Capitulo 2

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Seguía bailando en la pista, sin importarme las miradas de ciento de envidiosos sobre mi colorida cabellera, estaba feliz y me lo estaba pasando genial, cuando la fiesta acabo a las dos, decidí irme a casa, que imbecil fue cogiendo el camino que menos luz tenía, pero era un pequeño atajo para llegar antes de la hora que mis padres mi dictaron, mi amiga Alexandra iba borracha como una cuba, había bebido 5 copas mientras que yo intente aguantar la noche con dos simples chupitos de cereza, con un poco de alcohol, escuche unos pequeños susurros pero no le di importancia, - Alexandra! Vamos voy a llegar tarde- intenté poner de pie a mi amiga, las cuales sus piernas decían lo contrario- seguimos" caminado( tal bambi en tacones) por el pequeño atajo, de repente note una fría mano en mi hombro, justo cuando me iba a girar, un olor muy extraño me dejo inconsciente durante unas horas, lo ultimo que recuerdo fue como me cargaban en brazos( de muy mala manera). Desperté de mi larga siesta, escuche unos gemidos de la habitación de el lado, eran de una mujer que parecía pasárselo muy bien, que envidia pensé, después escuche una risa masculina, era ronca y daba miedo, me incorporé en la "cama"( un pequeño colchón en un frío suelo) y di un bote al ver a un chico de intensos ojos azules mirándome. -que hago yo aquí!!!- dije presa del pánico- la figura masculina no me contesto, ya que estaba concentrado en hacer círculos con su cigarro casi acabado,- contéstame!!!- lo mire enfadada- lo único que hizo desviar su mirada fue mi corto y ajustado vestido, así que corrí a taparme como pude, junto antes de sumergirme entre las sabanas, una mano tiro de ellas- tranquila no hace falta que lo tapes, tampoco es que tengas un cuerpo que valga la pena- río y me echo el humo en la cara.- que haces imbecil!!- tosí ya que no soportaba el humo del tabaco- dime que es esto y porque hay una tía al lado de aquí gritando!!!. El chico me miro con asco y sonrío al escuchar a la tía- nada de tu inconveniencia preciosa- acaricia mi barbilla- procura no quejarte mucho o el jefe crujirá tus huesos hasta hacerlos polvos- sonrío enseñándome sus perfectos y blancos dientes, parecía feliz por decirlo- me quede callada mirando el cuarto durante un rato sin saber que decir o hacer...

We found love in a hopeless placeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora