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Ocho de la mañana, sábado, Miguel dormía plácidamente como un bebé cuando unos golpes en su puerta empezaron a retumbar pot toda la casa. Sus padres estaban de viaje, y no esperaba a nadie de visita, ¿quién podía ser a estas horas un sábado?

Miguel no tardó en abrir la puerta, medio dormido, con el pijama aún puesto, hasta que la sorpresa de ver quién se encontraba al otro lado de la puerta le despertó.

¿Heeseung? -preguntó Miguel, incrédulo ante la visita sorpresa del contrario.- ¿Es que pasó algo?

N-no, no pasó nada -afirmó rápidamente.- Solo quería saber si podía hablar contigo sobre un tema -propuso, mientras jugaba con sus dedos un tanto nervioso.

Miguel no entendía aquel repentino interés del chico en hablar con él, pero no dudó en hacerse a un lado tras abrir más la puerta, invitando al chico a pasar.

Ponte cómodo, como si estuvieses en tu casa -ofreció Miguel, mientras dejaba que Heeseung se colocase cómodo en su salón, ofreciéndole un café mientras que Miguel se tomaba su zumo de cada mañana.

¿De qué querías hablar? -preguntó Miguel, mientras daba un sorbo a su zumo.- Porque algo importante tiene que ser para que vengas tan temprano.

¿Sigues enfadado por lo de Yuna? -preguntó el chico, mientras miraba su bebida, sin ser capaz de mantener la mirada sobre Miguel.

Pero Heeseung, yo no estoy enfadado -respondió Miguel, dedicando una sonrisa a Hee conforme este último elevaba la mirada.- Solo fue el momento, únicamente estoy enfadado con Yuna, contigo no.

Un suspiro salió de los labios de Heeseung, aquellas palabras le tranquilizaban, al fin y al cabo no le gustaba llevarse mal con la gente, a pesar de que su actitud diese la impresión de todo lo contrario.

Pero ambos sabemos que no has venido por eso -prosiguió Miguel.- ¿Qué quieres saber sobre Sara? Sé que esto tiene que ver con ella.

Las mejillas del popular no tardaron en ponerse coloradas tras escuchar las palabras del dueño de la casa, haciendo aún más evidente y confirmando la "sospecha" que Miguel tenía.

¿Y-yo? -preguntó, intentando sonar lo más creíble posible.- Yo no quiero saber nada de ella -respondió con rapidez, mirando hacia otro lado.

Pero si poco más y reservas la cafetería para vosotros dos solos -afirmó Miguel, disfrutando de escuchar los suspiros de Heeseung, este último no tenía manera de negarlo ante él.

Es flipante como te das cuenta de lo de los demás pero para lo tuyo estás ciego, no, lo siguiente -concluyó Heeseung, rodando los ojos.- Sé que aún no lo entiendes, pero, fíjate más y lo entenderás.

Aquellas palabras dejaron completamente descolocado a Miguel, quién intentaba buscar el sentido de las palabras ajenas, pero no entendía ni una sola.

Entonces, ¿me ayudarás con Sara? -preguntó el chico, mirando a Miguel en una señal de socorro.- Sé que me habla y todo, pero aún sigue enfadada, me incomoda mucho estar así con ella... digo con alguien, eso, sí.

No creo que necesites mi ayuda -confesó, recibiendo una mirada de confusión del contrario.- Solo tienes que demostrar tu lado cercano con ella, y dejar ese lado tan gruñón que tienes.

Pero sabes que eso me cuesta si no estoy en confianza -afirmó, soltando un suspiro de desesperación.- y sabes el miedo que me da sacar ese lado mío.

Pues a ella la nonoces de dos días o menos y ya le has mostrado ese lado -afirmó, le encantaba desesperar al popular hasta que reconociese y se diese cuenta de las cosas.

Heeseung iba a responder pero el timbre de la casa sonó, deteniendo las palbras ajenas a la vez que Miguel se preguntaba quién podría ser. ¿Qué pasaba hoy? ¿Acaso había una quedada en su casa y no se había enterado?

No tardó en dirigirse a abrir la puerta, encontrándose con un sonriente Jake cargado de bolsas junto a Sara.

¿Has desayuno? -preguntó un enérgetico Jake, a pesar de que seguían siendo las ocho y media de la mañana.

No, todavía no, es que he teni.... - Miguel no pudo terminar sus palabras cuando Jake no tardó en entrar, comentando lo alegre que estaba ya que había traído aquello para desayunar, ya que sabía que era el desayuno favorito de Miguel.

Aunque su felicidad desapareció de su rostro cuando vio a Heeseung sentado en el sofá, dedicándole una mirada de odio mientras se giraba a Miguel.

¿Qué hace él aquí? ¿Te ha hecho algo? -preguntó en tono serio, ante lo que Miguel negó rápidamente.

Sin embargo, no se dio cuenta de que Sara se había ido a aquel sofá, dejándose caer al lado de Heeseung, mientras se apoyaba en uno de los cojines que había. ¿en qué momento se dejó convencer por su hermano para madrugar tanto?. Heeseung estaba sorprendido por aquello, por lo que no dudó en moverse un poco, dejando que la chica se colocase mejor.

¿Qué haces aquí? -preguntó, mirando al popular sorbiendo de su café.

Esto.... -respondió Hee, buscando una excusa rápida.- He venido a ver como estaba Miguel, sí.

Pero si le viste ayer -respondió la chica, mirando incrédula al contrario.

Pero ya sabes lo pesado que es tu hermano, y tenía que asegurarme que la hinchazón no volviera a aparecer -respondió, intentando sonar lo más fiable posible.

Por otro lado, Jake seguía con aquel interrogatorio a Miguel acerca de la presencia del popular en su casa, aunque más bien parecía un monólogo.

¿Me vas a dejar hablar o te dejo hablando contigo mismo mejor? Joder, ni que estuvieras celoso de que él estuviera aquí -concluyó Miguel, en un tono de enfado, mientras regresaba con Sara y Heeseung, dejando a un solitario Jake, quién dejó un golpe en la encimera debido al enfado.

Tras colocar el desayuno en distintos platos, se sentó junto a Miguel, dejando una pequeña separación, ya que este ni siquiera le dirigía la mirada.

A pesar de que le daba miedo cuando se enfadaba, Jake dejó todo lo que le había comprado especialmente para desayunar a Miguel sobre su plato, sin decir palabra alguna para no molestarle de nuevo.

Sara no tardó en darse cuenta de ello, adivinando el enfado de Miguel por el rostro serio que tenía. Buscando asegurarse, dio un golpe en la pierna de Heeseung, quién se giró para preguntarle a que venía el golpe, pero la chica le detuvo, señalando a los dos chicos enfadados con la cabeza, a lo que Heeseung no pudo evitar alzar la ceja al darse cuenta del enfado entre ambos, en los dos años que los conocía, pocas veces les había visto pelearse si no era por... un momento, ¿Jake estaba celoso de que Miguel pudiese gustar de él?. 

 

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𝐏𝐎𝐏𝐔𝐋𝐀𝐑 / 𝑳𝒆𝒆 𝑯𝒆𝒆 𝑺𝒆𝒖𝒏𝒈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora