Los Dioses Oscuros, ya no contentos con jugar con el mundo mortal, han puesto en marcha sus planes para reclamarlo todo de una vez por todas. A medida que Morrslieb, la Luna del Caos, está cada vez más baja en los cielos, las hordas bárbaras del Ele...
Bueno , llegamos al últimocapitulo del Acto 2 , muchas gracias por su apoyo como siempre.
Advertencia de Gore y escenas violentas .
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Previa a la batalla
Ejército de Tyrion , el defensor y Regente de Ulthuan
Las noticias viajaban rápido en Ulthuan, llevadas como siempre por los agudos gritos de las águilas. Tyrion, con su humor ya cargado por los recientes problemas, al principio se negó a creer las noticias de la traición de Caledor. Sin embargo, cada mensajero que llevaba la noticia al sur traía las mismas nuevas, que la Puerta del Águila había caído por aliento de dragón más que por cualquier espada.
Con cada relato, el estado de ánimo de Tyrion se hizo cada vez más sombrío, y al final ya no pudo contener su furia. Enfadado, salió con paso decidido de la Corte del Fénix, se dirigió a las calles de Lothern hasta que llegó a la torre del Rey Fénix, y ordenó romper la puerta. Korhil Melena de León, capitán de la guardia personal de Finubar, le persuadió con respeto al principio, pero rápidamente le dio paso cuando hubo tomado medida a Tyrion. Korhil también buscaba respuestas en relación con la ausencia de Finubar.
Así fue que la hechizada puerta de la torre de Finubar por fin fue abierta; no con magia, ni por los golpes de Colmillo Solar, sino por el filo encantado de Chayal, el hacha de doble filo de Korhil. Impulsada por la gran fuerza del capitán, el acero atravesó varias veces las menguantes cerraduras mágicas y se clavó profundo en la madera. Llevó la mayor parte de un día, y Korhil estaba cansado al final, pero no aceptaría ninguna ayuda.
Con cada golpe, el capitán estaba más convencido de que algo malo lo esperaba en el interior, y que su esfuerzo era en parte penitencia por un fallo que aún no podía definir. Y así fue. Con un crujido de astillada madera estelar, las puertas se abrieron sobre sus goznes. Tyrion fue a través de la brecha en un momento, con Colmillo Solar desenvainada para prevenir peligros en la inesperada penumbra.
Aunque agotado, Korhil ordenó a otros miembros de su guardia mantener la entrada, y siguió al príncipe a la torre. Finubar fue encontrado con bastante facilidad, ya que el hedor de la muerte se extendía pesadamente en la oscuridad. Tyrion descubrió al Rey Fénix en las cámaras superiores, ante la piscina de adivinación en la cual se decía que estiraba sus pensamientos por todo el mundo. Ya no lo haría más.
Finubar había muerto hacía muchos meses, aunque alguna peculiaridad de los encantamientos de la torre lo había conservado en el momento del fallecimiento. El cadáver estaba destrozado, rasgado de maneras indescriptibles, con su carne llevando las más profundas de las heridas, y sangrientos cortes de garras ganchudas sobre la piel pálida. Incluso a través de su propia vergüenza sofocante, Korhil era vagamente consciente de que la rabia de Tyrion, lo suficientemente ardiente para fundir ithilmar momentos antes, se desvaneció a la más fría de las llamas.
