II

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Habían pasado meses desde que ocurrió aquello, el cambio en sus agendas fue pesado, si, todos notaron el como en su nuevo concepto habían incorporado el collar en sus atuendos.

Sus fans habían notado como se habían vuelto protectores con Sunoo, la empresa no daba respuestas en cuanto a esas observaciones, prefirieron callar a las teorías en internet a realmente hacer una declaración.

Pero en el departamento de los miembros todo estaba caliente.

Sabían que estar con Sunoo haría que sus instintos despertarán.

Antes cuando estaban todos los seis Alfas y Sunoo solo habían problemas territoriales, jugaban, a veces peleaban y Sunoo vivía como un beta entre todos, a veces podía sentir como alguno de sus miembros usualmente Ni-ki, Sunghoon o Heeseung se metían en su cama, decían que su aroma los tranquilizaba y les daba confort.

Ahora su cama todos los días era invadida, no sabían si sus alfas se habían puesto de acuerdo para cada uno tener un turno.

Pero cada vez que uno se colaba bajo sus sábanas también lo hacían sus manos tocando su piel, sus glúteos y como tenían su nariz enterrada en su cuello, sus manos bajaban por su abdomen y su cuerpo siempre amanecía con una nueva flor roja que poco a poco desaparecía.

Estaba en ese momento viendo algo en la televisión cuando sonó el timbre del departamento, espero unos segundos para ver si volvían a tocar o que apareciera otro de sus hyung a abrir, pero cuando no aparecieron y el timbre volvió a sonar con amargura se levanto a abrir.

Era uno de los empleados de la compañia, era uno joven que se había incorporado y aun no lo conocían bien, era un alfa.

- ¡Kim Sunoo! su manager-nim les envía este paquete, dice que es para Heesung quien lo ha pedido.

El menor asintió con una sonrisa y acepto el paquete.

Notó que el alfa lo siguió mirando, cuando vio donde se dirigían sus ojos salto asustado y se despidió con una sonrisa incomoda.

Estaba en ropa interior, solo sus muslos eran cubiertos por la tela corta que alcanzaba la camisa grande que tenia puesta.

Alarmado cerro la puerta, luego se disculparía si considero eso grosero, pero no quería quedarse a que lo observaran por más tiempo.

- ¿Quién era?

La voz de Jay lo asustó, rápidamente volteo y lo observo.

- Era un empleado, traía este paquete para Heesung hyung.

Su voz sonó baja, no le gustaba como lo veía su hyung, estaba serio y con cada paso que daba se acercaba hacía él, se quedaron unos segundos más en silencio hasta que Jay pareció notar algo que lo molesto.

- ¿Saliste así?

Su voz se volvió gruesa, ya estaba cerca de él y un pequeño olfateo encima de él lo encogió en su lugar.

- ¿Por qué hueles a otro Alfa?

Sunoo tembló debió haberse adherido su aroma a él cuando tomo la caja.

Rápidamente un gruñido fue escuchado y todos estaban en la sala desconcertados y preguntándose por qué había feromonas de tristeza y enojo en la estancia.

- Hyung hay que marcar a Sunoo, al menos con nuestro olor, no puedo soportar que cuando salimos vuelva con otro aroma encima que no sea el de nosotros.

Heesung asintió a lo que le dijo Jay, lo sabía, entendía el porqué lo decía ya que él se sentía de la misma manera.

Esa noche hablaron todos juntos y decidieron de manera consciente y preguntándole todo el tiempo a Sunoo si estaba de acuerdo en ello.

Omega - sunooharemDonde viven las historias. Descúbrelo ahora