Mí Reina [Bill Cipher x tn]

• °-08-° •

-Narra Tn-

Bill:-Tn...-

Tn:-Que?- Respondí con desinterés

Bill:-Por favor Tn- dijo frustrado.

Tn:- Que?!- pregunte enfrentándolo, sabia que si no venia por las buenas el me iba a obligar a ir con el y prefería ahorrarme el mal trago, si no fuese por eso me hubiese quedado con la gente a la que realmente le importo. Siempre supe que Bill tramaba algo, la primera pista fue que antiguas generaciones hayan escrito en las paredes de una cueva que no lo invocáramos bajo ninguna circunstancia, lo segundo fue sus constantes halagos, haciéndonos la pelota y manipulándonos. Y aunque estaba al tanto de todo esto siempre he sido una persona solitaria, de por si soy introvertida pero en toda mi vida solo he tenido dos amigos y ambos me venderían por un sándwich, ya ni nos hablamos, el caso es que Bill fue mi primer amigo, y aunque soy un poco rara y no me caigo muy bien a el si, y por primera vez en mucho tiempo fui yo misma, así que fingí que todo iba bien y me auto-convencí de que el era bueno y que no me haría nada malo, pero lo bueno dura poco y justo cuando estaba empezando a ser transparente con el nos traiciono y ahora me he vuelto a encerrar en mi misma porque no quiero que me hagan daño, así que negare todas mis emociones como mecanismo de defensa.

Como odio sobre pensar.

Bill había estado hablándome durante minutos mientras yo hablaba conmigo misma sobre pensándolo todo como siempre...

Bill:-En el piso de arriba, la puerta negra- Dijo Bill serio al ver que no lo estaba escuchando, por un momento me dio pena y quería disculparme y abrazarlo pero no pude...

(...)

Estuve un tiempo dando vueltas por la mansión, era gigantesca y preciosa aunque he de admitir que si estaba dando vueltas fue porque no encontraba mi habitación, deambule un rato mas hasta que por fin localice la puerta negra y al entrar dentro...

Era una habitación gigante.

Lo primero que hice fue entrar fue tirarme a la cama, era super suave y blandita y cómoda. Cuando levante la mirada vi que había una estantería al otro extremo de la habitación. Me levante dispuesta a colocar mis cosas en ella. Cuando acabe me di cuenta de que habían dos puertas mas en la habitación así que decidí entrar.