Meses en fuego

SIEMPRE

Siempre sabrás donde encontrarme.
Pero no voy a ir detrás de ti.
Alguien o tal vez la vida me enseño una vez que por mucho que se desee hay cosas que no se persiguen.
Decidí que hoy soy yo, el que vale más que todo el amor que de vez en cuando me prometes.
Con esto, no quiero que pienses que menosprecio ni uno de tus sentimientos, soy capaz de sentir cada uno de tus “te quiero”.
Pero a veces, a ratos, a intereses tal vez me quedo tras tus pasos y no junto a ellos.
Y yo, que soy demasiado “YO”.
Tengo el amor propio suficiente como para tener claro que nunca voy a ir a la altura de tu sombra.
Por mucho que te quiera.
Por mucho que me duela.
Me acuerdo de aquello que alguien dijo una vez: “No sabemos lo que tenemos hasta que lo hemos perdido”.
Y estoy de acuerdo con la afirmación esa de que “Si que lo sabemos, pero no le damos importancia hasta que lo echamos de menos”.
Todo en la vida tiene su significado y su repercusión, y yo quiero ser importante en tu historia personal.
Pero...
Siempre hay un pero.
No sacrificaré ni un poco de mi mismo por convertirme en alguien que vas a amar a retazos.
No es justo para ti.
Pero mucho menos para mi.
Camina a tu paso, a tu ritmo, con tus idas y venidas, que yo me quedo aquí.

Siempre sabras donde encontrarme.
Ahora bien, tal vez cuando vuelvas, no te ame exactamente como esperas.
Porque el amor, como las flores, se marchita si no se riega a diario.