IN MY MEMORIES ⎯ ❝Aunque sus palabras y sus actos no lo demostraban, su corazón latía como loco y su alma ardía en llamas con el simple hecho de verlo❞
Ambientada en la temporada 4-7 "Malcolm in the middle".
season 1:✔️
season 2:➖
season 3:➖
seaso...
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chapter fourteen "arcoíris después de la lluvia" season one
LOS DÍAS LLUVIOSOS ERAN los días favoritos de Andrew. El olor a tierra mojada, el clima que no era ni tan frío ni caliente, y usar su hoodie lo ponían extrañamente contento.
Estaba de camino a la escuela tras ser su último día de clases. Un alivio total.
Entró al salón de clases con la frente en alto, y ahí estaba Reese, sentado en el banco lanzando bolitas de papel con una bombilla. Algo muy típico de el.
Andrew se acercó a la silla que quedaba justo a un lado de Reese. El castaño terminó de burlarse y borró su sonrisa a la llegada de su compañero.
-Buen día jóvenes, habrán su libro en la página ciento cuarenta.
-Profesor Scott, es el último día de clases.
-¿En serio? ¡Que cool! -dijo el viejo exagerando su facciones y burlándose del lenguaje adolescente -. Ahora, habrán su libro en la página ciento cuarenta, comenzamos a leer.
Mientras leían, Andrew observaba como Reese jugaba inquieto con su lápiz. Pensaba en cómo el chico lo evadía por completo aún estando a su lado.
Tenía ese raro sentimiento de amor y odio, debido a que el castaño no le dirigía la palabra desde... su corto y primer beso.
En un movimiento rápido, el lápiz resbaló de los dedos de Reese cayendo bajo el asiento del rubio.
-Aquí tienes -dijo después de levantar el bolígrafo.
El de ojos verdes solo lo tomó y volvió a lo suyo.
-Por nada, siempre es un placer ayudar -murmuró Andrew al quedarse sin una respuesta y fingiendo una sonrisa.
El rubio suspiró y clavó sus ojos sobre el libro de texto. A pesar de odiar las clases del profesor Scott, sería la primera y última vez que pondría atención.
(...)
Luego de tres horas consecutivas de otras clases, algunos de los chicos pudieron salir a su receso y otros permanecieron en sus salones ya que del cielo caían gotas pequeñas.
Andrew se aproximó en la mesa reunida por los cuatro chicos de primero.
-No puedo creer como es que ninguna chica se me acerca -se quejó Malcolm -, quiero decir, ¡mírenme! ¿quien no querría a alguien como yo?
