Un libro misterioso, conocido como VERANDER, advierte a sus lectores que no lo lean bajo ninguna circunstancia, pues poco a poco los atraerá y seducirá con un enigma insondable.
Emily se enfrenta a la desaparición de sus padres, mientras que Simón...
La oscuridad del cementerio antiguo se cernía sobre Kraker y Atira mientras luchaban contra los monstruos engendrados por la Emily maligna. Cada movimiento que realizaban parecía estar acompañado por las risas distorsionadas que resonaban en el aire, recordándoles su trampa mortal.
Atira, sintiendo la amenaza que los rodeaba, cerró los ojos por un instante. Buscó la conexión con el elemento que siempre la había acompañado, la fuente inextinguible de poder que residía en su interior. Respiró profundamente, permitiendo que el fuego interior ardiera con intensidad, transformándola en la Reina del Fuego que estaba destinada a ser.
Cuando abrió los ojos nuevamente, un resplandor dorado iluminó su mirada determinada. Su cabello se alzó como llamas en el viento, y las llamaradas danzaron en sus pupilas. Sus dedos centellearon con energía ardiente mientras extendía sus manos hacia el cielo oscuro.
—¡Por el fuego que arde dentro de mí, por el poder que nunca se apaga! —exclamó Atira con voz firme y desafiante.
Delante de ella, las llamas emergieron de sus palmas con un resplandor impresionante. Las lenguas de fuego crecieron en tamaño y fuerza, formando un torbellino ardiente que la envolvió con su calor. Atira canalizó su poder con destreza, controlando cada movimiento de las llamas como si fueran una extensión de sí misma.
Las abominaciones que la rodeaban no tuvieron oportunidad mientras Atira desató su furia ardiente. Las llamas crepitaban y se abalanzaban sobre los monstruos, consumiéndolos en un estallido de luz y calor. Los rugidos aterradores se extinguieron en medio de los alaridos agonizantes, mientras las criaturas distorsionadas eran reducidas a cenizas y humo.
Kraker observó con asombro mientras Atira desplegaba su poder. La valentía de su compañera y su conexión con el fuego lo dejaron impresionado. Sin embargo, sabía que necesitaban más que el fuego para enfrentar la oscuridad que los rodeaba. Él mismo era un portador de poderes especiales, y era hora de que los usara para ayudar en la lucha.
Kraker se colocó junto a Atira, su propia energía brillando con una luz brillante. Extendió su mano hacia ella, ofreciéndole su apoyo y fortaleza. Una suave luz dorada envolvió sus dedos, y el brillo se extendió hacia Atira como un lazo luminoso de conexión.
—Atira, no estás sola en esto. Tu fuego y mi luz, juntos podemos enfrentar cualquier oscuridad —dijo Kraker con serenidad.
La mirada de Atira se encontró con la de Kraker, y en ese instante, una sincronización perfecta tuvo lugar. Su fuego ardiente y la luz brillante se entrelazaron, formando una alianza inquebrantable. Ella sintió cómo su poder se fortalecía, cómo su fuego se expandía y se intensificaba bajo la influencia de la luz del castaño.
Juntos avanzaron, luchando en perfecta armonía. Las llamas ardientes se combinaban con los destellos luminosos, creando un espectáculo deslumbrante que iluminaba la oscuridad del cementerio. Las abominaciones aullaban en su intento de detenerlos, pero su valentía y unión eran más fuertes que cualquier oscuridad.
La lucha continuó, cada movimiento calculado y cada ataque ejecutado con precisión. Atira y Kraker se defendían mutuamente, su confianza en el otro fortaleciendo su determinación. El fuego y la luz se alzaban como una barrera impenetrable, su alianza demostrando ser una fuerza poderosa y formidable.
La intensidad de la batalla aumentó a medida que Atira y Kraker enfrentaban las últimas abominaciones que quedaban. Juntos, lanzaron un ataque final, una combinación deslumbrante que envolvió a sus enemigos en una explosión de energía. La oscuridad retrocedió ante su unión imparable.
Justo cuando la victoria parecía estar al alcance de su mano, una figura emergió de las sombras. Era Simón, el hombre al que habían salvado. Sus ojos irradiaban determinación mientras se unía a Atira y Kraker.
Simón levantó sus manos, canalizando su propia energía única. Entre sus dedos, un portal brillante comenzó a formarse, sus colores vibrantes contrastando con la oscuridad circundante. La lucha que Atira y Kraker habían librado creó una distracción oportuna, permitiendo a Simón enfocarse en la creación del portal.
Con un último esfuerzo, el portal se abrió completamente. Atira y Kraker intercambiaron miradas antes de dirigirse hacia él, dejando atrás el cementerio siniestro y la influencia de la Emily maligna. Sin embargo, justo cuando estaban a punto de cruzar el umbral del portal, Atira sintió un agotamiento abrumador.
Sus piernas cedieron bajo el peso del cansancio y la energía que había empleado en la batalla. Simón la atrapó en sus brazos justo a tiempo, sosteniéndola mientras su visión se nublaba y su conciencia comenzaba a desvanecerse.
A través del portal, el mundo distorsionado quedó atrás, pero Atira se encontraba al borde del agotamiento. La batalla había dejado su marca, y mientras el portal los llevaba a un lugar seguro, Atira finalmente cayó en la oscuridad de la inconsciencia.
Se desmayó en los brazos de Simón, sus poderes agotados y su cuerpo exhausto por la intensa batalla. Aunque habían logrado escapar de la trampa del cementerio y la influencia de la Emily maligna, la lucha estaba lejos de haber terminado.
Ahora, mientras descansaban en un lugar seguro, debían buscar la manera de recuperarse y enfrentar el próximo desafío que se cernía sobre ellos en su búsqueda por liberar a su amiga y confrontar la oscuridad que los amenazaba.
Por alguna extraña razón, los tres sentían una fuerte conexión con Emily, pese a que solamente Simón la conocía verdaderamente. Debían salvarla.
Todos sabían por lo que está pasando Emily, su tristeza se veía reflejada en cada una de sus almas y eso hacía que todos quieran luchar por el bien de su ahora nueva amiga y compañera de combate.
𝗩𝗘𝗥𝗔𝗡𝗗𝗘𝗥 ╰───────────✧──────────────╮
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
