03; ¿Jabón?

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La conferencia había sufrido un retraso de tres horas. Lo que comenzó como un simple fallo con el telón del escenario terminó en un corte de luz provocado por un trabajador imprudente que, accidentalmente, cortó un cable. Para empeorar las cosas, Park Jihyo estaba atrapada en un monumental embotellamiento de autos, lo suficientemente lejos del instituto, lo que hacía imposible que llegara a pie. La situación parecía destinada al desastre, y estuvieron a punto de cancelar todo. Pero, para alivio de todos, lograron evitarlo.

Mientras tanto, el personal se esforzaba en distraer a los presentes explicando cómo se realizaría la selección del estudiante que tendría la oportunidad de trabajar con Jihyo. Sorprendentemente, el método sería completamente al azar: los nombres de los estudiantes inscritos se colocarían en una pequeña bolsa, y la escritora extraería uno. Simple y directo, aunque, para muchos, extremadamente decepcionante.

Este sistema fue un golpe para Tzuyu, quien no podía ocultar su molestia. Para ella, aquello eliminaba cualquier mérito o esfuerzo. Cualquiera, incluso alguien sin interés en la escritura, podía ganar. Su frustración crecía al mismo ritmo que los murmullos de entusiasmo entre los estudiantes menos confiados, incluido Jungwon, el hermano de Somi.

Jungwon, un joven con poca imaginación y nulo interés por escribir, tenía un plan. Había fingido ser un gran admirador de Park Jihyo con el único propósito de ganar el sorteo y luego ceder su puesto a una compañera que le interesaba. Sabía que a esta chica le apasionaba la escritura, y pensó que este "gran gesto" podría impresionarla. Un plan absurdo, pero que lo tenía completamente motivado.

Pero volviendo al tema principal: Tzuyu estaba a punto de estallar. Estaba realmente inconforme con la forma de selección que se había planteado.

Y ni hablar de la molesta Somi, quien había dejado de insistirle que renunciara, pero accidentalmente no paraba de patear su pie constantemente.

Su temperamento estaba por los cielos ahora mismo.

—Tzuyu-ssi, relájate, respira. Me estás dando miedo con esa cara —le murmuró Sooyoung a su lado, preocupada.

—No puedo, unnie. El sistema de elección es una maldita broma. Todas las oportunidades que tenía se fueron al caño —dijo Tzuyu, tomándose el puente de la nariz, intentando mínimamente calmarse. Fuera de metáforas, realmente parecía que le salía humo por las orejas.

—Aún hay esperanzas, no te frustres tanto. Ve al baño un segundo a refrescarte, ¿sí?

Asintió, y con un profundo suspiro se levantó de la silla de plástico. Iría rápidamente al baño, se lavaría la cara y volvería. Tan sencillo como eso.

Se dirigió al baño. Sin embargo, al llegar, descubrió que el de la planta baja estaba cerrado con llave. Con resignación, comenzó a subir las escaleras hacia el segundo piso, que en ese momento estaba desierto. Al menos ya tenía un problema menos.

— Mierda, ¿por qué son tantas escaleras?

En su trayecto al baño, que estaba al fondo del pasillo, escuchó ruido de pasos detrás suyo. Ni siquiera volteó; lo único que quería era volver a bajar antes de que Park Jihyo llegara.

—Maldición, voy a venir más seguido a este baño, es muchísimo más limpio que el de planta baja —pensó sorprendida.

Mientras se lavaba la cara, escuchó el ruido de la puerta. No se molestó en echar un vistazo a quién había entrado. ¿Para qué? Si de todas formas seguro era un desconocido.

Mantuvo su rostro bajo mientras se secaba. Estaba a punto de salir rápidamente hasta que escuchó una voz conocida.

— Oye, disculpa, ¿sabés dónde está el jabón? —preguntó una mujer con tono calmado.

Tzuyu levantó la vista, su corazón latiendo con fuerza al reconocer la voz. Era Park Jihyo.

—Y-Yo, yo... tú... ¿jabón? —balbuceó, tratando de procesar lo que estaba sucediendo.

—Sí, jabón. ¿Dónde está?

Tzuyu maldijo internamente al notarse tan nerviosa.

—Está debajo del lavamanos...

—Hmm, bien, gracias.

Tzuyu luchaba por mantener la compostura, pero su mente estaba a punto de explotar. Finalmente, reunió el valor para hablar.

"A la mierda todo"

—Disculpe, señorita Park, soy idiota a veces. Me sorprendió verla aquí. Soy una gran admiradora de su trabajo desde pequeña. Me encanta su forma de escribir, cómo crea esas impresionantes tramas llenas de suspenso en sus novelas. Quería pedirle... si sería posible si usted me firmara uno de sus libros. Si no es posible, lo entiendo, no insistiré, pero... ¿puede?

—Claro, ¿por qué no? Encuéntrame luego del evento, detrás del telón. No tengo nada con qué firmar ahora mismo, y por lo que veo no tienes ninguna de mis novelas entre tus manos. —Habló sin más, secando sus manos para luego irse tranquilamente, cerrando la puerta detrás de ella.

—¿Q-Qué acaba de pasar...?

No se dió cuenta de que estuvo divagando en su mente por varios minutos, hasta que alguien llamó a la puerta.

—¿Tzuyu-ssi? ¿Estás ahí?

Se apresuró a abrir la puerta al reconocer la voz de Sooyoung.

—Unnie, bajemos rápido antes de que empiece el evento —no entraría en detalles ahora. Tenía poco tiempo. Luego le contaría y podrían gritar y saltar juntas de la emoción. Pero luego, no ahora.

—Eso justo venía a decirte. Ya pasó un rato desde que viniste al baño y empecé a preocuparme. Pensé que te podría haber pasado algo.

—No, es solo que necesitaba un tiempo lejos de todo ese molesto ruido.

Y mentira tampoco era. Con todo ese ruido, le estaba comenzando a doler la cabeza.

—Oh, te entiendo. Ya me estaba martillando la cabeza con todas esas personas hablando.

—Vayamos rápido a nuestros asientos, lo único que falta es que alguien los ocupe.

Volvieron rápidamente a sus asientos. Por suerte, Irene colocó su mochila y la de Seulgi en sus lugares para que nadie los ocupara. Astuta como siempre.

Cuando se sentó, notó cómo estaban preparando lo último que faltaba para poder empezar con el evento: el micrófono. Este estaba apuntando hacia la silla donde se sentaría Jihyo.

Realmente le sorprendía lo perfeccionistas que estaban siendo para ese evento en específico. Cuando generalmente, todos los eventos que se realizan dentro de la escuela son terribles, por no decir algo peor. Un momento memorable, fue cuando en lugar de sonar el instrumental de la canción que una chica interpretaría, se empezó a escuchar la llamada telefónica que estaba teniendo el ex profesor de matemáticas con su ¿pareja? Realmente no hace falta explicar por qué renunció luego de eso. Fue algo muy gracioso de recordar para Tzuyu.

El director apareció entre la multitud, subió los tres escalones que llevaban al escenario y se dirigió lentamente al micrófono, tan lentamente que fue un poco tedioso.

—Hola a todos. Les doy la bienvenida a los alumnos y profesores que se encuentran aquí. Luego de todo este largo tiempo de espera, me alegra poder presentarles a quien han estado esperando con ansias: Park Jihyo.

"Dios mío, qué emoción" Pensó.

Cuando la vio, apreció que se veía incluso más perfecta que cuando la encontró en el baño hace unos minutos. Al parecer le retocaron el maquillaje, porque se veía completamente radiante.

—Hola a todos, un gusto poder verlos el día de hoy —habló Park profesionalmente con una pequeña sonrisa frente a todos.

Jihyo estuvo un rato respondiendo preguntas, como si de una entrevista se tratara, hasta que llegó el momento más esperado por todos.

—Muy bien, ahora sí, ¿comenzamos con lo interesante? —dijo, tomando la pequeña bolsa con los nombres.

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⏰ Última actualización: Feb 11 ⏰

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