Una nueva especie de amenaza invade las tierras de Rembrant; Los demonios, nadie sabe como hacerles frente, ni si quiera los cazadores de Grimms..........pero un chico misterioso llega a Beacon con la solucion a sus problemas.....
De repente, Yami desperto de golpe. Estaba en su cama, respirando de manera intranquila y sudando frio, habia tenido una gran pesadilla de ese dia mientras estaba inconsiente. Pero sus sentidos se acostumbraron a la realidad, dandose cuenta que estaba despierto y lo que vivio solo fue una cruel pesadilla en base a su tragedia
Yami: .......solo fue una pesadilla.....
Yang: ah! despertastes....¿como te sientes?
Yami: .......bien, supongo.... - dijo a secas
Yang: ....¿estas seguro? - dijo sentandose a su lado
Yami: .......
Yang: lo digo por que....no dejabas de decir Uta.....
Yami: ...no es nada... - dijo levantandose
Yang: puedes contarme.... - dijo dulcemente poniendo su mano sobre la de Yami -.....estoy aqui..
Yami: .....lo siento, prefiero....no hacerlo...
Yang: ...bien
Yami se volvio a vestir, poniendo su espada en su cintura. Sabia que Enmu y cientos de demonios va detras de el, pues ahora sus compañeras estaban en peligro..........no podia permitir eso.
Yang solo veia esto con compacion, sabia que Yami guardaba un enorme dolor en su interior. Sus ojos parecian tristes y que albergaban cientos de emociones negativas que en cualquier momento estallarian.
Yang: ....
Ella quizo acercarse para tratar de darle algun consuelo, pero.......no sabia si Yami lo aceptaria. Sabia que el trataba de guardarse esos malos sentimientos, haciendose daño a si mismo, cada vez mas...
Ella puso su mano en el hombro de Yami, el la volteo a ver queriendo rechazar su gesto pero.....al ver los ojos gentiles de Yang, libres de algun miramiento. Sin saber, un lazo de confianza mutua entre ambos.
Yami: .....gracias - dijo mirandola a los ojos
Yang sonrio de vuelta, pero no espero ver eso de Yami.....una sonrisa....
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Yami: en verdad, agradezco tu gesto....
Yang: .....s-si - dijo sonrojada
Dias despues....
La hora del almuerzo llego, y todos los estudiantes aprovechaban para recargar energias consumiendo sus respectivos almuerzos, conversando con sus compañeros. Yang, como si fuera una costumbre, picaba la mejilla de Yami
