3-Carlos

2.1K 114 17
                                    

-Papá, necesito tu consejo.

Carlos se paseaba por el pasillo, y sus ojos no dejaban de subir las empinadas escaleras de madera, hacia donde dormía su invitado.

-Esa es una petición inusual -, se burló sebastian.

-Supongo que hace tiempo que no te pido un consejo.

-No, no lo has hecho. Has estado tomando decisiones perfectamente acertadas por tu cuenta. La sonrisa en la voz de su padre omega calmó un poco los nervios de Carlos.- ¿Qué pasa?

-Necesito que esto quede entre nosotros.

Un crujido de ropa, el chasquido de las puertas y luego un siseo del viento en el teléfono. -Tu papá me miró con desconfianza cuando salí del salón, pero ya se me ocurrirá algo. Dímelo.

Sin saber de cuánto tiempo disponía, Carlos soltó toda la historia sin preámbulos.

-Después de la fuerte lluvia, subí a la montaña para comprobar si la carretera principal se había inundado. Sólo para ayudar a los guardabosques. Encontré a un hombre junto al río. Estaba inconsciente, semidesnudo, con los pies en el agua fría, agotado y congelado. No tenía servicio telefónico, así que lo llevé al chalet. Supuse que había sido arrastrado por una inundación repentina. Iba a llamar al Dr. Jenkins y al sheriff Callaghan, pero se despertó y me pidió que no lo hiciera. No parecía estar herido, excepto por la hipotermia y el agotamiento. Le di comida y lo calenté, y pensé en dejarlo dormir aquí.

-¿Pero?

-Está en celo, papá.

Su padre permaneció callado, así que Carlos continuó.

-No me di cuenta. Parecía tan joven. Sinceramente, no se me ocurrió. No lo sabía, lo juro. Probablemente había pasado por lo menos una ola de calor en el bosque, pero el río debe haber lavado el olor. No lo olí hasta que se despertó en mi salón.

-¿Primer celo?

-Debe ser .

-Y tuviste sexo con él-. ¿La certeza en la voz de su padre significaba que Carlos no podía haber hecho nada más?

-No quería. Quiero decir, sí quería. Por supuesto que lo quería. Pero no iba a hacerlo-. Hizo una pausa, tratando de precisar los momentos cruciales de los extraños acontecimientos de la noche anterior. -Me rogó que lo ayudara.

-Oh, Carlos.

-Papá, me suplicó piedad -. Esa palabra. Su pecho todavía se apretó ante el eco de la voz del omega.

Piedad.

-No tienes ni idea de quién es, ¿verdad? ¿0 de qué estaba haciendo solo en el parque durante su celo?

-No. Me pidió que no le dijera a nadie que lo había encontrado. Sólo te llamé porque no quiero hacerle daño, papá. Por favor, dime que hice lo correcto. No lo he... violado, ¿verdad? - Su voz se quebró con la palabra violación.

-Dios, Carlos, no.

-Está agotado. Duerme todo el tiempo. Está completamente indefenso y necesita ayuda. Necesita algo. Debe haber tenido una razón para intentar hacer esto solo, ¿verdad? ¿Y si le estoy haciendo daño?

-Carlos-, dijo su padre bruscamente. -Algunas personas dicen que los omegas en celo no piensan racionalmente. Algunos incluso afirman que los omegas no son capaces de pensar racionalmente en absoluto. Te he educado para que desprecies a esa gente. ¿Te pidió que le ayudaras?

-Sí, pero estaba sufriendo.

-Te vio, escuchó tu voz y pudo olerte. Podría haberte pedido que pidieras ayuda, que contactaras con su familia o con su pareja si la tenía. Podría haberte pedido que salieras de la habitación o que le encerraras. Pero no lo hizo.

Precioso -charlos-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora