«❀; ๑⸙❝╭ 𝐄𝐧𝐚𝐦𝐨𝐫𝐚𝐝𝐚... 𝑻𝒖𝒚𝒂 ╮❞✧·╴ੈ»

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Habían pasado varios días sobre aquello, estaba mirando su celular en su habitación.

No había nadie en la casa, sus padres estaban atiendo la panadería que tenía mientras sus hermanos estaban jugando en el parque.

Estaba hablando con aquel chico por mensajes hasta que se desconecto.
Miró el icono de llamada y lo pensó un poco en llamarlo.

¿Por qué casi nunca lo llamaba para decirle que lo quería, un te amo al menos? pero recordó que lo había hecho más de una vez a un numero equivocado.

Si, le dijo un te amo a un repartidor de pizzas y fue el momento más vergonzoso en su vida.

Se acomodó un poco sobre su cama, tal vez hablaría con alguien que la ayudara a entender toda esta confusión que tenía.

Miro aquel contacto de su antigua profesora de artes. Tal vez ella le podría ayudar por lo que estaba pasando.

— Hola señorita Mitsuri.

— ¡Hola Nezuko-chan!.

Podía escucharla tan animada. Le recordó a cierto chico.

Ese mismo que hacía que se sintiera tan confundida.

— Este.. ¿Podemos vernos?

— ¡Claro!, ¿En donde sería?.

Le pasó los datos en donde se verían al igual platicó un poco sobre que pasaba un poco, cosas triviales.

Finalmente terminó su llamada hasta que le llegó un mensaje del rubio.

【 ¿Podemos vernos Nezuko-chan? 】

Pensó en que le respondería hasta que su hermanita volvió del parque con sus hermanos.

Entró a la habitación con rapidez sin tiempo de que respondiera el mensaje.

— Hermana, hermana, mamá pregunta si vas a cenar.

— Si, dile que voy para allá.

Y solo lo dejó en visto.

Mientras aquel grupo de amigos sin su otro amigo porque lo mandaron nuevamente por dulces. Estaban con el celular a la mano, pasaron unos cuantos minutos y nunca llegó una respuesta por parte de ella.

— Creo que si nos pasamos.

— ¿Por qué lo dices? –pregunto la de coletas dejando el celular del chico– Es por mentirle a Zenitsu que no queremos dulces.

— No, por hacernos pasar por él y hablar con mi hermana.

— No te sientas mal Gonpachiro, cualquiera lo haría –dándole unas cuantas palmadas en la espalda del pelirrojo– No ha pasado nada interesante.