Desde que había fundado la sociedad araña para proteger el spider-verso las responsabilidades sobre sus hombros eran cada vez más pesadas. Ya no era una ciudad lo que debía proteger, ni siquiera su propia realidad, ahora debía cuidar de todo y todos. Su trabajo como líder y guía de aquella organización le obligaba a esforzarse el doble, llevar más allá de sus límites su fortaleza y habilidades. Reclutar a los diferentes hombres araña al inicio fue complicado, pero tras los primeros veinte se volvió sencillo. Ya tenía un discurso preparado para esa labor y conforme algunos de ellos lograron ganar su confianza pudo relegar el reclutar a otras personas. Él seguía eligiéndolos, sí, pero ya no tendría que ir personalmente con todos, solo con los que considerara dignos de su tiempo.
Por ello había ido a reclutar personalmente a uno de los hombres araña con más trayectoria, cuando lo había monitoreado durante sus batallas no pudo evitar sentir respeto y algo de admiración por aquel Parker que siempre se levantaba sin importar que tan duro lo golpeaban, incluso con alguno de sus huesos rotos le vio levantarse y luchar, sacrificando su integridad física por el bien mayor. No monitoreaba más allá de sus hazañas por ello no sabía que esperar de su personalidad o actitud fuera de su alter ego como hombre araña, pero creyó que sería igual de impresionante, sin embargo, la realidad siempre superaba las expectativas de las personas.
En el poco tiempo que estuvo conviviendo con Peter se dio cuenta de que su personalidad era despreocupada incluso podría llamarla simplona. Se desenvolvía con facilidad frente a cualquiera, se ganaba la confianza de todos y podía ver como ninguna persona en ese lugar tenía algún problema con él, era extraño y fascinante como parecía tener un aura que atraía a los demás. Miguel no podía evitar compararse con él en ciertos aspectos, sobre todo en el trato que le daban los demás. Así como todos eran amables y joviales con Peter, eran serios y temerosos con él, no le molestaba que lo fueran, después de todo no era su amigo sino su líder, pero en ocasiones incluso él sentía la necesidad de hablar de algo que no fuera trabajo, pero la única que le escuchaba era Lyla.
No podía negar la satisfacción que se albergaba en su pecho al ver como los demás bajaban la cabeza cuando se acercaba o la manera en que se quedaban callados al instante que comenzaba a hablar, sin embargo, cuando Peter estaba presente los límites de su paciencia eran probados. Hasta su llegada nunca había sido interrumpido durante una explicación, nadie se había metido sin permiso en la sala de controles sin que fuera una emergencia, incluso en ese momento que tenía frente suyo al castaño, era la primera vez que alguien se acercaba tanto atreviéndose a tocarlo.
Miraba intrigado como sus manos eran tomadas por el mayor que hablaba sin cesar antes de presionar el centro de su palma, sus garras salieron casi de inmediato notando la sorpresa del acto en Peter.
― Tienes garras como un gatito. ─ Dijo divertido acercando las manos a su rostro para verlas con más detalle.
― También tengo colmillos con veneno. ─ Se inclinó un poco hacía él mientras se los mostraba. ― ¿Quieres probarlos? ─ Amenazó esperando que entendiera que no estaba disfrutando esa invasión de su espacio ni comentario comparándolo con un felino, pero como siempre, el castaño jamás actuaba como él esperaba.
― Deberías guardarlo para los villanos, supongo que debes tener un límite de cuanto puedes producir ¿No? Sería terrible si ocurre una emergencia y no tienes veneno, además no sabemos qué efectos podría tener en alguien que también es un hombre araña. ─ La mente de Miguel se desconectó a la mitad de su monologo, no entendía la razón de que no le temiera, de que sus amenazas siempre eran tomadas a la ligera por él. Meditó si era su culpa por no cumplirlas, después de todo no es como que pudiera ir mordiendo y paralizando a todo el que colmara su paciencia, que bueno, claro que podría, pero aquello solo lograría que el temor de los demás sobre su persona aumentara y eventualmente renunciaran. Dejó de pensar sobre ello para mirar de nuevo a quien seguía hablando al parecer ignorante ante el hecho de que no le prestaba atención a sus palabras.
― ¿Me sueltas? ─ Se sorprendió a si mismo por preguntar en lugar de ordenarlo, pero no podía evitar actuar en ocasiones diferente con el mayor. Siempre se encontraba contrariado en su mente al tenerle cerca; era cómodo que sin importar que dijera o como lo dijera Peter nunca se mostraba asustado o incomodo a la vez que le ofendía un poco el no ser considerado una amenaza por el otro.
― Oh, claro, lo siento. ─ Migue alzó las cejas levemente al notar el cambio en su expresión, el cómo su rostro se coloreaba de un leve rojizo y su voz denotaba algo de nerviosismo.
― No importa. ─ Le respondió siguiendo con la mirada al castaño que se despidió alejándose torpemente. Una profunda curiosidad de albergó en el pecho de Miguel mientras intentaba regresar su atención a los monitores de la consola. Miró de nuevo por donde se había ido el otro meditando por unos momentos, recordando su expresión, la manera en que habló con tanto nerviosismo e incluso la torpeza con la que se alejó. Soltó un bufido con fastidio ante sí mismo al querer ver más, descubrir cuantas facetas del castaño se estaba perdiendo por no prestarle la debida atención, casi tomando como un reto personal el provocar algo más que su relajada y tonta expresión con la que le saludaba cada mañana.
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Muchas gracias por leer
TENIA QUE ESCRIBIR ESTO ANTES DE IRME AL TRABAJO JAJAJAJA
Gracias al pendebot 3000 que me anima para seguir escribiendo jajaja tú sabes quien eres bro.
Y ajá, cortito porque así lo dicta el canon.
Historia basada totalmente en esto: https://twitter.com/iamrooart_4/status/1691591538802090058?t=0b5l3C0Hn5rW5m-SXjqK7Q&s=19
Nos leemos~
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Sweet Perhara
FanfictionDrabbles y oneshots de la pareja de Miguel x Peter B. escritos por mí. MiguelxPeterB.