Prólogo

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!Hola! soy nueva en esto de escribir fanfics y esta es la primera historia que escribo, espero y lo disfruten mucho. 

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- ¿¡Oye estas bien!? – escuche a alguien gritar - ¿Cómo fue que llegaste hasta acá? – se le escuchaba preocupado – tengo que llevarte conmigo o enfermaras – me cargo y cubrió con un ¿haori?, realmente eso no me importa ahora tan solo deseo descansar.

Mas tarde...

Pov Izumi

Al abrir mis ojos me encontraba en una casa tradicional, estaba recostada en un futón, escuché unos pasos acercarse y al abrir la puerta pude divisar a un joven, tenía el pelo de color burdeos peinado hacia atrás y los ojos oscuros, con una cicatriz en la parte superior izquierda de su frente, pude divisar también un par de aretes rectangulares con un símbolo del sol colgar de sus orejas, tenía un haori con estampado verde y negro a cuadros y ropajes que se utilizaban antes.

- ¡Oh! Es bueno que ya despertaras – dijo mientras dejaba una bandeja con alimentos a un costado, toco mi cara – también en bueno que no hayas enfermado – sonrió, quede perpleja era una hermosa sonrisa que desprendía tranquilidad. Su mirada es suave pensé - ahora, necesito que me digas como fue que acabaste en ese rio – dijo.

Mis ojos se pusieron ocuosos alarmando al más alto, trate de limpiarme, pero las lágrimas solo caían.

- Fue mi hermana quien me empujo al rio mientras estábamos de campamento – solté entre hipidos, el joven a mi costado solo opto por abrazarme y me aferre a el

- Todo está bien – arrullo – después podemos hablarlo más calmadamente, ahora tienes que alimentarte para que puedas recuperarte – dijo mientras se levantaba y se retiraba.

Es un desconocido... pero algo dentro me dice que puedo confiar en él Pensé mientras llevaba una cucharada de sopa a mi boca.

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- El joven se encamino hacia la salida donde lo esperaban algunas personas más.

- ¿Ella se encuentra bien? – Pregunto una chica de ojos purpura, su cabello era negro con degradaciones de color purpura.

- ¿Te dijo donde vivía? – Pregunto ahora un joven de cabello amarillo brillante con mechones rojos y ojos dorados, con una sonrisa plasmada en su rostro.

- Cuando la trajiste se veía realmente mal – dijo una joven de ojos verde claro, con el cabello trenzado de color rosa en degradado al color verde de sus ojos.

- es solo una niña, rezare por su bienestar – hablo un hombre de apariencia fornida y musculosa de al menos 2 metros.

Los demás presentes solo esperaban noticias, pues les sorprendió ver que Tanjiro traía a una niña en un estado deplorable.

- Yo la encontré en el rio, ella me conto que fue su propia hermana quien la empujo – Dijo el peliburdeos, sorprendiéndolos – no le pedí más detalles porque notaba una gran tristeza emanando de ella, parece haber sufrido mucho – Menciona Tanjiro.

- Entonces esperemos hasta que se tranquilice un poco – Hablo un hombre, su cabello negro le llegaba hasta los hombros, de ojos grande de un peculiar color purpura.

- ¡Si patrón! – Repitieron todos al unisonó mientras estaban arrodillados y con la cabeza agachada en signo de respeto.

- Emm... - todos dirigieron su mirada hacia la peliverde, haciéndola sobresaltar – ya acabé la sopa – dijo tímidamente, mientras en sus manos traía la bandeja con los cubiertos.

Una chica vestida de pies a cabeza dejando solo a la vista sus ojos, se le acerca y toma la bandeja para luego hacer una reverencia ante las demás personas y retirarse.

- Ven acá pequeña – Habla Ubuyashiki, palmeando a su costado.

Izumi acato la orden, se dirigió hacia quien deducía ella era el jefe de ese lugar, y se sentó a su lado.

