-Jamas creí que tu papá nos salvaría.
Dijo el ojiverde que manejaba el auto con Marinette en camino a la universidad a la mañana siguiente del suceso del capítulo pasado. Esa mañana, a pesar de todo, estaba siendo bastante agradable, tanto que casi olvidaban aquella serie de extraños acontecimientos que sucedieron después de la aún más extraña música de organo.
Pero de la nada, hasta pareció que la invocaron con el pensamiento, aquella música volvió a sonar. Tres segundos después y los frenos dejaron de funcionar haciendo que el auto se estrellara con el delantero al haber llegado a un semáforo. Nada grave sucedió pues iban a 30 kilómetros por hora.
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.Horas después, en la cafetería de la universidad, ojiazul y ojiverde habían decidido tomar el café al aire libre aprovechando que la zona estaba completamente desolada, al tiempo que el chico contestaba más preguntas sobre el choque al teléfono a Nathalie, que se encargaría del papeleo y seguros.
-¿Y lograste llegar al examen?
Preguntó el joven al colgar y ella asintió sorbiendo su café.
-Si, llegué justo a tiempo. Una de las chicas recursadoras de mi salón me encontró caminando y me llevó en su moto.
Le dijo sonriendo mientras el rubio tomaba su mano para besarla con delicadeza.
-Me alegra, tenía miedo de haberte hecho perder el examen.
Dijo antes de entregarle una pequeña margarita, la cual había formado parte de un ramo que él había comprado. Pero por cosas de la vida (sonó la música) un pájaro pasó volando y se llevó el listón que mantenía juntas las flores para probablemente usarlo en su nido, deshaciendo el ramo y haciendo que las flores cayeran justo dentro de una alcantarilla, logrando rescatar solo esa.
Pero no importó, la chica sonrió feliz y tomó la pequeña y frágil flor sobreviviente, abrazandolo y besándose por un rato, antes de ponérsela arriba de su oreja, adornando tiernamente su sien.
-Cierto, ya ni te pregunté ¿Y lo sentiste difícil?
Le preguntó el chico abrazandola y ella puso una sonrisa divertida antes de hablar.
-¿Qué? ¿El tiempo que pasé lejos de ti? ¡Siempre es difícil!, cada segundo es muerte en vida, fue como ser un refresco sin gas, como un camarón que no se lo lleva la corriente, como una calle donde ninguna gallina la cruza, como el trigo que los tres tristes tigres no se tragaron, como el clavito que pablito no clavó, como un burrito que no era sabanero, como un pez que no bebía en el río, como el pollito que no hacía pi...
-El examen.
El chico interrumpió a la chica que hablaba imitando la voz galante de Chat Noir. Sí le había dado risa pero fingiría que no ¡Ella se estaba burlando de los super métodos que usaba él para enarmorarla cada día!
-Oh, el examen estuvo fácil.
Le dijo riendo antes de ser acercada desde la silla por el chico, quien también tenía la misma sonrisa de la ojiazul.
-¿Fácil? Fácil es darme un beso y no lo estas haciendo.
Le dijo y ella lo abrazó, acercando su rostro aún con su misma sonrisa juguetona.
-Oh ¿Acaso es tan sencillo besar al joven Agreste?
Él chico le dió un piquito a su novia y le dijo.
-Depende, si eres Marinette Dupain Cheng, puedes hacer lo que quieras conmigo, si eres alguien más, no.
Ella rió y le miró con un brillo soñador en sus ojos. Realmente ese era el amor de su vida.
-Ganaste.
Y finalmente se besaron con ternura, aprovechando que la zona estaba sola, planeando pasar el resto de su hora libre platicando y bromeando entre ellos, con sus caras y bocas muy cercanas, besándose entre palabras.
Pero de la nada un cosquilleo anormal en todo su cuerpo se les instaló, al mismo tiempo que el metal de sus celulares y laptops comenzaron a emitir un sonido extraño. Todo hizo clic en la azabache cabeza de Marinette que al apreciar como el cabello de ambos se levantaba como si hubieran hecho el experimento de frotar un globo contra el cabello, supo que tenían muy pocos segundos.
-Corre.
-¿Qué?
-Va a caer un rayo ¡Corre!
Sin pensarlo el dúo se levantó de sus sillas y Marinette jaló al chico al tiempo que ella corría, pero este se tropezó al escuchar la misma música extraña, resbalandose el agarre de sus manos, haciendo que la chica al estarlo jalando, cayera de frente y rodara inintencionadamente dramática, varios metros lejos por el suelo. Eso la salvó a ella de ser alcanzada por el rayo, pero al chico no.
-¡Adrien!
Fue el grito terrorífico que escucho de su novia, así como el susurro "mala suerte" de Plagg, antes de sentir la misma horrible sensación en el estómago de estar en una montaña rusa, y un ardor terrible en un brazo.
Continuara...
¿Qué opinan? ¿Dejo que muera?
Digo, el peor sufrimiento es la vida misma. Pero bueno, Adrien se convertirá en el costal de box de la vida, ya verán por qué lo digo.
Pero que les digo ¡FELIZ AÑO NUEVO! Mi gente linda de wattpad. Les deseo éxito en todo lo que vayan a hacer, verán que este año traerá muchas alegrías a sus vidas. Los quiero mucho <3
En fin, feliz año nuevo.
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Mala suerte
HumorUna noche de domingo aburrida en la habitación de Marinette y el grimorio a su fácil acceso fueron suficientes para casi terminar de exterminar a los Agreste. Aviso: Esta historia tiene escenarios sexuales, sin llegar a ser explicitos.