Desde Que Te Conocí

Capítulo 5 Votos Matrimoniales

Aviso R18 🔞
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Hange volvió a remover la sopa, tratando de descifrar las expresiones de Levi aquello solo hizo qué él girará la cabeza con frustración.

—¿Vas a seguir revolviendo la sopa toda la noche? Come. Ni siquiera haz tocado el pan.

Ella metió apresuradamente unas cuantas cucharadas más en su boca sin embargo era un hábito suyo comer muy poco adicional a que sentía una leve molestia en el estómago. Insegura de poder comerse el pan duro, solo tomo un poco más de sopa antes de bajar el tazón.

—No haz acabado siquiera la mitad.

—No tengo apetito

—No seas exigente. No podrás comer mejor alimento hasta llegar a mi tierra. Come incluso si no te gusta. ¿Cómo podrás soportar todo el viaje si no comes de manera adecuada?.

La fémina se sonrojo al oírlo regañarla como a una niña malcriada.

—¿Piensas preocuparnos a todos matándote de hambre y desmayandote todo el viaje?.

—Esta bien... Yo comeré

Termino tomando unos cuantos sorbos más, pero se detuvo al sentir su estómago revolverse. Al verla bajar la cuchara tan rápido él azabache frunció el  ceño pero no insistió más y retiró la bandeja soltando un suspiro.

—Tsk, ya veo que será un verdadero dolor en el culo tratar de satisfacer el paladar de una noble dama.

Tras soltar aquel comentario mordaz se dio la vuelta mientras ella se encogió de hombros los estados de ánimo de su esposo eran tan cambiantes como el clima: Le había traído la cena amablemente solo para minutos después molestarse no podía terminar de entenderlo además que los pensamientos deprimentes se acumularon uno tras otro.

La femina no pudo reprimir más su enorme curiosidad así que cuestionó lo que llevaba preguntándose internamente.

—¿Por qué me llevas contigo?.

—¿Que clase de pregunta de mierda es esa?.

Levi detuvo sus pasos en seco y se volvió hacía ella aun con la bandeja en mano.

—¿Que quieres decir?

—Se que no te casaste conmigo porque así lo querías por eso no entiendo porque me llevas contigo.

El rostro de Ackerman se volvió visiblemente rígido.

—Quiero decir, ni siquiera nos conocemos lo suficiente para considerarnos marido y mujer... Un hombre como tú no necesita a alguien como yo... Puedes tener a cualquier otra mujer que desees—dijo la castaña de forma vacilante.

—¡Cierra la boca!

Levi corrió de nueva hacía la cama lanzandole una mirada fría y tambaleante.

—¡Si no quieres venir conmigo, solo dilo!

—No es lo que yo...

—¡Deja de jugar conmigo! puede que mi castillo no sea tan grande como el de tu padre ¡pero es más que suficiente para que vivas cómodamente! Tengo oro si es oro lo que quieres, ¡maldita sea!  Seguirás viviendo lujosamente ¡así que basta de tonterías!

Ella se encogió  asustada. ¿Por qué él asumía que una vida llena de lujos era el motivo de su preocupación?.

—¡Eso no es lo que me preocupa! Solo quise saber porqué me llevas contigo—trato de refutar la fémina mientras movia las manos frenéticamente tratando de explicar su punto.

—¡Eres mi esposa! ¡Nuestro matrimonio es oficial! ¿Por que  necesitaría una razón para llevarte a casa? ¡Fuiste tu la que decidió quedarse en el castillo de tu padre después de la boda!