Parte 2

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♥✧ LA SOLUCIÓN ✧♥





...EMMA...

—Come eso rápido o papá nos decapita —le digo a Jeremy, que se está atragantando con un sandwich de queso.

Miro el reloj de mi muñeca, confirmando que papá definitivamente nos va ahorcar.

—¡Maldición! —chillo desesperada sacando dinero de mi bolso y colocándolo sobre la mesa—. ¡Rápido idiota!

« Mi padre odia que lo hagan esperar. »

—¡Espera! —se devuelve para tomar lo que queda del sandwich—. ¿Qué? No es bueno desperdiciar.

Ruedo los ojos y comienzo avanzar, pero no logro dar dos pasos bien y ya tengo a la dueña del local en frente.

—¡Oh Dios mío! Sabía que era usted —empieza a parlotear sin parar— ¡Emma Wethner! ¡Emma Wethner en mi local! Oh vaya esto es...quiero decir ¡Wow!.

Sonrió un tanto incómoda al notar como los demás empiezan a mirarme con curiosidad, tratando de confirmar el comentario de la mujer.

—Oh, oh —Jeremy, habla mirando a las personas que empiezan a acercarse.

—Vamonos, rápido —me cuelo entre la gente que comienza a aglomerarse.

—¡Espere no se vaya! —grita nuevamente la mujer y no me detengo—. ¡Necesito nuevos consejos para mis platos, por favor!

Subo a la Chevrolet Silverado, junto a mi hermano y Rhett.

No pierdo el tiempo y en cuanto nos ponemos el cinturón, arranco. Mi cuerpo en este momento es presa de la desesperación y trato de aligerar el ambiente abriendo la ventana del auto dejando que el viento choque contra mi rostro...

♠~♣~♠

Estamos justo detras de la puerta, que da entrada a la oficina de mi padre.

Tomo un largo suspiro volteando a ver a Jeremy; que está muy ocupado guiñando un ojo a todas las chicas que detecta en el pasillo.

Parecen al punto del desmayo de lo rojas que se ponen.

« Debe ser una broma »

Le doy un golpe en la cabeza para que se concentre y voltea sobándose dónde le di el golpe.

—Controlate idiota —lo miro mal—. No es momento de coqueteos.

—Oye, oye no te pongas celosa —dice abriendo los brazos para lo que supongo es un abrazo—. Siempre te querre más a ti.

Ruedo los ojos y lo ignoro, abriendo la puerta del despacho con el corazón en la boca.

Una vez dentro, el perfume de mi padre complementado con el olor a tabaco, roza mis fosas nasales. El ambiente de la oficina es tenso y el verlo ahí parado desatando su aura de superioridad, no mejora ni un poco la situación.

—¡Papá! —digo tratando de ocultar todo signo de nervios—. Hace mucho que no te veo ¿Cómo estas?.

No responde.

Voltea ligeramente la cabeza ofreciendo esa mirada fugaz que me da escalofríos, da una última calada a su puro antes de apagarlo en el cenicero ubicado en su escritorio y voltea haciendo que mi hermano y yo nos miremos de reojo.

—Emma Werthner Geellier —dice y de repente me dan ganas de llorar—. Keliou Jeremias Werthner.

—Oye yo... —trata de hablar mi hermano pero mi padre, levanta la mano para que calle.

Presos Del DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora