La toxicidad no es amor

Cap. 7 - Maltrato Psicólogo

¿El maltrato psicológico se considera una agresión hacia una persona? Sí, ya que son capaces de destruir tu equilibrio emocional haciendo así que no puedas tomar tus propias decisiones.

¿Cómo sabes si eres víctima de un maltratador?

Básicamente, tu opinión no es de su interés, nunca contará, ni serás escuchada, puesto que él solo se centrará en lo que le convenga y siempre estará a favor a aquello que a él no le perjudique. Simplemente llegarás a un punto en el que dependas de él para tomar tus decisiones, porque por cualquier cosa, él te hace saber que tiene que saberlo y darle su veredicto y si no le parece correcto y lo haces, será un problema para ti, ya que para él siempre tendrá la razón en todo y esto te hará sentir que no sirves para nada, como si fueses inútil. Se entromete en los esquemas de tu vida y los desordena por completo.

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Me pusiste en un barco en medio del mar, diciendo que estaría a salvo, eso es lo único que recuerdo antes de haberme hundido, ahora le temo a navegar.
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Son encantadores al principio, pero están llenos de maldad en su interior. Te hacen ver un carácter que no es el suyo y que sólo volverás a ver cuando esté en frente de otras personas, en cambio cuando os encontráis a solas todo es diferente y él tomará el control de tu vida.

Hacen mucho chantaje emocional, como he dicho, juegan mucho con los sentimientos de las personas y cuando conocen tu punto débil, más usarán esa técnica.

Crítica sus amigos o familiares y te hace entender que está enfadado con ellos o incluso que no quiere saber nada de ellos, pero de la noche a la mañana, nada habrá pasado y volverán a estar juntos, y tú te preguntarás, ¿hará esto conmigo también? ¿Criticará a mi espaldas?, te respondo yo, sí, lo hace y lo seguirá haciendo si le sigues perdonando.

Se olvidan muy rápido de sus acciones fuera de lugar y solo recordarán las tuyas y te la echarán en cara todas las veces que tu intentes defenderte.

DIÁLOGO

Situación* era un 25 noviembre, todo estaba tranquilo, hasta que escuché una voz conocida a mis espaldas, era él, nuevamente quería hablar las cosas, me cogió del brazo y me separó de mis amigas, quedaban dos minutos para entrar a la clase, casi todo el mundo estaba llegando a la verja, es decir, todo el mundo estaba observando. Le dije que yo no tenía nada que hablar con él, que todo lo que tenía que decir lo había dejado ayer por escrito. A él no le pareció bien, se fue enfadado y tiró con fuerza su teléfono al suelo. Empezó a golpearse la cabeza.

Mi cabeza daba mil vueltas, todo el mundo me estaba mirando. Mis amigas y el resto de las personas que me rodeaban me aconsejaban que no cogiera el teléfono, que lo dejara en el suelo, era problema suyo.

Yo en cambio nunca fui así, nunca tuve esa maldad y nunca la tendré, por eso me enorgullece cada día más la persona que soy y en la que me estoy convirtiendo.

Fui a la acera de enfrente, cogí el teléfono, lo guardé mi bolsillo y entré a clase. No sabía que hacer con el móvil, pero estaba tranquila de que él no me podía escribir, hasta que de pronto...me llegó un mensaje de él reclamando el teléfono.

-el móvil me lo das, es mío - dijo él.

-tú lo tiraste, si yo lo hubiese dejado allí ya te lo hubiesen robado, asi que olvídate del teléfono. - respondió ella.

Esto no sirvió de mucho, por más que ella le decía que se olvidará de su teléfono, más se lo pedía, le amenazaba con que iba a subir hasta su clase para cogerlo y ella le decía que no hiciera eso porque le iba a hacer pasar mucha vergüenza y será entonces cuando no le vería más el pelo. Al ver él que no le funcionaba nada, empezó a amenazarle con la muerte...