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Llevaba más de cinco minutos intentando usar la maldita cafetera, no es como si nunca hubiera usado una en mi vida pero jamás había usado una de primera generación con lo más nuevo en tecnología, tenía miles de botones para quien sabe que cosa, en mis tiempos solo serviamos una cucharada de café a un vasito con agua caliente.

- Maldito señor Jeon, juro que si no necesitara el trabajo ya le habría aventado ese porta retrato sin fotografía que tiene en su oficina- me quejé

- Joven Park- la voz de una persona me hizo sobre saltar, solté la taza de café que por suerte logré agarrar antes de que cayera al suelo- lo siento por asustarlo, ¿Necesita ayuda con eso?

La señora Nancy se estaba convirtiendo en un ángel para mí, aparecía en el momento adecuado para salvarme

- Si señora Nancy, no se cómo usar está máquina del demonio- literalmente, porque era del señor Jeon

- Te entiendo querido, no es fácil, la primera vez que yo la usé creo que se descompuso, pero le hecharon la culpa a un pasante

Me reí fuerte por su confesión, Nancy tomó la taza de mis manos y la puso bajo una cosa que parecía una llave, luego presionó un par de botones y el café comenzó a salir, grité de alegría y Nancy rió

- ¿Pidió expreso doble otra vez?- asentí

- Y bien cargado

- Siempre toma el mismo

- Que aburrido, aunque con su mal carácter apenas hace juego con un café tan amargo como él- Nancy se rió y luego recordé que está señora es la secretaria del señor Min, espero que no sea una señora chismosa y derrato todos en la oficina sepan que llamé amargado a Don Amargado, aunque tal vez todos lo llamen así

- El señor Jeon puede ser una persona seria y fría pero es muy capaz e inteligente, la empresa no puede tener mejor presidente que él, es una lástima que su padre no valore eso

Al parecer la señora Nancy si era alguien comunicativa y yo iba a aprovechar eso

- ¿A qué se refiere?- pregunté sonando desinteresado, fingí alcanzar un paquete de panecillos de azúcar para despistar que moría de ganas por saber más sobre el señor demonio Jeon

- Olvide lo que dije señor Park- ¡Qué! Íbamos tan bien, me voy a quedar sin saber el chisme- aquí está el café del señor Jeon

Me entregó la taza y comenzó a preparar otra más, tal vez para el señor Min

- Está bien, muchas gracias por la ayuda- dije tomando la taza de café- tengo que regresar ya que este café debía de haber estado hace dos minutos sobre el escritorio del señor Jeon y ya llevo tres de retraso

Ella rió y asintió, salí del pequeño cuarto y corrí a la oficina

...

Entré rápidamente a la oficina y dejé el café sobre el escritorio, el señor Jeon estaba en una llamada así que decidí salir, pero antes de eso me hizo una seña indicando que esperara dentro, me senté en la silla frente a la de él y esperé

- Mueve tus malditos contactos Lenin, no quiero excusas estúpidas y mediocres, sabes que odio las imperfecciones... Bien, hazlo rápido y no me obligues a viajar hasta allá para hacerlo yo mismo- colgó

Se veía realmente furioso, tomó asiento sobre la silla frente a su escritorio

- ¿Se le ofrece algo seño...

- ¿Por que mierda entro sin tocar primero Park?- me quedé mudo al escucharlo decir aquello, no por lo que dijo si no por su tono de voz, estaba muy molesto- odio que invadan mi privacidad de esa manera

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⏰ Última actualización: Oct 18, 2023 ⏰

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Contrato De Matrimonio (Jikook-Kokmin) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora