Corazones rotos

Cap.7 Divorcio

Dos meses después

Ya han pasado dos meses y los papeles del divorcio ya estaban listos para ser firmados y ponerle fin a todo el hermoso amor que alguna vez juraron.

Adriana estaba yendo con su abogado a la casa en dónde vivía Kimball. Ella queria que firmarse de una vez por todas los papeles y la dejara en paz, aunque de igual manera quería ir personalmente por dos razones, la primera era que quería ver la cara de Kimball al momento de firmarlos y la segunda era que quería verlo por última vez.

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Hace como unos minutos que llegaron, ahora mismo se encuentra tocado para poder entregar los papeles.

Un Kimball sin camisa y despeinado abrió la puerta, él no esperaba encontrarse con su ex pareja y el abogado de esta.

-Buenos días, no esperaba verte- dijo viendo a Adri

-Solo venimos a entregarte los papeles del divorcio- respondió el abogado

-Podemos pasar- pregunto una Adriana ansiosa

Realmente no esperaba ver a su casi ex esposo sin camisa y desalineado.

-Claro pasen- dijo asiendose a un lado

Entraron y se sentaron en la sala de estar, mientras Kimball iba por algo de beber.

-Bien, ¿Dónde están los papeles?- pregunto sin rodeos

Esto sorprendió a ambos invitados, el abogado no espera que quisiera firmar.

-Aqui tienes- dijo entregándole unos papeles y un bolígrafo

Kimball sin más procedió a firmar los papeles sin problema, en eso estaba cuando sono una puerta

-Amor, ¿Quien vino?- salió una joven con una bata y muy despeinada.

Nadie esperaba verla ahí y menos en ese estado. Adriana estaba muy sorprendida y también consternada realmente quería acabar con esto,  aunque seguía amando a Kimball y fue el amor de su vida, ella tenía dignidad y no iba a perdonar una infidelidad. Si bien Adriana sabía que Kimball en algún momento se iba a hartar de estarle rogando no esperaba ver a aquella chica ahí. Realmente le molestaba y no por saber que su ahora ex esposo se acostaba con alguien más, sino por el  hecho de que era su SOBRINA, sí la misma con la que la habían engañado. Mientras él juraba hace menos de una semana que ella había Sido un error y que lo perdonara, ahora estaba dándole el divorcio y se había vuelto a acostar con su sobrina.

Adriana estaba seguras de dos cosas, esa mocosa que la estaba viendo con superioridad ya no era su sobrina y que había hecho lo correcto al no perdonar a Kimball.

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