En la mira de ti | +20

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¿Qué tan difícil es hacer tu vida? Sin recordar como eran tus padres o como desaparecieron; al inicio temía de todo, desconocía completamente la persona que era o la que fui, pero al tener tan solo 15 años no podia hacer nada para investigar y saber lo que realmente estaba haciendo aquí.

Fui recibida en la ciudad México, me crié con mujeres que decían ser mis tias y hermanas del hombre que seria mi padre, me enseñaban fotos familiares y supuestamente mías, lo único malo era que ellas también desconocía o según así decían, como es que había perdido a mis padres. Sin embargo, mientras más crecía, más me enseñaban como ser una mujer independiente que no debía necesitar a alguien para tenerlo todo y apoyaban absolutamente mi pasión de querer cantar. Viví grandes recuerdos con ellas, empece aceptarlas como mi familia y deje ir poco apoco el tema de mis padres, hasta que era momento de partir hacer lo que quería y con ayuda del hermano mayor de mi padre.

Mi tío era un famoso empresario en E.U, me acogió como una de sus hijos y me presento ante las mejores disqueras para poder aprender mejorar vocalmente y estar preparada para cuando se presente la oportunidad de presentarme ante gente de alta sociedad. Agradecía tanto de recibir su apoyo, lo considere poco a poco mi figura paterna y tenia ciertos rasgos a los de mi supuesto padre, así que no contradecía a que no eran mi familia.

Al paso del tiempo, me fui uniendo a un grupo de músicos que también se preparaban para poder tocar en vivo. Hasta que al cumplir 5 años estudiando, se nos dio la oportunidad de grabar un cover que resulto siendo el tremendo éxito de nuestras presentaciones. 

Jamás imaginarias que serias reconocida y presentada a varias empresas para poder dar un espectáculo en sus eventos, aunque claro, aun no éramos perfectos para ser reconocidos y tener un valor. Nos fuimos uniendo unos con los otros, nos hicimos familia y viajábamos juntos a todos lados; aparte por tener compromisos de trabajo.

Fue así que empezaba mi gran vida, hasta que la mentira se presento ante mi y me envolví con ella.

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Hoy es un maravilloso día, hoy tendríamos uno de los eventos más importantes y relevantes de la gran famosa alta sociedad; artistas, empresarios y famosos asistirían a una cena de gala, donde los mejores grupos tocaban. Todos estábamos tan emocionados, practicamos tanto tiempo nuestros covers e incluso agregamos versos o melodías nuevas para cambiar un poco nuestras presentaciones, deseábamos poder destacar y ganar algo de reconocimiento.

—Uno, dos y tres. —decía Alisha marcando los pasos al ritmo de la pista— Ahora siguen ustedes.

Chloe y yo nos miramos, asentimos ambas y esperamos el tiempo de la pista par realizar la corta coreografía que habíamos estado practicando desde semanas.

Ambas entramos en el tiempo correcto, en mi cabeza contaba los tiempos y miraba mi cuerpo para mantener la postura correcta y evitar que Alisha me regañara como siempre solía hacerlo. Siempre ha sido muy perfeccionista y entre todos la molestamos para reírnos de sus pequeños berrinches.

—Vaya, me encanta ese moviente sensual de caderas. —dijo subiendo al escenario Kai, nuestro genial pianista y vocalista.— Nada mal.

Menciona muy sonriente y colocándose frente a nosotras.

—No lo suficiente, necesito que saques más esa cadera, Chloe. - dijo Alisha un poco de mal humor, por no decir de muy mal.—

—Ay vamos, Ali, estamos cansada! -dijo desesperada y haciendo berrinche, causando que Kai y yo soltemos una risa.—

—Por dios,Chloe, hoy es la presentación! No tenemos tiempo para descansar. —ambas empezando a pelear—

—Tranquilas fieras, calmen esos nervios. Necesitan alimentarse, descansar y empezar arreglarse, falta para que empiece el evento pero recuerden que tienen que practicar con los vestuarios. —dijo Kai, tratando de calmar las aguas.—

—Vámonos, Kai tiene razón. —dije envolviendo mis brazos en los de las dos, quedando en medio.—

Bajamos del escenario y fuimos atrás, donde estaba el equipo y los camerinos donde teníamos nuestros vestuarios junto al kit de maquillaje.

—Lo siento, de verdad estoy nerviosa. —dijo Ali sentándose en el sofá, haciendo leve puchero—

—No te preocupes, todos estamos así. —dijo Chloe aceptando sus disculpas—

—Todo saldrá genial, créanme, vamos hacerlo increíble! - dije tratando de poner ánimos.— ahora, vamos a comer ¿que se les antoja?

—Uhhh, yo vi un restaurante de comida china dos cuadras antes de llegar aquí , vamos! - dijo emocionada Chloe.—

—Listo, vámonos -dije tomando mi cartera y saliendo primero—

Había mucho staff, los chicos iban detrás de ellos acomodar el equipo y instalaban todo para hacer prueba de sonido, querían inspeccionar ellos mismos que nada se estropeara y retrasara toda nuestra presentación. Salí del lugar, quedando en la banqueta y apreciando la gente caminar a sus destinos.

Mientras esperaba que las chicas salieran, una troca negra con ventanas polarizadas se estaciono enfrente de la entrada, llevándose toda mi atención. La puerta del copiloto se abrió y dejo ver a un hombre muy alto, con un traje negro y lentes, más un auricular en su oído izquierdo.

Me quede viendo hasta que me miro muy serio, logrando que desviara la mirada por lo escalofriante que era; por suerte las chicas llegaron a tiempo, pero antes de poner mi atención en ellas, el guardaespaldas estaba abriendo la puerta trasera para quien creo que era su jefe.

—¿Lista? —dijo Ali viéndome distraída— ¿qué sucede? — confundida—

—Nada—dije viéndolas y sonriendo.— Vámonos.

Nos envolvimos juntas y empezamos a caminar rumbo a la comida china, sacando cualquier tema para evitar pensar en el evento y no ponernos mas ansiosas de lo que ya estábamos.

Llegamos pronto y empezamos a pedir variedad de comida, queríamos llevar suficiente porque conocemos muy bien el gran apetito que siempre cargan esos chicos.

Volvimos pronto debido a que cada vez el tiempo pasaba rápido, llegamos directo al camerino y empezamos a maquillarnos y arreglarnos el cabello entre si;yo hacía el recogido de cabello de Alisha mientras Chloe pintaba su rostro con mucha paciencia.

Los chicos solo se encargaban de molestarnos y darnos de comer mientras hacíamos lo nuestro, ellos ni siquiera necesitaban arreglarse.

Dios, siento tantos nervios. Todo saldrá genial Clarise, hoy será una noche inolvidable!