𝐂𝐎𝐍𝐍𝐄𝐂𝐓𝐄𝐃 ! chan smut one shots

his thigh

ADVERTENCIAS: thigh riding, dirty talk, daddy kink

SINOPSIS: chan ha estado ocupado durante estos últimos días por lo que has tenido que satisfacer tus necesidades tú misma sin embargo eso cambiará esta noche

Habían pasado sólo un par de días desde que viste a tu novio. Ha estado trabajando en un nuevo álbum durante estos últimos meses, ha permanecido despierto hasta ver la luz del día pero a pesar de estar cansado él te asegura que todo valdrá la pena. Siempre has amado lo apasionado que es Chan por su trabajo y su habilidad para crear letras y melodías nuevas es simplemente impresionante. Apreciabas su esfuerzo, pero te mentirías a ti misma si dijeras que no lo extrañabas durante esas largas noches cuando se queda produciendo en su estudio hasta el amanecer. Y cuando digo que lo extrañas no me refiero a simplemente a su presencia, tal vez lo que más extrañas son sus brazos rodeando tu cintura o su polla dentro ti haciendo que te corras hasta tres veces en una misma noche.

Claro, podrías solucionarlo tú misma pero sin él esto no es lo mismo, ya sabes a lo que me refiero, satisfacer tus propias necesidades básicamente. Te perdiste en el pensamiento de la idea de Chan tocándote, la forma en que las yemas de sus dedos recorren la parte interna de tus muslos mientras susurra todo tipo de frases sucias a un costado de tu oído. El solo pensamiento de él estando encima tuyo probablemente hizo que tus bragas se empaparan.

Te sentaste al borde de tu cama, tomaste tu teléfono y comenzaste a scrollear por la pagina principal de Instagram. Estabas tan necesitaba por sentir el toque de Chan que no pudiste resistirlo más, sabías que él regresaría hasta muy tarde así que dejaste que tus pensamientos intrusivos ganaran y con un solo clic activaste una pestaña privada y buscaste uno de esos populares sitios de videos porno. Lamiendo tus labios, miraste a tu alrededor antes de hacer clic en uno de los videos. Tu deseo por sentir los dedos de Chan dentro de ti se intensificaban a medida que el maldito video avanzaba. Llevaste tu dedo índice a tu boca, mordiendo suavemente por encima de tu uña en un intento de reprimir tus crecientes deseos por tocarte a ti misma. Cerraste los ojos, prestando atención a nada más que a los profundos gemidos que salían de la boca del chico en el video, que si bien lograban calentarte no se comparaban a los bonitos gemidos que salen de la boca de Chan cuando estás montando su polla.

Sin poder controlarte más, tu otra mano descendió por todo tu cuerpo, deslizándose sutilmente dentro de tus bragas. Un suspiro de alivio se escapó de tus labios cuando sentiste la yema de tus dedos rozar tu clítoris. Tus ojos pasaron de estar sutilmente abiertos a cerrarse rápidamente cuando tus dedos comenzaron a recorrer tus pliegues sintiéndote completamente húmeda.

— Hola bebé ¿Qué estás haciendo? — Una voz bastante familiar llegó hasta tus oído e inmediatamente retiraste tus dedos de tu interior cuando escuchaste la puerta de tu habitación abriéndose.

Con el corazón yendo a mil y la respiración agitada reaccionaste. — Mierda, me asustaste. Creí que llegarías más tarde. — Le dices, volteando ligeramente hacia la puerta.

Recostándote ligeramente sobre tu cama, miraste hacia arriba para ver el rostro de tu novio lleno de deseo. Riendo entre dientes, te recostaste, levantando tu camiseta para exponer tus pechos desnudos. Llevaste una de tus manos hacia tu pezón y apretaste ligeramente uno de tus pechos provocando que un suave gemido saliera de tus labios.

Una sonrisa llena de lujuria inunda el rostro de Chan cuando se da cuenta de lo que estás haciendo. — ¿Necesitas ayuda de papi? — Te pregunta en tono provocativo mientras se acerca de tu cama lentamente. — Sabes que no puedes tocarte sin mi permiso.

Exhalas y respondes: — Lo siento, no podía esperar más. Sé que has estado ocupado trabajando toda la semana pero realmente te necesito.

No fue necesario decir nada más para convencerlo, cuando menos te diste cuenta Chan ya se estaba deshaciendo de su camiseta mientras la lanzaba a algún lugar dentro de la habitación. Se inclina encima de ti, con las manos a ambos lados de tu cabeza, empujando el colchón mientras mantiene tu cuerpo debajo del suyo, empujando bruscamente sus labios contra los tuyos. Tus manos fueron directo a su cuello y levantaste ligeramente tus caderas contra él, logrando generar un poco de esa fricción que tanto deseabas.