9. Visiones.

37 4 1
                                    


Y despertó.
Despertó con un leve dolor en la cabeza, y aún no podía ver absolutamente nada, era como si tuviera los ojos cerrados y no pudiera abrirlos.
—Maldito ente del miserable demonio.
Pensaba, no entendía porqué había sido ella quien tendría que pasar por esto, ¿Que había hecho mal? ¿Que pecado había cometido? ¿Acaso era su enfermedad la que la hacía sobre-pensar y hacer mal las cosas?
Y otra imagen se le vino a la mente, otra vez esa imagen en dónde todos sus amigos estaban...siendo torturados en ese lugar. Junto con su dolor nocturno.
Ya hacía mucho tiempo que convivía con esas visiones, muertes, sus mejores amigos...muertos; que no le dejaban ni dormir, y tiene miedo.

—Ya deja de pensar en eso.
—Dejame en paz, Xebas, me tienes harta.
—¿Xo- que? Soy Sniffles, ¿Estás así por lo que me contaste esa noche, no?- Dijo esa voz dulce que le encantaba escuchar, y por la que estaba pensando en porque la confundió con la de ese chico.
—¡Snif! Que bueno que estás aquí.
—Si, oye, ¿Por qué miras hacia allá? ¿No quieres mirarme acaso? ¿Ya te tengo cansada? Jeje
—¡No! E-esque ....n-no puedo ver nada, estoy c-ciega.

El de cabello celeste pastel se acomodó los lentes y la inspeccionó.

—Buena esa querida, ya no juegues, hablo encerio.
—Yo...también hablo encerio, Sniffles. Estoy completamente ciega, y fue el quien me hizo esto.
—¡No puede ser! —sacó una mini linterna y estiró levemente uno de los ojos de Petunia para poder asegurarse de lo que decía— carajo si es cierto ..¿¿Pero por qué?? ¡Cómo pasó!
—...El me lo hizo- Volvió a mencionar.
—Petunia, ¿Por qué no quieres decirme el nombre de quién te hace daño? Siempre me dices 'El' pero, ¿Hay algo que te detiene a decírmelo? Hace un rato lo mencionaste, pero no te entendí muy bien.
—N-no puedo, si lo hago, me matará- El mayor sé sorprendió.
—¿Y por qué hace un momento lo mencionaste como si nada?
—Te confundí, de todas formas no me entendiste.
—¿Pero y si lo hacía?
—Por más claro que diga esa nombre nunca nadie lo entenderá.

La menor comenzó a balbucear y hacer sonidos raros hacía su contrario.

—Petunia, basta, ¿Que crees que haces?
—Te estoy diciendo el nombre, pero no lo entiendes.
—¡Deja de jugar así conmigo mujercita! Te dije que la última mentira sería la última que resistiría.
—¡No te estoy mintiendo! ¡Por más que lo intente nadie me entiende! Esto es horrible.
—Esta bien, tranquila. ¿Quieres seguir hablando de esto? Esa vez no llegamos al final y te quedaste con las ganas de decirme.
—Claro que si.

*******

—Puta madre.
Repetía y repetía la de cabello esponjado.
Flaky sabía que odiaba perder, odiaba que sus planes no salieran a la perfección como siempre, cuando le quitaron a su mejor amigo, Mr. Pickles, cambio por completo.
Y para mal.
Solo piensa en escapar, lo que obviamente todos querían hacer, pero lo de ella era excesivo.
Era demasiado excesivo.

—Oye, ya deberías dejar eso, intentaremos otra cosa, solo...
—¡No Flaky! ¡No lo dejaré! ¿Sabes que mañana será el día que tanto queríamos que desapareciera? Petunia lo dijo, y yo no voy a ser la primera en morir.
—¿De verdad crees en las locuras de Petunia? Sabes que le detectaron esquizofrenia hace poco.
—Siempre creo en todo lo que dice, pero eso no quita que la odie.
—Pienso igual...pero, no deberías dejarte llevar por ella, ¿Y si te alarmas en vano?
—Yo se cuándo alarmarme en vano y cuando no.
—Bueno, después no quiero decir te lo dije, Lammy.

Se quedaron un cuánto calladas, el ambiente denuevo se puso tenso, frío, y la de caspa comenzó a titiritar.

*****

Sentía sus manos duras y su cabeza le daba vueltas, notó que estaba amarrado a un tipo de cama de metal y no podia moverse, estaba aún anestesiado.
Solo podía ver con dificultad al que estaba encargado de el revisar algunos papeles y mirarlo de re ojo.
—¿Ya te sientes mejor, Flippy?- Escuchó el ojinegro.
—¿Que me pasó?
—Casi mataste a todos denuevo, ¿Podrías decirme por qué? O ¿Aún no recuerdas nada?
—De hecho si —se pudo mover safándose fácilmente del amarre con la cama y se sentó—  Fue Flaky, eh...estuvo conmigo un rato y luego provocó un ruido fuerte y de ahí ya no recuerdo absolutamente nada. Siempre pasa eso.

Su doctor se quedó inmóvil aún mirándolo de re ojo mientras que sus manos se movían de acá para allá.

