Amor a primera limpia

Castigo

Beelzebub podría estar moreteado, golpeado, desgreñado, con manchas de mangoneada por la ropa, pero jamás infeliz. Ese día había sido el mejor de su vida en siglos y nada ni nadie podría arruinárselo.

Excepto tal vez un Hades que se enteró de la noticia, por medio de internet como es que aquel demonio al cual había invocado hace tantos meses se había peleado con un rubio mal vestido en pleno tianguis causando revuelo por todo el lugar. Hades de todas las cosas de las que creía capaz a Beel esa era la más inesperada.

_¡ES QUE COMO SE TE OCURRE ANIMAL!_ gritaba enojado el de tatuaje en el rostro_ ¡TODO NUESTRO ESFUERZO SERÍA POR NADA POR CULPA DE TU IMPERTINENCIA!_ con desesperación acaricio su cien aunque más que acariciar parecía que estaba a nada de arrancarse la cara con las uñas.

Estaba cansado cansado, primero no había visto a Qin en más de una semana, después su hermano Zeus hace una idiotez en sus intentos de ser relevante y obviamente como el mayor le toca limpiar sus mierdas casi literalmente porque también le tocó cuidar al bebé Ares y para finalizar pensaba que por lo menos el demonio pelinegro no habría hecho nada escandaloso por lo que se intentó dar el lujo de por lo menos estar tranquilo con que al regresar a la casa donde estaba el demonio podría descansar y preparar el amarre para Nikola, pero oh vaya sorpresa tenía que descubrir que contrario a lo que había pensado el demonio había hecho todo lo que no debía.

_Entiende yo no me podría dejar, aquel idiota me llamo prostipirugolfo_ explicó con una clara indignación_ En todos mis siglos existiendo nadie se había atrevido a llamarme así y menos a pelear contra mi_ en la perspectiva de Beel todo aquello era un logro pero en la de Hades era un berrinche de niño chiquito.

_Beel oh mi querido Beel_ la expresión de Hades decía más de mil palabras, tomó el hombro de su compañero y lo apretó con algo de fuerza, sabía que era un demonio pero le daba igual, lo importante es que casi todo su plan se iba a ir a la verga por un berrinche_ A la próxima que me hagas tus teatritos te juro que buscaré manera existente para devolverte al infierno de donde saliste no me importa si para eso me tengo que morir_ el demonio se espanto sabía que eso no era conveniente y que el peli blanco era fiel a sus palabras.

Hades decidió tomar asiento en aquella cama desgastada, estaba cansado, en su mente solo pasaba la idea de lo que hubiera pasado si jamás hubiera invocado al demonio que estaba a su lado en estos momentos, pensaba en todo aquello que pudo haberse ahorrado de no ser porque fue un cobarde. Se siguió lamentando en su mente hasta que sintió un peso en su hombro, volteó su rostro para ver de qué se trataba y se encontró a Beelzebub recargado en su hombro.

_Perdón no debí dejarme llevar, debí ser más responsable_ dijo como niño regañado. Un sentimiento de nostalgia lleno a Hades, aquello le había recordado a todas las veces en las que sus hermanos habían hecho alguna travesura y buscaban su perdón_ Solo me emocioné demasiado, por un momento creí que no iba a ser necesario un amarre y qué tal vez solo tenía que ser yo mismo o algo de esas tonterías cursis de las películas que me dejas_ el de tatuaje en el rostro no hizo más que acariciar el cabello del contrario, a pesar de que aquel ser demoníaco tuviera siglos de existencia era casi un niño_ pero supongo que eso es imposible_ dijo el de cabellos azabache en un lastimero murmuro, Hades solo siguió consolándolo pues entendía perfectamente ese sentimiento.