|Someone You Loved| Han Seojun ft. Lee Suho ✓

FINAL ALTERNATIVO

¿Y si...

Koemi logró escapar cuando su padre la intentaba obligarla a que se comprometieran?

Ella jamás se hubiera casado con Suho. Jamás hubiera tenido el final feliz.

Después de tres años en Estados Unidos, Koemi finalmente regresó a Corea junto con Misuk. Sin embargo, no era un regreso sencillo ni sin complicaciones. Habían escapado de una situación difícil, huyendo del padre de Koemi, quien representaba una amenaza constante para su seguridad y bienestar después de no haber aceptado casarse con el tipo que su Jicheol le había impuesto.

Koemi y Misuk llegaron a Corea en silencio, evitando cualquier atención no deseada. Se habían mantenido ocultas durante su tiempo en Estados Unidos, y ahora estaban decididas a hacer lo mismo en su tierra natal. Koemi sabía que el peligro aún estaba presente, y su prioridad absoluta era proteger a Misuk y asegurarse de que estuvieran a salvo.

Con la ayuda de amigos de confianza, Koemi y Misuk encontraron refugio en un lugar discreto lejos de miradas indiscretas. Establecieron una vida tranquila y modesta, manteniéndose fuera del radar de cualquier persona que pudiera estar buscándolas. Koemi estaba decidida a mantener a su hija a salvo y lejos de cualquier peligro potencial.

A medida que pasaban los días, Koemi se esforzaba por adaptarse nuevamente a la vida en Corea y comenzar de nuevo. Sabía que no sería fácil, pero estaba dispuesta a hacer lo que fuera necesario para construir un futuro seguro y estable para ella y Misuk. Aunque vivían en la sombra, la determinación de Koemi y su amor inquebrantable por su hija la mantenían en pie.

Misuk, aunque aún era joven, parecía haber desarrollado una comprensión innata de la importancia de mantenerse ocultas con tan solo tres años. Aunque extrañaba la vida que habían dejado atrás, su madre era su ancla y su fuerza en este nuevo capítulo de sus vidas.

A Koemi se le había dificultado encontrar un trabajo del cual sustentarse. Para presentarse en entrevistas sin llamar la atención tuvo que cambiar su nombre. Felizmente con la ayuda de su madre, a escondidas de su padre, le había proporcionado un empleo cómodo del cual sustentarse sin salir mucho de casa y poder cuidar de Misuk.

Hubo una noche que estuvo envuelta en un manto de oscuridad cuando Koemi, con Misuk a su lado, avanzaba cautelosamente por las calles de la ciudad por haber sido encontradas en su morada por los hombres de su padre. Cada paso estaba lleno de precaución, consciente de la amenaza constante que representaban los hombres contratados por su padre. Sabía que no podía bajar la guardia ni por un momento.

Sin saber que, en un rincón solitario, Seojun también se mantenía en alerta. Había tenido éxito como ídolo, pero la fama también tenía su lado oscuro: las multitudes de fans entusiastas que parecían seguirlo en todas partes. Necesitaba escapar de las miradas curiosas y encontrar un lugar donde pudiera tener un momento de paz.

En un giro inesperado del destino, Koemi y Seojun se encontraron en medio de la oscuridad. Sus miradas se cruzaron, y ambos se detuvieron en su lugar, sorprendidos y cautivados por el encuentro. Era como si el tiempo se hubiera detenido por un momento.

—Koemi...—susurró Seojun, su voz llena de asombro.

Koemi lo miró con sorpresa, reconociendo a Seojun a pesar de los años que habían pasado.

—Seojun, ¿eres tú?

—Sí, soy yo—él asintió con una sonrisa tímida—. Ha pasado tanto tiempo.

La situación era irónica. Ambos estaban escondiéndose, aunque por razones muy diferentes. A pesar de eso, había una conexión instantánea entre ellos, una sensación de familiaridad y comodidad que no podían negar.