DOS

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Taehyung empujaba sus caderas con fuerza, estampado una y otra vez sobre ese pequeño cuerpo desnudo que recibía con gusto su miembro, los gemidos casi melodiosos del chico lo enardecían, se inclinó para besar esos gruesos labios rosas que lo estaban volviendo loco, lamió chupó y mordió esos dulces belfos.

—Ahhh… así… dame más… Tae… ahhh…

—¿Te gusta cariño? ¿Quieres más?

—Ohhh… si… dame más… Taehyung…

Estaba por correrse lo sentía, y sabía que el rubio también por la forma en que estrangulaba su miembro.

—Ya casi… ahhh… Tae… Taehyung, Taehyung, imbécil despierta que vamos a llegar tarde por tu culpa.

La voz suave y delicada de Jimin perdió todo rastro de excitación y volvió a adoptar ese tono frío y grosero con el que siempre le hablaba, lentamente Taehyung abrió los ojos para encontrarse con el mismo rostro con el que había estado soñando, pero no había ningún sonrojo causado por la pasión, ni sus labios de por sí ya gruesos, aún más hinchados por los besos dados.

—Hasta que abres los ojos, vamos párate.

—Estaba soñando delicioso Jimin y tú llegaste a interrumpir —respondió con la voz ronca y un escalofrío recorrió al rubio.

—Ya me di cuenta, eres un cerdo no en sueños puedes dejar de pensar en follar.

—Y tu un maldito mojigato, seguramente nunca has tenido un buen polvo por eso eres tan amargado.

—Si ser amargado para ti es querer esperar a la persona indicada, entonces lo soy, no necesito estar acostándome con medio mundo, como tú, yo solo lo hago cuando tengo una pareja estable.

—Tonterias —bufo y sin más se levantó dejando ver su perfecto cuerpo.

No llevaba camisa, solo los pantalones del pijama que se ajustaban en su cadera, permitiéndole a Jimin ver ese perfecto y magro abdomen marcado, esas V que se escurrían hacia la pelvis y que como flechas señalaban la enorme erección mañanera que presentaba el cantante sin ningún tipo de pudor.

Jimin se giró algo avergonzado, pero no lo suficientemente rápido como para que Taehyung no pudiera ver sus mejillas tornarse rojas. Con malicia se colocó detrás de su asistente, demasiado cerca para que Jimin pudiera sentir su miembro en su espalda, y se acercó a su oído para hablarle más de cerca.

—¿Te gusta lo que ves? ¿Quieres tocar?

—Antes muerto que… —gritó Jimin mientras se giraba, pero sus palabras murieron en su boca al toparse demasiado cerca con el rostro del cantante.

—Pareces un gatito asustado Jimin, ¿te da miedo acaso tenerme tan cerca? ¿Te gustó?

—Primero muerto antes de que me guste un tipo como tú, prefiero un hombre alto, guapo, de cabello negro, ojos de Bambi y sonrisa de conejo —dijo antes de apartarse y salir lo más rápido posible de esa habitación.

Taehyung se quedó con el coraje, sabía a quién se refería su asistente, desde que lo había conocido no había dejado de decir lo mucho que le gustaba el imbécil de Jeon Jungkook, su compañero de agencia, pero también su competencia directa, y sabía que al pelinegro también le gustaba Jimin, cada que los veía juntos en los pasillos de la empresa o se topaban en algún evento no podía evitar enfurecer.

Jimin no le gustaba, por supuesto, pero era suyo y no le gustaba compartir sus cosas, y no quería a Jeon cerca de él

Una hora después los dos llegaron al plató de filmación donde se grabaría el programa musical donde participarían, todo estaba saliendo y quedando bien, hasta que en un costado del escenario pudo ver a Jimin sonriéndole a Jeon que sin vergüenza le acariciaba el rostro. En ese momento un interruptor se encendió en su cabeza, una furia casi asesina se apoderó de él.

록스타 어시스턴트 ★The Rockstar Assistant★Donde viven las historias. Descúbrelo ahora