

Toque las paredes con curiosidad notando el concreto y ladrillo, no me extrañaría mucho si fuera una de las bases construidas para resguardar a las personas durante la caída de las bombas, recorrí con cautela el pasillo evitando aquellas en las que había latidos, una vez que llegue a una habitación vacía entre, diferentes materiales de construcción me recibieron, arquee una ceja curiosa ante los sacos de cemento, cal y diferentes tarros de pintura, la habitación básicamente tenía lo necesario para construir una casa desde cero, sonreí con los ojos chispeantes, voy a solicitarle este material a Heda una vez que decida destruir la montaña por el agravio.

Sin detenerme mucho mas salí del cuarto, seguí caminando por el extenso pasillo hasta que un rico aroma a comida llego a mi nariz, a pesar de haber comido mucho en la reunión de Triku después de correr tanto y la sanación de mi herida mi cuerpo pedía sustento, me desplace lentamente hasta que llegue a un amplio comedor, en este punto era un milagro que no me hubiera topado con nadie, decidida a averiguar de qué se trata todo esto decidí arriesgarme, por más que mi estómago pedía comida deje el comedor a un lado y entre en una habitación con un latido.

Una mujer de mediana edad con bata blanca observaba por un telescopio mientras anotaba en un grueso tomo.
Hice una mueca cuando la puerta no estaba tan engrasada como debería y chirrío.

.-les dije que no me molestaran- su voz con marcado acento chasqueo sin apartar la mirada de su investigación, aliviada no perdí el tiempo y me coloque detrás de ella, apreté sus hombros con fuerza ocasionando que un gemido de dolor abandonará su garganta.

.-que…

.-Basta, la que hace las preguntas aquí soy yo-notando su intención de gritar apreté aún más mi agarre en sus hombros.

.-entiendo, entiendo, solo detente!-debo reconocer que ese acento casi español le da a su voz una calidad bastante única.

La obligue a sentarse en una silla y le ate las muñecas a los apoyabrazos con cinta médica que encontré en uno de los escritorios.

Coloque una silla enfrente de ella y me senté mirándola, arqueando una ceja cuando sus ojos azules se demoraron en mis piernas descubiertas-aun no lo controlo-me encogió de hombros sin realmente aclarar la pregunta en sus ojos-ahora…-la tome de la barbilla suavemente-que tal si me cuenta un poco sobre la niebla de apariencia enfermiza que hay haya afuera?.

.-no se de qué…-mi agarre cambio a su garganta en clara advertencia.

.-no intenté engañarme Doctora, créame cuando le digo que no va a terminar bien para usted-solo como prueba apreté sacando un quejido de ella.

La mujer comenzó a sudar y tuve que darle un pardee demostraciones más para que dejara de intentar tomarme por estúpida.

.-Veo-

Solté su garganta y tape su boca con cinta, no había mucho más que pudiera sacar de ella, eso y no dudo que vengan a buscarla dentro de poco, la alarma de niebla había dejado de sonar hace 5 minutos, solo es cuestión de tiempo para que los guardias regresen a sus puestos.

Me levanté recogiendo el grueso tomo en mis manos ante los gritos ahogados e indignados de mi cautiva, sus ojos parecían gritar “NO PUEDES HACER ESO!”

La ignore y regrese a la primera página, la portada tenía por título.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 11, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

The 100-LicantroposDonde viven las historias. Descúbrelo ahora