Capitulo 2

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Desperté con un gran dolor de cabeza. Mire a mi alrededor y recién me di cuenta que seguía en el tren. Ni siquiera me acordaba de haberme dormido.

Saqué mi celular de mi bolso, al momento en que lo toqué estaba ardiendo, estaba segura que la razón de que mi celular estuviera así era por los mensajes de Anthony.

Al prenderlo vi que era un poco tardé, y que al parecer tenía 60 mensajes de Anthony, hasta llamadas.

- Mierda - dije estresada - sabia que ese chico estaba loco - me pasé la mano por el rostro. Tenía un gran dolor de cabeza y los mensajes de Anthony no me ayudaban en nada.

Se que es normal que tu pareja te mande mensajes después de una gran discusión, pero Anthony si que estaba loco, ¿es que a quien se le ocurre decirle a su pareja que va a matar a su mascota si no le contesta?

Apagué el celular. Si mi ánimo antes no era el mejor ahora menos.

Un chico apareció tocando la puerta de la cabina. Al parecer era un tipo de camarero por el carrito de comida que traía.

- Buenas tardes, señorita - dijo el mesero con una sonrisa - ¿le gustaría algo para comer? , ¿talvez un postre?

No es que me incomode, pero es demasiado amigable.

- Eh no, muchas gracias - traté de decir lo más normal que pude con una sonrisa.

- ¿Segura? - dijo de una manera insistente - Hay unos postres muy buenos... contándote - esta vez lo dijo mirándome de abajo hacia arriba.

Volteó los ojos. Dios que tipo más pesado.

- Creo haberle dicho que no - respondí de una manera más agresiva.

El chico volteó los ojos, y sin más cerro la puerta de la cabina y se fue.

Que tipo más horrible. ¿En serio todavía existen los chicos que no entienden un simple "no"?

Tenia unas ganas de haberme parado y haberle volteado la cara de una cachetada. Trate de olvidar lo sucedido viendo mi celular, no respondí los mensajes de Anthony, y solo me puse a escuchar música. Estaba segura que estuve como unos 10 minutos intentando encontrar una canción que me gustara, y en eso salió ' Mr. Perfectly fine ' de Taylor Swift y me atrevo decir que es una de las mejores canciones que tiene.

Así estuve todo el camino hacia el internado, escuchando canciones de Taylor Swift y viendo el paisaje. En ese mismo momento no me importó nada más.

Después de un tiempo nos avisaron a todos que ya habíamos llegado. Tome mi bolso y mi maleta para salir, al abrir la puerta vi un desastre de chicos y chicas saliendo por doquier, no sabía que éramos tantos...

Trate de meterme a ese desastre de chicos para poder salir, pero en eso me encontré con un chico, era demasiado alto, blanco con unos ojos verdes y su piel un poco bronceada. Era muy lindo a decir verdad, pero al parecer un poco pesado al ver como empujaba a un chico de lentes como si fuera invisible.

Una chica se posó a mi lado, tenía unos pantalones apretados y top muy lindo con una chaqueta de mezclilla encima.

- Es increíble que le apoden ' el chico perfecto ' cuando literalmente es un chico horrible - dijo de una manera un poco brusca, al parecer no se llevaba bien con el.

Me volteé hacia ella con el ceño fruncido.

- ¿En serio le apodan el chico perfecto?, se ve como un total imbecil - dije mirándolo fijamente.

La chica me volteó a ver. Traía unos lentes encima, era muy bonita.

- ¿Verdad?.. todos dicen que no es cierto, pero hasta desde lejos se le nota - dijo sorprendida - Sarah, un gusto - me lo dijo con una sonrisa que nadie hubiera imaginado que estaba insultando al 'chico perfecto ' del internado.

- Lily, igualmente... disculpa ¿el chico del que estamos hablando, lo conoces? - la verdad no creo que sea algo bueno hablar de alguien a sus espaldas y menos estando a centímetros de el.

- Bueno.. voy en este internado desde pequeña al igual que el, solamente por eso lo conozco. Algunos dicen que es mudo, porque no lo ven hablar con nadie, o es de una mafia.

Frunci el ceño mirándola, no es una gran excusa para hablar así de él. Volteó la cabeza hacia el cuando dice que puede ser de la mafia. La verdad eso es algo estupido, a ver el chico puede ser cualquier cosa, ¿pero mafioso?... no parece ser uno de esos.

- Es estupido, no se ve como alguien de la mafia - la verdad no lo queria defender, pero es que literalmente no parecía eso - ¿Además, porque alguien de la mafia estaría en un internado? - le pregunté con una ceja alzada.

- Tienes razón.. pero eso no quita que sea un idiota - lo dijo de una manera tan seria que me hizo reír.

Después de hablar con Sarah un rato, nos vagamos del tren. En el momento en que lo hice me quedé mirando sorprendida el internado, ¿cómo carajos es posible que esto sea un internado?

- ¡Lily vamos! - Sarah me dijo de una manera ansiosa y con un toqué de emoción.

Fui directo hacia ella, corriendo y riendo a la misma vez. Creo que Sarah y yo vamos hacer unas buenas amigas.

Fuimos directo hacia la entrada, ahí estaba una señora que por lo que nos dijo ella iba a seleccionar las habitaciones.

- Sarah Crowell y Matthew Miller, habitación 209 - la señora lo dijo tan normal que casi le da algo a Sarah.

Medio tanta risa la cara que puso cuando dijieron su nombre y la del chico, al momento que pare de reírme la señora dijo mi nombre.

- Lily Reeve y Marcus Miller, habitación 210 - cuando dijo el nombre del chico todos en la sala se callaron de una.

Mire a Marcus, no parecía con mucho ánimo, genial.

Volteé la cabeza hacia Sarah con una cara.

- ¿No es genial que me allá tocado con el mismo chico del que estamos hablando mal a sus espaldas? - dije de una manera sarcástica.

- Tranquila lily, seguro que el ' chico perfecto ' no es tan imbecil como parece. - me respondió de la misma manera.

Después de decir todas las habitaciones nos indico a donde eran y nos llevó.

Al llegar, Sarah se despidió de mi con un abrazo, deciandome suerte y se fue a su habitación con el chico que le tocaba.

La señora nos entregó la llave a mi y a Marcus, y después se fue. Nos quedamos viendo la puerta unos segundos, a mi parecer eran como minutos, ninguno tenía las ganas de entrar y soportarnos por primera vez.








STRANGERS AGAIN...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora