El lugar donde las fantasías se vuelven reales, las ideas e imaginación cobran vida. La pasión, el amor y la lujuria toman el control y te embriagan con su dulce aroma... Bienvenidos a estas pequeñas narrativas donde tu eliges el camino de cada hist...
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La misma rutina. Nos amamos y llenamos la habitación con nuestros suspiro frenéticos, donde solo somos nosotros y el Vodka. Oh, mi gran amigo, el alcohol; no lo necesito pero me ayuda a sobrevivir. Quisiera controlar mis emociones, pero cuando lo tengo enfrente, solo se arrodillarme y ser una buena perra para él, se que le gusta que sea sumisa, por que me da buenos mimos después de pecar.
-Es una mierda- sostuve con rabia aquel trozo de papel.
Siempre es lo mismo. Quisiera ser libre de mis estúpidas emociones, pero aquí estoy.
-¡Maldito bastardo!- Tome aquel florero y lo estreche contra la pared.
Eran tan bello, me arrepiento un poco de descargar mi rabia con él... Pero era mejor destruirlo que seguir atormentandome con el recordatorio de que solo soy una amante, un juguete sexual, una perra lista para follar.
-¡¿Como se atreve?!- Grite mientras mis lágrimas empezaban a caer.
Yo estaba conciente de lo que hice, de que papel tenía en este drama...
-¡Solo eres la amante!-
Aquellas palabras vinieron a mi y mi pobre conciencia se retorcía. Sabia que hacía mal... Pero ¿Podían culparme si supieran que yo era su pareja antes que ella? Yo estuve primero, no entiendo como me volví la amante siendo yo la primera.
-Incluso tiene el descaro... ¡De invitarme a su boda!- Volvi a hacer un estrago -¡Yo debería ser la novia!-
Y por fin colapse, solo era cuestión de tiempo. Mi cordura no estaba bien.
... Podía observar ese maldito lugar, el olor a alcohol y medicamentos inundó mis fosas nasales. Al recorrer el lugar con la mirada pude distinguir donde estaba, aunque ya tenía una sospecha.
-Señorita T/N... ¿Otra vez aquí?- Ella suspiro pesada -¿Ya te enteraste?-
Mi vieja amiga... Y la única que me queda.
-Si- dije mientras mantenía mi mirada vacía.
En ese momento no me importaba nada, solo disfrutaba del silencio que me proporcionaba el lugar. Pude ver por el rabillo de mi ojo a mi amiga vigilar mis signos vitales y preparase para darme un chequeo, después de todo es una reconocida doctora; Que por cierto trabaja aquí y es reconocida por sus logros. Quien diría que nos hicimos amigas por las múltiple veces que vengo a la semana por lo mismo.
-Tu salud sigue empeorando...- Comentó con disgustó.