Amor Entre Líneas

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Mis ojos se humedecían cada vez más, mi madre tomó mis mejillas y secó las lágrimas rápidamente mientras mi hermano y mi padre terminaban de subir mis maletas. Este sería un gran cambio para todos, yo, estaba por irme a estudiar a otra ciudad para cumplir mis sueños de ser una reconocida pianista y cantante, desde pequeña siempre me gustó el Arte y al finalizar mis estudios en la Preparatoria mis resultados fueron uno de los mejores, lo cual me permitió ser aceptada en la Universidad de California, Los Ángeles.

-No olvides llamarme siempre, quiero saber cada detalle tuyo, come bien y no te duermas hasta tarde, se una niña buena como siempre cariño, te amo muchísimo y lo sabes- y sin más mi mamá me volvió a estrujar por cuarta vez

-cielo, te voy a extrañar demasiado, tu hermano es malo para las damas, así que no tendré con quien competir, eres increíble- también me abrazó pero de una manera que se podían sentir los sentimientos, no como la intensa de mamá que lo único que sentí fue dolor en mi pequeño cuerpo

-también los voy a extrañar a todos, y mamá, llevas una semana dándome indicaciones, créeme que no las voy a olvidar, papá ,puede que Oliver sea malos con los juegos- escuché una queja por su parte, igual lo ignoré- pero lo entrené muy bien para ti - ambos nos miramos con malicia

-procura conseguirme un cuñado, ya me urge- me abrazó y me dijo al oído- por favor no crezcas, quiero que siempre seas mi chaparrita - se separó y volvió a su estado de superioridad- aunque soy el menor y eso me hace ser aún más increíble de lo que soy

-eres un idiota Oliver- le dije riendo y dándole un pequeño golpe en el hombro

auuuu- se quejó- eso duele sabes

-eres una nenita- le dije y me subí al auto

el sentimiento de tristeza me invadió nuevamente, a pesar de que no éramos la familia perfecta, los amaba con toda mi alma y se que ellos también expresaban los mismos sentimientos hacía mi. Mi papá encendió en Auto y nos fuimos alejando, miré hacía atrás cuando vi que mamá corría como loca hacía el auto gritando que nos detuviéramos.

-papá, detén el auto!- le dije rápidamente

mi papá lo detuvo en el acto y al fin mi mamá llegó algo atareada y agitada, se posó en mi ventana para recuperar fuerzas.

-mamá estás bien, que pasa?!

- cielo... ufff, espera un segundo... necesito aire- me dijo, miré a mi papá que tenía una cara como si supiera lo que pasaría ahora, volví mi cara a mi mamá quien ya se estaba recomponiendo.

-ok cielo, olvidaste tu bloqueador de Barbie y la caja de condones- mi mamá sacó la cajita de la bolsa donde se encontraban las cosas

Justo en ese momento iban pasando dos ancianas que escucharon lo que madre decía, esas mujeres me miraron como si yo fuera un malandro roba bolsitas y ellas una viejas golpea malandros, juro que mi cara estaba roja de la vergüenza, moriría en ese momento, pero escuché a mi papá hablar.

-sabía que esto pasaría, amor la niña está casi por irse y tú continuas cuidándola, tienes que calmarte- le dijo mi papá sosteniendo el volante

-si mamá, como harás cuando no esté- le dije tomando las cosas y guardándolas en un moral que llevaba en las piernas.

-sólo quiero que mi princesa esté bien, acaso es mucho pedir?- preguntó toda paranoica a los que mi papá y yo contestamos " si" en unísono y mi papá arrancó en auto antes de que ella hiciera algo parecido otra vez.

la vida suele darte cambios inimaginables, algunas veces son difíciles, por lo que tienes que aferrarte fuertemente a lo que amas para no hundirte, soy Camila Martin y este es mi mundo.

Hasta Que El Orgullo Se AcabeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora