𝐌𝐮𝐬𝐚 ❥︎ Benedict Bridgerton

XXI. Champagne Problems?

Season 1 – Episode 7: Oceans Apart

(elipsis – 1 semana después)

✧Blair✧

Mi escándalo en la soirée de los Bridgerton se olvidaría tan rápido como Lady Whistledown publicara su desvergonzada noticia. Por supuesto que habló sobre mí, el desmayo y los caballeros que me asistieron durante aquella calurosa tarde de primavera, pero tan solo le dedicó un pequeñísimo párrafo de la hoja. El protagonismo se lo llevó Marina Thompson, de la mano con sus mentiras y sus engaños. Finalmente, el casorio del tercer hermano Bridgerton fue cancelado, y ella se marcharía de la ciudad muy pronto. Por mi parte, no quería agradecer a Dios que su embarazo ilegitimo saliera a la luz de esa manera tan espantosa. Que todo mundo fuera expuesto ante la sociedad. Menos quería pensar en Colin o su familia, a quienes tanto apreciaba yo. Pero, ... Bueno, lo importante es que Colin fue advertido justo a tiempo. A él no lo he visto desde entonces. Tampoco a los Featherington, quienes fueron cómplices principales del engaño.

A quién engaño. En estos días, he visto tan solo a Eloise, las pares de veces que pasó a tomar el té en la mansión Danbury. Porque... bueno, yo sí recuerdo muy bien lo que pasó en aquel jardín. ¡Y qué vergüenza! He recibido cartas de la vizcondesa Bridgerton invitándome por las tardes e incluso alguna vez a cenar. Pero sentía mucha pena de mirarlos a la cara. A todos ellos. En especial a Benedict, que, dicen, tuvo que cargarme hacia el salón. Oh, no. No. No. No. No. Era inaceptable. Además, quizás se ha hablado poco de mi incidente, pero en aquella revista se ha insinuado algo... absurdo, pero que la sociedad inglesa no dudará en creer.

Exactamente, un par de días atrás, cuando Lady Whistledown comentaba acerca de la luna de miel de Simon y Daphne, sobre su vida de casados y qué se yo, preguntó si el Duque de Hastings estaba al tanto de ''mis problemas con el champagne''. ¿Cómo se atrevió a escribir una cosa tan semejante conociendo la credulidad de sus lectores?

Esta tarde, invité a mi... a la casa de lady Danbury a Eloise y Penelope a tomar té y comer sándwiches. Necesitaba dos cabezas inteligentes para leer todo mi dilema y debatirlo con altura. Pero, antes que las manecillas del reloj dictaran que el día daba la bienvenida a la tarde, alguien se presentó en la puerta. No era una visita. Se trataba de un regalo, o varios, que venían amarrados a una carta; o más bien, una carta venía amarrados a ellos. Una carta de disculpas que me dejaba más que confundida.

— Y esto también.

— ¿Un suéter para el perro? —rio Eloise, haciéndonos reír a mí y a Penelope, quien olfateaba las flores de colores que también acababa de mostrarles.

— ¡Yo no sé qué pensar! —exclamé dejándome caer en el sillón con cuatro de los bombones obsequiados metidos en mi boca.

Las observaba con detalle porque quería realmente saber lo que opinaban mis amigas, y es por eso que noté el intercambio de miradas.

— Las vi. ¿Qué ocultan? ¿Qué saben?

— Supongo... Supongo que... —balbuceaba Penelope.

— Ha sido lord Fife quien habló del champagne.

— ¿Qué? —pregunté como si pudiera haber malentendido las palabras de Eloise.

Ella asintió con seguridad, agarrando a Pretendiente entre sus brazos para levantarlo y apoyarlo en su regazo, mientras agregaba:

— Hasta dónde sé, lo comentó en White's la misma noche de la soirée. Colin estaba allí festejando sus nupcias y aparentemente discutieron. Nada grave, y supongo que lo ha entendido y... —señaló los regalos— y por supuesto que se arrepiente. Pero uno de los tantos oyentes ha de haberlo esparcido hasta que llegó a los oídos de Whistledown.