- Un gusto conocerte – hablo amablemente – Me llamo Kagaya Ubuyashiki, bienvenida a mi finca – Su voz es tranquilizante pensó Izumi.

- Y-yo me llamo Izumi Midoriya – Dijo apenada pues se sentía la mirada de todos puesta en ella – y agradezco que me haya acogido en su hogar – hace una reverencia en muestra de su agradecimiento.

- No hay de que pequeña – Contesto – pero, necesito que me cuentes porque acabaste en ese rio – ella solo se estremeció y sus ojos se pusieron llorosos.

- El medico dijo que yo no poseía un don, mi padre, es muy violento y no le gustó nada eso, entonces empezó a ignorarme como si yo no existiera – sollozo – y solo centro su atención en Izuko mi hermana gemela pues ella si poseía un don, ella también me trataba mal decía que la avergonzaba, tenía un mejor amigo – rio amargamente – pero él también se alejó y comenzó a golpearme – soltó lagrimas e intento limpiarlas con sus manos - lo único que hacían eran recalcarme lo inútil que soy y que nunca podría convertirme en una heroína; mi madre que a pesar de ser golpeada diariamente por papá, era la única que aún me amaba y siempre me trataba bien. Todo estaba bien porque ella me apoyaba, pero un día mamá decidió rebelarse ante mi padre – sus hipidos y sollozos se hicieron más fuertes – el la golpeo tan fuerte que callo por las escaleras, yo corrí hacia ella pe-pero e-ella – pauso un momento, su respiración se entrecortaba.

- Respira – le dijo el señor Ubuyashiki, inhalaron y exhalaron juntos.

- Ella ya no respiraba, corrí y llame a una ambulancia, papá solo veía aterrado lo que hizo, Izuku solo observaba, también aterrada, cuando los paramédicos llegaron vinieron junto a la policía, ellos preguntaron y papá dijo que ella resbalo y callo por las escaleras, yo iba a protestar ante eso, pero el me miro de una manera escalofriante – tembló al recordar esa mirada – Al final fuimos juntos a su entierro, Izuku me culpaba por la muerte de mi madre – las lágrimas no paraban de caer de su pecoso rostro – pero, extrañamente sus abusos pararon, pensé que las cosas iban a mejorar; cuando papá dijo que iríamos de campamento sentí que algo malo iba a ocurrir, mas todo estaba normal decidí bajar al rio para observar a algunos peces fue en ese entonces cuando me di cuenta que Izuku estaba atrás mío, reaccione tarde, ella ya me había empujado – termino su relato.

Todos quedaron en silencio, comprendiéndola pues no es la única que no tuvo una buena infancia.

El chico peliburdeos se acercó y pidió con la mirada si se podía acercar, el patrón accedió.

- Todo está bien – arrullo y la abrazo - descuida ahora me tienes a mi – dijo, ella abrió sus ojos en sorpresa, mientras los demás lo veían asombrados - oh, ¿estarás bien si te llevo de regreso? – le pregunto, ella lo pensó y negó – bien desde ahora yo seré tu nuevo hermano mayor – eso le tomo desprevenida, todo se quedó en silencio, entonces volvieron a ver como la niña derramaba lagrimas ya no de tristeza si no de felicidad.

- amm... ¿Qué es un don? – Pregunto una chica de ojos color violeta, de cabello negro aplanado y ondulado con tono degradado de naranja en las puntas.

- Son habilidades o poderes que adquieren hoy en día mucha gente – hablo un hombre de cabello blancos y ojos color fucsia, con una vestimenta extravagante – oigan... ¡yo les dije de esto! – grito.

- bueno, en ese entonces creímos que estabas alucinando – hablo la misma chica de cabello negro con degradaciones purpura – pero ahora podemos comprobar que no estabas loco.

Las risas no tardaron en llegar

Quizás pueda ser feliz nuevamente pensó Izumi con una gran sonrisa.

Aclaración: En esta línea de tiempo Izumi tiene 8 años.

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