Epílogo

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―¡Kyunghee! Aquí está el quiche de tocino y la ensalada de huevo. El BLT está en marcha.

Ella saludó con la mano. ―Lo tengo, jefe. Hay tres órdenes especiales en camino.

Junhui levantó la vista del horno caliente. ―¿Sí?

―Dos órdenes de panqueques de papá y una de avena con azúcar y sin pasas.

Junhui se echó a reír alegremente. ―Marchando.

Cinco panqueques para Joshua, cinco pequeñitos para Mingyu, Gyu ahora muchas gracias, y un tazón no muy caliente de avena dulce sin pasas con crema para su Channie. Cuando los platos estuvieron listos, los llevó él mismo.

Su familia estaba sentada en su lugar habitual, en el rincón, mirando hacia el jardín. Joshua estaba escuchando atentamente a Gyu, Channie estaba riéndose en su silla alta.

Repartió desayunos y besos. ―Buenos días, mis amores.

―¡Papi! ―Channie golpeó la cuchara sobre la mesa.

―Até mis zapatos hoy ―anunció con orgullo Mingyu.

Joshua sólo le sonrió, luciendo relajado y feliz.

―¡Bien por ti, hijo! ―Le dio a Channie su desayuno―. Aquí tienes, bebé.

Era increíble la cantidad de cosas que habían cambiado en un año.

―¡Avena! ―Era su comida favorita, la comería en cada comida si la dejaran.

―¿Puedes sentarte con nosotros un rato?

―Por un rato, sí. ―Se sentó, apartando el pelo de sus ojos―. ¿Llegaba, esta tarde, una nueva pareja, amor?

―Sí, desde Nueva York. Traen a su hijo de seis años con ellos.

―¡Oh, qué divertido! Veinte dólares a que van a cenar a Ritchie.

Joshua había hecho una guía con diversas sugerencias, dependiendo del tipo de cliente que tenían. Desde el principio, habían decidido que no proporcionarían ningún servicio de cena. Ese momento era para la familia.

―Esa es una apuesta tonta. ―Joshua empezó a comerse sus panqueques―. ¿Has comido?

―¿Hmm? ―Joshua sabía que, por lo general, esperaba hasta después de servir el almuerzo. Eso era una lucha constante entre ellos.

Joshua giró sus ojos y le ofreció un bocado de panqueques. Abrió la boca murmurando alrededor de los panqueques.

―Terminaré a las dos, entonces subiré a tomar un descanso―. Tomar su siesta con los niños.

―Me parece bien. Iremos a trabajar en el jardín. ―Ellos cultivaban sus propias especias y verduras, algo que Gyu estaba tomándose muy en serio.

Mingyu asintió. ―Serán tomates, papi.

―Excelente. Me encantan los tomates. ¿Qué quieres para cenar esta noche, hijo?

Mingyu lo meditada y él esperaba. ¿Lasaña o pizza?

―Pollo con salsa.

―¿Qué tipo de salsa? ―Joshua preguntó entre bocado y bocado.

―Amarilla, roja y marrón.

Junhui se rió entre dientes. Eso era, pechuga de pollo a la parrilla con salsa de mostaza y miel, arándanos y salsa de carne.

―¿Podemos tener brócoli y arroz, también?

―No. No arroz. Fideos.

―Fideos.

―Me gustan los de tres colores ―señaló Jun.

Mingyu saltaba. ―¡Sí! Fideos fantasía.

Podía hacer eso. ―Fideos fantasía entonces.

Kyunghee agitó una orden hacia él.

―Tengo que ir a hacer buena comida, chicos. ―Se levantó, besando a Chan, Mingyu y Joshua―. Que pasen un buen rato en el jardín.

―Está bien, papi Jun. Voy a poner a papi Shua a trabajar.

Shua sonaba tan serio que Junhui soltó una carcajada y los clientes en el restaurante les sonrieron.

―Supongo que tengo órdenes en marcha. ―Joshua se inclinó y lo besó suavemente―. No te esfuerces demasiado.

―No lo haré. Te amo, bebé. ―Más cada día.

Joshua atrapó su mirada y asintió. ―Sí. Yo también.

―Genial. ―Hizo un guiño a Mingyu―. ¿Vendrá a verme para un almuerzo tardío, señor?

―¡Sí, papi!

Channie golpeó la cuchara y gritó: ―¡PA!

Asintió y saludó, de regreso a su cocina para hacer panqueques y algo divertido para los fideos fantasía.

Fideos para sus hijos y sus papás.

黄 Papá, papá y yo | 𝘑𝘚 ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora