El plan de Astoria ||Drarry/Harco|| [TERMINADA]

Un poco más de flores y estrellas

Desde esa noche, Hermione y Harry habían estado más unidos, el castaño le tenía más confianza para contarle lo que sentía por el rubio, Ron había empezado a notar lo extraños que estaban ellos dos, Harry había decido contarle también en una mañana que tenían una hora libre a causa de que el profesor había despertado enfermo. El pelirrojo se lo había tomado con más sorpresa que Hermione, se había enfadado, preocupado y al final, comprendió, entendendió que las señales de que Harry se sentía atraído a Malfoy siempre habían estado allí, siempre detrás de él, al pendiente de lo que hiciera, preocupado si cierto día no sé acercaba a insultarlo y más cosas. Harry se avergonzó pero creyó que era cierto como para que hasta Ron lo haya notado.

Ahora, se encontraba en la clase de transfiguración mientras terminaba de hacer un intento deplorable de una gaviota de origami, había estado practicando con Draco sobre hacer un ave de papel mágico y ese día en particular quería ponerlo a prueba en la clase para mandarle una nota al rubio aún con el riesgo de que la profesora McGonagall lo atrapara. Dijo en un susurro el encantamiento hacia la figura de papel y está comenzó a volar hacia Draco a duras penas pero sin fallar, cayó en su mesa y el rubio lo miró divertido y orgulloso.

Observó con atención como los dedos largos de Malfoy desenvolvían el papel para después leer su contenido, anoto algo con su pluma para volver a armar el intento de gaviota y soplarle suavemente para hacer que volará de una forma perfecta hacia Harry quien la atrapó emocionado.

¿Podemos vernos a la hora de la comida en los jardines? Llevaré comida. —Harry P.

𝒟ℯ 𝒶𝒸𝓊ℯ𝓇𝒹ℴ. —ℳ𝒶𝓁𝒻ℴ𝓎 ℬ𝓁𝒶𝒸𝓀.

Sonrió al reconocer la letra tan elegante y puntiaguda de Draco, tan diferente a su caligrafía desastrosa.

Cuando la hora de la comida llegó, se había logrado escabullir antes que todos apra llegar al comedor y tomar porciones de comidas y postres en dos platos para salir rápidamente pero freno cuando se topó con un hombre tan alto que podría llegarle apenas al pecho y su larga barba gris, quien lo miró curioso.

—¿A dónde se dirige, señor Potter? Por allí no es el comedor. —Pregunto Dumbledore mientras acariciaba suavemente su propia barba.

—Ah, es que, eh, quiero ir a comer a los jardines, para despejarme un poco. —Rió con nerviosismo.

—Bueno, no está prohibido comer donde desee. —Dicho eso, Harry asintió como despedida y comenzó a caminar pero la voz de Dumbledore le hizo voltear a verlo.

—Me saluda al joven Malfoy, señor Potter. —Dijo divertido con una sonrisa al momento que empezaba a caminar hacia el comedor.

Harry sintió su rostro arder pero siguió caminando hasta los jardines, era de día así que todo se veía con claridad, le gustaba cuando se salteaba las comidas o las clases con el rubio y podían pasear por todo Hogwarts sin ser juzgados, mantenían su amistad en un secreto no tan secreto, si caminaban juntos y hablaban pero no tan cercanos, se sentían incómodos por las miradas y cuchicheos de las personas, Neville aunque no sabía cómo había florecido la extraña amistad, no hizo preguntas, solo disfruto estar libre de bravucones y que ahora los ex-bravucones, lo defendieran de otros estudiantes que querían molestarlo, una escena muy curiosa de ver.