No voy a decirte cuántas veces quise pedirte que te quedaras, que no me dejaras. Pero tarde entendí que eso es algo que no debería pedir.
Debí soltarte muchas veces, pero no puede, quizás por masoquismo, terquedad o lo que sea; en fin, aquí estás y no te vas.
Estoy cansada de llorar, harta de extrañarte y exhausta de intentar seguir a tu lado, aunque no sea de manera romántica, aún más cuando día con día me demuestras que no me quieres ahí, que nunca he sido una prioridad para ti, ni ahora, ni ayer, ni juntos, ni nunca; solo soy alguien que no te puede soltar, y lamentablemente para mí también soy esa a la que tarde le toco poderlo aceptar.
ESTÁS LEYENDO
De corazones rotos y otros males
PoetryDe corazones rotos y otros males peores esta lleno el mundo, pero solo los que realmente han sido bendecidos y torturados con el sentir "demasiado", han sido capaces de dejarlos plasmados en arte, uno que sigue alimentando la idea del amor, lo cual...