Maanorfa está festejando su cumpleaños número 30, su pelo le molestó la visión así que se lo ato de inmediato.
Ahora ve bien con sus ojos azules la torta de crema y chocolate sobre la pequeña mesa de madera.
Sopló y apagó la llama de la vela celeste, aplauden, le dan besos Calumi y Esro, al mismo tiempo para felicitaron.
Ambas mujeres lo abrazan y el acaricia sus cabelleras castañas, brindan con un whisky delicioso y comieron una porción de pastel cada uno, bailaron todo la noche y se durmieron juntos en los almohadones gigantes hechados sobre el suelo del living.
Al amanecer Maanorfa abrazado a Esro observa desde el suelo a Calumi peinando su pelo lacio, sintió cosquillas en la oreja gracias a los rulos de quién se desperto a su lado.
El timbre sonó, el dueño de la casa abrió la puerta y se encontró a su mejor amiga de toda la vida, Anen.
Ella está dando vueltas sin parar por la casa escuchando lo que habla Maanorfa y Gerfe el psicólogo que trajo para ayudar a su amigo.Esro: Contale cuando me salvaste el día que nos conocimos
Maanorfa: Es cierto, si yo no intervenía
Gerfe: Vos entendés que eso no puede ser posible ¿verdad?
Calumi: Contale lo de anoche
Maanorfa: Mi cumpleaños
Gerfe: Lo se, fue ayer pero tenés que decirme si en serio crees que ellas lo pasaron con vos
Maanorfa: No entiendo que me querés decir
Gerfe: Calumi y Esro no existe, son imaginarias