XXI

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Narrador omnisciente

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Narrador omnisciente...

— Inupi.— el susodicho miro a su amigo. El peli melon solamente sonrio.

El kawata habia acompañado al rubio a comprar algunas cosas para su hogar, el peli melon acepto sin chistar, de todos modos llevaba tiempo sin salir o verse con sus amigos, y deberia recuperar el tiempo perdido.

Los gemelos se habian quedado con souya, ya que este les iria a incribirlos y a mostrar junto a chifuyu y takemichi el instituto en el que ahora estudiarian, al kawata mayor no le parecio mala idea, despues de todo sus hijos debian terminar los estudios.
El haitani habia insistido en inscribirlos en una escuela prostigiosa en roponggi, pero rechazo la oferta, ademas que aun no es el momento en que vuelva a ver en persona a los cachorros.

— crees...— guardo silencio en sus palabras.— crees que es buena idea que ran vuelva a ver a yuriko y kiyoshi?.. digo, el no tiene nada que ver con el accidente que me ocurrio.

Seishu lo miro pensando en sus palabras para despues sonreirle. — claro que es necesario, ran no a conocido demasiado a sus hijos, apenas habia pasado un corto periodo con ellos antes que te fueras.
Rindou pudo almenos pasar un tiempo junto a Taru, pero no con nikko.— dio su punto el de cabellos rubios.

El kawata le dio la razon, realmente ran no paso micho tiempo en la vida de los gemelos.

— en eso tienes razon la verdad, se que kiyo y yuri tomarian bien la noticia de volver a ver a ran, por que por lo que se, la ultima vez que los habia visto, fue mientras estaba en el hospital.— murmuro el kawata, recordando lo que souya le habia dicho.

— deberias planear algun momento en el que tus hijos vuelvan a ver a ran, el momento necesario.

— ya veremos.— dijo mirando con una sonrisa sincera al rubio, aunque no fue la gran cosa el rubio le podia ayudar con lo que pudiese.— gracias por haberme invitado.

— No, gracias a ti por haberme acompañado.— dijo con una pequeña sonrisa.

El kawata abria la puerta de su hogar, al saber que souya aun no llegaria aprovecharia para hacer la cena

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El kawata abria la puerta de su hogar, al saber que souya aun no llegaria aprovecharia para hacer la cena. Entro a su hogar quitandose los zapatos en el proceso, se dirigio a la sala de estar a dejar algunas bolsas que traia en mano, ya casi serian las cinco de la tarde.

Entro a la cocina buscando algunos de los ingredientes que utilizaria para cocinar, comenzo a cortar algunas verduras y a preparar arroz, tomo su celular poniendo algunas musicas para pasar el rato.

Ya al casi terminar escucho el timbre sonar, salio de la cocina dirigiendose a la puerta de su hogar.

Al abrir unos brazos lo rodearon, por instinto quiso golpear al causante pero al sentir el olor a vino supo quien era.

— pelusita de mi corazon!.— dijo el haitani abrazando aun mas al kawata, aunque no llevaran poco tiempo de verse, el mayor extrañaba al omega.

— ran sueltame, se me quema la comida.— se quejo el omega intentando empujar al alfa. Ran solto de inmediato al menor, entregandole una bolsa.— ¿que es esto?.

— un pequeño regalo.— dijo con una sonrisa.

— ya bueno.. ¿que haces aqui? Que me acuerde tu no me dijistes nada que vendrias de visita o algo asi.— dijo volviendo a la cocina. El haitani cerro la puerta para despues seguir al menor como un perrito a su dueño.

— solamente te extrañaba, y queria darte una sorpresa por mi repentina visita.— dijo el mayor.

El kawata asintio volviendo su vista a lo que hacia desde antes. El haitani miro el celular del kawata, escuchando las canciones que se reproducian en este.

Tomo entre mano el dispositivo, buscando algo en este.

— hey, deja mi celular.— dijo el kawata. al haber terminado lo que hacia, y al mirar al alfa, miro su celular entre sus manos.

Se acerco a este con intencion de quitarselo, pero el mayor lo impidio.

— tranquilo pelusita, no hacia nada malo.— dijo tomando las manos del menor para jalarlo hacia la sala de estar.

— oye imbecil, que haces.— se quejo al omega.

— tranquilo ¿si?, no desconfies de mi corazon.— dijo, al ya estar en la sala aparto algunas cosas para tener algo de espacio, el kawata entendio lo que queria hacer el mayor, asi que cuando este estaba distraido le arrebato su celular y busco una cancion.

Ran miro al chico dudoso, al parecer el menor ya se percato de su plan al escuchar la cancion de stephen sanchez 'until i found you'. Se acerco a este tomando sus manos y besando sus nudillos.

— ¿me permites un baile?.— dijo en voz baja y con una sonrisa coqueta. El kawata solto una risita asintiendo, paso suavemente los brazos por el cuello en mayor.

— siempre.— dijo con una sonrisa coqueta, sintio como los brazos del mayor pasaban suavemente por su cintura.

Bailaron, y bailaron la misma cancion que se reproducia, recordando sus tiempos de juventud despues de haberse conocidos, el menor volaba en el aire gracias al haitani, lo abrazaba por el cuello y ambas frentes chocaban mirandose a los ojos, por un momento miraron a sus versiones adolescentes entre ellos, realmente necesitaban de la compañia del otro.

En un momento terminaron mareados cayendo al suelo entre risas, en haitani por encima del kawata, quedo fascinado con el omega realmente, desde la primera vez que lo vio nunca lo pudo sacar de su mente, y realmente le habia dolido las dos veces que lo habia perdido, ahora haria todo lo posible para que no sucediera de nuevo, realmente no queria perder al omega de cabellos naranjas.

Nahoya lo miro espectante, tomandolo por las mejillas lo atrajo a un beso, uno que realmente necesito y necesitaba.
El haitani correspondio gustoso, sin percatarse del ruido de llaves sonar y el abrir de la puerta, solamente tenia su atencion en el omega bajo el.

— ejem..— se escucho, ambos chicos se separaron del beso mirando a los causantes que interrumpieron su momento.

— al parecer llegamos en el momento equivocado.— dijo yuriko tapandole los ojos al pequeño niño peli turquesa.

— mierda.— susurraron al unisono el kawata y haitani al ver al kawata y a los cuatro niños.

— susurraron al unisono el kawata y haitani al ver al kawata y a los cuatro niños

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 Forever ; RanleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora