"¿Estarás a mi lado?" Damien x Pip

Chapter 20: La habitación que crecía sin cesar

Damien caminó por los terrenos de tortura. El aire estaba cargado de silencio, solo roto por el viento.

Los pasos de Damien resonaron suavemente mientras avanzaba por los retorcidos senderos. El destello ocasional del fuego en la mano de Damien iluminaba implementos de tormento espeluznantes, ahora oxidados y olvidados.

Damien había perdido la noción de cuánto tiempo había pasado desde que habló con ese desconocido; ¿habrían sido 1-2 días? Damien tenía que ser rápido; se le estaba agotando el tiempo.

Continuó buscando a Pip, buscando cualquier cosa que pareciera que Pip podría estar dentro. Los ecos distantes ocasionales solo lo hacían más asustado e incómodo. Su determinación de encontrar a Pip lo impulsó hacia adelante, más allá de los restos en descomposición de armas que alguna vez causaron un gran dolor.

El frío en el aire parecía llevar los susurros de innumerables almas que habían sufrido dentro de esas mismas paredes. El fuego en la mano de Damien proyectaba sombras danzantes que jugaban trucos en su mente, haciendo que cada esquina pareciera más aterradora que la anterior.

Fue entonces cuando escuchó pasos de metal acercándose. Damien entró en pánico; corrió hacia la derecha. Fue entonces cuando vio un letrero; decía, 'Salas de tortura por aquí.' Damien corrió hacia donde señalaba el letrero.

El pasillo se extendía ante él; mientras seguía corriendo, el aire mismo llevaba el peso de los horrores que habían sucedido en esas salas. Su mente se aceleraba con pensamientos de Pip y la necesidad de encontrarlo antes de que le sucediera algo más.

A lo largo del pasillo había sombras inquietantes en las paredes, haciendo que Damien quisiera salir de allí aún más fuerte. Al llegar al final del pasillo, el camino se ramificó en varias puertas. Damien dudó, tratando de recuperar el aliento. Con todas las fibras de su ser, esperaba que su decisión lo llevara a Pip, a salvo e ileso.

Fue entonces cuando vio algo, "¿Letreros numerados? ¿Para cada puerta? ¡Oh! Esto debe ser la sala de tortura de cada persona." Damien miró asombrado. Todas las puertas para cada pecador en el infierno estaban en una única habitación. Damien miró hacia arriba al techo; parecía que se extendía infinitamente, ¿o quizás más lejos? Fue entonces cuando Damien se dio cuenta de algo, las paredes de la habitación crecían más altas, revelando más puertas.

Damien estaba maravillado, "Leí acerca de esta habitación. La de la parte superior es donde está Abel, uno de los primeros humanos y el primero en morir."

Miró hacia arriba, siguiendo la extensión interminable del techo. Cuando sus ojos volvieron a las filas de puertas, "La parte superior... ahí es donde está Abel," murmuró para sí mismo, no lo podía creer. El hecho de que incluso una de las almas más antiguas hubiera llegado hasta aquí le envió un escalofrío por la espina dorsal. No podía pensar en una razón por la cual Abel estaría aquí abajo, pero cuanto más pensaba en la razón, más lo dejaba atormentado. ¿Realmente era tan fácil quedarse atrapado aquí?

Miró alrededor de la habitación que crecía sin cesar, y fue entonces cuando encontró algo. Una pequeña sección de la pared, justo al lado del lugar donde salió, había un trozo de papel, 'Personas a encerrar este mes.'

Damien sonrió, "¡Sí!" El papel tenía una lista de nombres. El corazón de Damien se hundió al escanear la lista, tratando de encontrar el nombre que más le importaba.

Y allí estaba, "Philip", susurró, su voz aliviada y decidida. El hecho de que el nombre real de Pip estuviera en esa lista hizo que Damien se sintiera seguro, listo para lidiar con los pasillos inquietantes para rescatar a su novio y futuro esposo (con suerte) de esta pesadilla.

Junto al nombre real de Pip había un número, "110 mil millones." Damien suspiró, "Bueno... a buscar eso." Damien iba a recuperar a su Pip, a su Philip; solo necesitaba convocar su voluntad.
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Su voluntad de subir un montón de escaleras.

-¿Qué opinan?

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