—Bien, hablaré con ella.
—No hace falta, no es la primera ves que hace eso...
—¿¡Que!? ¡Debes avisarme, Flippy! Discúlpame que te lo diga pero, eres un peligro cuando te pasa...eso, y no quiero más problemas con el señor Jhon, ayer me habló y dice que si ocurre esto una vez más, te van a transferir, y creeme que no es nada bonito que eso pase.
—¿Por qué?
— Deja de hacerte el gracioso.
—Perdón, ¿Ya es hora de comer?
—Si, ya alístate, que saldrás en 5, y porfavor pórtate bien ¿Si? No quiero que te ocurra nada más, ya tienes muchas presiones.
—Jaja..el que tiene muchas presiones eres tú, losiento, y está bien, me portaré bien.
—Gracias amigo, confiaré en ti, ¡Debo irme! ¡Cuíd...- Ya no se le escucho saliendo de la habitación.

A Flippy siempre le agradó, siempre fue amable con el y jamás tenía problemas, exepto por.... eso, obviamente recibía constantes amenazas del señor Jhon para el lo que a menudo le asustaba, por más feo que fuera la situación, queria quedarse con Flaky, a fin de cuentas era su única amiga, o por lo menos a la que consideraba una.
Pero tenía miedo de que hiciera otra tontería y perjudicara a Mike, el que lo cuidaba.
El sabía el pequeño secreto de ese grupo, de  Petunia, de lo que iba a pasar ese día, hoy justamente, y se sentía algo nervioso, ¿En verdad pasarían tantas cosas en un día? ¿Tantas muertes en un segundo? ¿Tanta maldad en una sola persona? Bueno, de igual forma, toda aquella persona que pisará ese lugar ya estaba sentenciado a muerte, según las visiones de Petunia, eso pasaría.

Pero no quería creerle, no quería estar como Lammy, no quería estar enfermandose más de lo que ya estaba con algo que seguramente ni cierto era.
—Maldita loca.
Se de decía.
—¿Tu tampoco vas a creerle?- Escuchó el peliverde en alguna parte, y volteo a todos lados esperando ver a alguien.
— ¿Qu... ¡Quien está ahí!
Giró para su costado y vio a un chico de pelo marrón y ese mechon negro que lo caracterizaba, mirándolo fijamente, con ojos completamente negros, dió un pequeño salto y se abrazó así mismo.

—Pero quién mierda eres tú.
Sus ojos se volvieron normales.
Eran de un carmesí brillante, que hicieron estremecer al menor.
—¿No sabes lo que va a pasar hoy, verdad?
—No respondiste mi pregunta, ¿Quien carajo eres?
—Eso no importa.
—A mi si me importa.
—¡Pues eso no importa, querido! ¡Todo está bien! ¡Y hoy será un día espléndido! ¿No te parece?
—Oh ya veo, ¿Eres uno de esos loquitos que cree las estupideces que dice la loca de Petunia? Porfavor sal de aquí y no me molestes, quiero cambiarme.
—Llamame cómo quieras, soy Xeba, pero puedes decirme Xebas.
—No me interesa- se paró y comenzó a desnudarse.
—Jaja, eres muy, pero muy bipolar, hace un momento dijiste que si importaba.

El menor lo miró con odio, ya estaba un poco harto del sarcasmo del chico, pero intento ignóralo, no queria causarle problemas a Mike, así que solo prosiguió con sacarse sus prendas y ponerse otras cubriéndose un poco.

—¿Que pasó? ¿Te comió la lengua el ratón?
—Pero qu... ¿Cómo haces eso? ¡Ya para!- Dijo exaltado viendo cómo su contrario aparecía de un lado al otro como si nada.
—Jeh...solo quisiera que te cuides mucho este día, odiaría que fueras uno de los de mi lista negra.
—¿Tu lista negra? ¿Tienes algo que ver con esto?
—Nah, los demás piensan que soy producto de la mente de esa "Petunia" pero en realidad solo vine a eliminar a esta gente, uno por uno.
—Ah...¿A qué te refieres ...? No entiendo nada.
—Esta gente está loca, ¿Sabías que todos los que están aqui internados van a morir a causa de todo su sequito?
—¿Jhon?
—¡Exacto!
—Entonces...Petunia no mentía .. y T-tu ..¡Eres real!
—Obvio que soy real, querido, pero no quiero que le cuentes a nadie de nuestra pequeña charla, ni a Mike.
—¿Sabes de Mike?
—Se quienes son cada uno de ustedes.
—Ya me diste miedo, amigo.
—¡Jajaja! ¡No te preocupes! Parezco malo pero no muerdo.

Sin saber cómo pasó la hora de comer ya estaba en curso y Flippy seguía hablando con su nuevo amigo.

******
—Y está desde esa noche torturandome, no a parado de hablarme, solo desde que llegaste tu, si no estuviera hablándome sin parar y no me dejaria en paz.

Le decía a Sniffles, el cómo de costumbre solo escuchaba.
—Esto si que parece grave.
—¡Obvio que lo es! ¡Y ya no lo soporto!
—Si...y nos pasamos toda la noche hablando de eso, y ya es hora de comer, ¿Me acompañas a ver a Nutty para avisarle?
—Claro.

❥︎𝔻𝕦𝕝𝕔𝕖 𝔸𝕞𝕠𝕣❥︎||Nutty x Sniffles||[REANUDADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora