Días en Bucle [ Mammon x MC - Obey Me! Shall We Date?]

Parte Única.

Atención y advertencia: antes de que leas esto, la historia contiene un selfshipp (mí persona - OC x Canon), por lo que te recomiendo irte si no te gusta esto.

Dicho esto, empecemos con el escrito.

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Era un día normal como cualquier otro, tan común que se podría considerar aburrido.  Un 15 de Agosto, a las 12 y media de la tarde, el clima era molesto debido al sol que ardía en intensidad.

Mammon suelta un quejido mientras mira el cielo. Está sentado en una de las tantas hamacas del parque y no puede evitar cubrirse el rostro con uno de sus brazos.

" El calor es absolutamente molesto" gruñía el demonio para después mirar hacía el costado.

Pero él (al menos) no estaba solo, pues había ido de visita al Human Ralm siendo acompañado por Nadia, la joven humana, quien le sonreía con tranquilidad y ambos empezaron a hablar.

No había nada más que hacer aparte de echar un buen chisme estando sentados en las hamacas del parque.

— Amor, ¿sabías que el calor no me gusta? —la chica hablaba mientras que en su regazo descansaba un gato de pelaje negro, el cuál parecía estar más que cómodo con ella y sus caricias.— Es re molesto. ¿Vos qué decís?

— Es la primera vez en mucho tiempo que puedo darte la razón, ¿sabes? —a la vez que le respondía a la humana, él se paró y le miró con el ceño fruncido, quizás (solo quizás) sintiéndose celoso de aquel gato perezoso que duerme en el  regazo de la humana.— Oye, deberíamos de ir a un lugar con más sombra, vas a volver a enfermarte si estás expuesta al sol.

Otra excusa más por parte de él al sentirse celoso. Era algo de todos los días, pues Mammon y por poco le buscaba discusión por el mosquito que le zumba en el oído.

Nadia no se queja pero si le da la razón  a su novio. Ella se para y acomodando al gato entre sus brazos, tanto él como ella empiezan a caminar sin rumbo alguno.

¿Esto se podría considerar una cita? Sí, aunque era más una especie de fuga que ambos se hicieron al estar tan cansados de tener que lidiar con el griterío en la Casa de los Lamentos.

En medio de la pequeña charla que ambos tenían, de repente, el gato negro que Nadia traía en sus brazos dió un salto y se escapó. La chica corrió en búsqueda del felino sin siquiera mirar para los costados de la calle, acción que provocó que Mammon también tuviera que perseguirla.

Ella tuvo que ver mejor antes de cruzar- maldita sea, ¿por qué tenía que ser tan descuidada?!

La luz del semáforo cambió a rojo y cuando Mammon reaccionó, nisiquiera pudo correr o hacer algo...

El auto parecía ir en velocidad extrema, tanta que ni él o ella pudieron darse cuenta que el automóvil venía con todo y-

— ¡NADIA! —Mammon gritó el nombre de la humana, corre de manera torpe hacia ella en lo que extiende su mano en un intento de agarrarle el brazo.

El cuerpo cayó al suelo en un inmenso charco de sangre tras soltar un grito desgarrador. El olor de la sangre mezclada con el perfume de la chica le provocaba náuseas al demonio, quien cayó de rodillas en el suelo y viendo con horror el como el líquido carmesí manchaba la acera y sus propios pantalones.

Entre el abrumador calor que azotaba en aquella pequeña ciudad y bajo el brillante sol, el demonio pudo oír a alguien hablarle, se burlaba de él al verlo tan sensible.

— No es una broma. —la silueta decía con una sonrisa cruel en sus labios.— Todo esto es real, demonio tonto.

Lo último que él pudo recordar fué desmayarse en medio de la calle.