Estaba empezando la secundaria cuando lo conocí él era una persona amable, agradable, tenía demasiados amigos, solíamos salir a pedir dulces en halloween, e ir a fiestas con nuestro grupo, Leo era una persona demasiado feliz, siempre estaba sonriendo, recuerdo que tenía unos hermosos ojos marrones y un olor celestial.
En realidad sería mentira decir que fue amor a primera vista, pero lo que sí puedo decir es que con él empecé a sentirme segura.
Yo era una persona demasiado tímida, tenía muy pocos amigos y soñaba con algún día poder ser popular, reconocida, ser integrada, invitada, pero eso jamás sucedió, al contrario siempre llegaba del colegio a saludar a Andrea mi nana y a contarle todas mi día, Andrea era mi compañía, mi única amiga, era una señora muy humilde con 5 hijos que me contaba siempre la historia de cómo conoció a su esposo, cómo se casó, como tuvo su hogar y luego como la dejo.
Al parecer las historias trágicas de amor me perseguían, siempre estaba intentando no ser yo, en realidad mi única amiga era Andrea, ella y su deliciosa comida eran mi vida entera, el resto del día cuando ella no estaba lloraba en silencio todas las noches por no sentirme completa, sentía un vacío en el pecho que no podía llenar, comía y comía para sentirme mejor pero no lo lograba, intentaba leer y eso me calmaba, pero bastaba con llegar a la última hoja del libro para darme cuenta que esa no era mi vida, que no estaba en una novela.. y ahí entró Leo.
Un día en una pequeña reunión de una amiga me encontré con Leo, yo no conocía a nadie y me senté sola en una silla a beber limonada, en esas se acerca leo con una gran sonrisa, dos vasos llenos de licor y me da uno, yo pensándolo muy bien porque tenia solo permiso de 2 horas acepte, y empezamos a hablar y a beber, el alcohol hizo que me soltara, que ya no tuviera nervios, le conté a leo sobre los libros y las películas que me gustaban, hablamos sobre el colegio, bailamos ... y así se me pasó la noche, perdida en el.. si las digo que fue una de las mejores noches de mi vida no les estaría mintiendo, por fin era una adolescente normal, por fin podía disfrutar la vida como todos los niños que veía a diario.
Estaba bailando con Leo cuando se me ocurre ver la hora, eran las 2:30 de la mañana, agarre mis cosas u salí corriendo, mi mamá me había hecho 30 llamadas pero no había pasado por mi, en realidad estaba muy asustada, estaba a unas calles de mi casa así que salí corriendo como más pude, al llegar escuché a mi mamá hablar por el celular, colgó apenas escucho la puerta, bajo y empezó a decirme que llamaría a mi papá, que seguro estaba con un hombre, que no se imagina las cosas que podría estar haciendo yo en la calle, que era una mala hija, me empezó a golpear mientras le pedía perdón, cuando todo termino me encerré en mi habitación y empecé a jugar con mis hámsters, solo lograba escuchar como mi mamá le decía a su amiga por teléfono que yo era una sucia, y que estaba con un hombre, que por eso me gustaban los hámsters porque eran ratas sucias como yo, no sé cómo explicarles .. yo solo tenía 12 años, quería tener una vida normal, y aunque me sentía muy culpable por el alcohol nunca pensé que mi mamá fuera a reaccionar así, yo jamás salía de la casa, yo siempre estaba sola, no lograba entender cómo el mejor día de mi vida se había vuelto el peor, solo podía sentarme a llorar, me agarraba el pecho porque sentía un enorme vacío y miraba a las estrellas preguntándole a Dios si algún día todo cambiaría, desde la ventana pude ver que mis vecinos tenían una fiesta y allí al lado de una gran piscina había una hermosa chica con un vestido de flores de colores bailando, por un momento me imaginé siendo ella, siendo feliz.... Mientras me imaginaba cómo sería mi vida si fuera diferente me escribió Leo
-cómo estás lu?
- no muy bien leo (le conteste)
En ese momento me llamo y pude contarle todo lo que me había pasado.
Al otro día en la mañana me llegó un mensaje de leo pidiéndome que revisara mi puerta, era un regalo de él, y una carta que decía
"Si algún día necesita a alguien, solo llámame", el regalo era un perfume, una crema llena de brillitos, jamás había tenido una así, a pesar de vivir en un estrato muy alto siempre tuve demasiadas carencias, ya que no tenia a quien pedirle cosas personales porque aunque vivía con mi mamá ella y yo no teníamos una buena relación y las cosas personales que pudiera necesitar para ella no eran necesarias.
Mi vida siguió igual, mi mamá todos los días sacaba una excusa para discutir y las noches cada vez se hacían más pesadas, encerrada en una casa inmensa completamente sola y rodeada de gente que no me entendía, excepto el ... excepto Leo, Leo se convirtió en la única razón de despertarme en la mañana, cada día era más ligero junto a él, poco a poco se fue metiendo en mi vida hasta que después de 3 años de ser amigos cuando ya tenía 15 empezamos a salir, mi mamá siempre fue un obstáculo muy grande, ella no me dejaba salir con el, no me dejaba casi verlo, era muy difícil poder disfrutar con él y ella jamás cambió, todos los días como desde que tenía 12 años ella siempre me atormentó con peleas cuando llegaba de su trabajo. Leo siempre lo soporto e iba a verme a casa todos los días así fueran solo 3 horas, me acostumbre tanto a tener esas horas de felicidad junto a él.
Un día como todos los días estaba esperando a leo en mi casa pero no llego, llame a su casa y no estaba allí y fue poco después que logre comunicarme con su mamá que descubrí que habían discutido y el ya no estaba en la casa, había agarrado sus maletas y se había ido con un amigo, en todos este tiempo leo no me hablo, pasaron 1 dia, 2 días y jamás llego.. pasaban semanas y se convirtieron en meses y el no aparecía hasta que un día por fin llegó.
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Adicta al amor
RomanceEste libro está dedicado a todas esas mujeres que somos adictas a sentirnos amadas, pero no Llegamos a ser adictas a amarnos a nosotras mismas