Capítulo 20: No me dejes.

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Capítulo 20. No me dejes.

 Allison

—La chica ha perdido demasiada sangre, en cualquier momento podría morir, no sé cuando, pero no va a sobrevivir —confiesa el doctor con su cara de lastima que no ayuda en lo absoluto.

—Joder... —no puedo hablar ante la noticia, quiero llorar pero solo me mantengo en shock, lo ha logrado, ha logrado acabar con su vida —. Yo puedo donar mi sangre —Matías, quien en su desesperación dice cosas sin sentido.

—¿Donaría completamente su sangre? —el doctor es bastante cínico. Estoy segura de que si por él fuese, moriría por Emma, sé que la ha terminado queriendo bastante —. Lo siento —sin más, con un basto 'lo siento' que solo me vacía el corazón

—¿Emma muerta? Quiero bajarme de esta pesadilla —siento que estoy en una horrible pesadilla, quiero despertar, ver a Emma de nuevo a mi lado. He abrazado todo este tiempo a Miku, la gata de Emma, es lo que me quedará de ella.

—Ha sido mi culpa, ¿cierto? No debí decirle nada sobre que no huyera, definitivamente fue mi culpa que ella se haya suicidado —Matías se lleva las manos a la cabeza y allí, entre lamentos llora también.

—No, Matías, no fue tu culpa, ha sido Emma quien ha cogido la cuchilla sola —Jeremy, no ayudas.

—¿Podrían no hablar de buscar culpables? Emma morirá, ¿lo entienden? ¡Morirá! —ya estoy enfadada, no puedo creer nada de lo que está pasando.

Matías y Jeremy guardan silencio, yo también lloro, no puedo evitarlo, mi mejor amiga morirá, vale, ella no merecía sentirse culpable, ella merecía todo lo bueno que estaba tratando de dar.

—De alguna manera obtuve el número del hermano de Emma, no sé que planea hacer con la información que le di, pero espero que... pueda despedirse de su hermana —tengo que soltar una mano de Miku para quitar algunas lágrimas de mi cara.

La gata aprovecha para soltarse de mis brazos y empezar a correr al interior del hospital.

—No, Miku, tu también no... —¿voy a perderla también? 

Esto está mal, muy mal, ¿cómo pude dejar que esto pasara? Incluso sabiendo que Emma después de su viaje a España estaba mal lo dejé, pensé que tal vez no le afectó. Le quité su móvil, la alejé de las redes, pero nada funcionó, todo estaba dentro de ella, no podía quitarlo así de fácil.

En esta situación es imposible no buscar culpables, me siento culpable, lo que hice no fue suficiente para que se sintiera mejor con todos sus pensamientos negativos, esos pensamientos que la estaban carcomiendo por dentro. 

Los tres nos quedamos en sale de espera, esperando a ese momento en el que las máquinas avisaran que han perdido los signos de vida de Emma, horas, minutos, segundos, queremos despedirnos.

Lo que no sabía, era la sensación agobiante, desgarradora y temible que se presentaba cuando algunas enfermeras y el doctor de antes corrían para ir al interior del edificio, mi presentimiento solo me dice eso, que Emma ha logrado lo que quería. 

—Se ha ido... —Jeremy murmura.

¿De verdad se ha ido? ¿De verdad... la hemos perdido? 

Mis manos en mi cara, lamentando todo, lamentando que Emma se haya reencontrado con Guillermo, con Rubén, que ambos le hicieran tanto daño que quiso irse lejos, lejos de los que quería, no quería lastimar a nadie en Estados Unidos, quiso hacerlo todo bien. 

—¿Queréis despediros antes de procesar el cuerpo a forense? —el doctor ya nos ha dicho que Emma murió, ¿verla? ¿Soy capaz de verla por última vez? 

—Sí —Matías está muy seguro de hacerlo. 

Tengo un nudo en la garganta, un tremendo nudo que no me deja hablar, siento que muero también. 

De todas maneras, al Matías atreverse a mirar a Emma, me da la valentía de hacerlo también. Seguimos al doctor, sé que por este camino se ha ido Miku de mis brazos, la busco con la mirada sin interrumpir en el camino, debe estar por aquí si no es que de verdad escapó por alguna ventana o alguien la ha echado del hospital. 

El doctor abre la puerta, no hay nadie dentro, más que el cuerpo de Emma, veo sus brazos cortados, pero ya me dan ganas de vomitar por la sensación tan abrumadora que me da pensar que se ha ido. 

—Oh Dios, Emma... —Matías es el único que la vio viva antes de hacerlo, una hora antes la vio, definitivamente debe ser fatal para él. 

Entramos los tres, creo que las lágrimas ya salen por si solas al ver el cadáver, más pálida que cuando la vi en el suelo de su baño. Sus brazos están vendados, seguro que también le han dado sutura.

—Baja de ahí, Miku —dice Jeremy también con la voz bastante entrecortada. 

Así es, he encontrado a Miku, ha podido entrar a la habitación de Emma, ¿cómo? No importa, ella ha subido a la camilla de Emma, y camina sobre ella, es pequeña y liviana, por lo que no hay problema, supongo que ha sentido el ambiente tan pesado del aire, quiere despedirse de su madre.

—Déjala —Jeremy iba a quitarla antes de que yo le hiciera para atrás de nuevo.

Miku lame la mejilla de Emma, maúlla, luego solo se queda viéndola, ¿qué hace? Su comportamiento es curioso. 

Sin esperarnoslo,  como si estuviésemos en una historia de ciencia ficción o lo que sea, el pecho de Emma se levanta al igual que su boca se abre, como si cogiese una bocanada de aire, luego simplemente su pecho vuelve a subir y bajar, viva, respirando.

—¿Qué sucedió? —el doctor se ha dado cuenta, le parece igual de terrorífico. 

Es el que se aproxima a las máquinas, conecta el cable del corazón de Emma a la máquina, todos nos damos cuenta de que sí, Emma ha vuelto a la vida.

—Esto no es... real, esto no es real —Matías se lleva las manos a la cabeza. 

El doctor mira un par de cosas mientras que nosotros tres miramos a Emma, como de verdad su piel vuelve a coger un poco de color.

—¡Enfermeras! —el doctor grita, unas dos de ellas entran asustadas —. Comencemos con la transfusión de sangre, ahora mismo, esta paciente ha vuelto a la vida, veinte minutos después de que su corazón se detuvo 

No suena a algo lógico, cualquiera diría que estamos locos cuando vayamos y contemos al mundo. ¿Veinte minutos? Es demasiado. 

Abro mis ojos como Emma abre sus ojos lentamente, tiene la cabeza girada hacía nosotros, por lo que nos ve directamente, me ve a mí, tan pronto como nos distingue, sus ojos se llenan de lágrimas, llora como una niña, trata de extender su brazo hacía nosotros, pero prefiero que no haga el esfuerzo, ya me acerco a ella y uno nuestras frentes. 

—¿Eres tonta, Emma? Si morías, iba a ir detrás de ti, te lo prometo, no puedo sin ti, sin mi mejor amiga —lloramos juntas, como fuentes de agua —. La saliva de Miku te ha revivido —lo digo porque realmente Emma ha resucitado después de que Miku lamiera su mejilla 

—Lo siento, lo siento —murmura —. Lo siento —sigue repitiéndolo, de verdad está arrepentida, le han dado una segunda oportunidad.

—Estás bien —acaricio su cabello. Está desconsolada —. No me vuelvas a dejar nunca, no voy a permitir que te alejes un poco de mí, ¿vale? 

—Lo siento...  

I Can Forgive You? (2da Temporada); TheWillyRex [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora