Las lecciones del principe.

El durazno de Papá y mamá.

El rey dió unos cuantos pasos y de inmediato se encontró en la puerta de la  habitación de la Reina.
—Cariño~ tenemos un problema.
La hermosa reina que estaba decidiendo entre una variedad de encajes , levantó el mentón sin despegar la mirada.
—oh este es hermoso, le encantará a mi Rey...¡Ohhh Querido! ¡Adelante pasa!
El rey que sostenía al príncipe entre sus brazos , no sabía cómo responder a la invitación de la reina, no en este preciso momento en el que su tierno hijo se encontraba retorciéndose lujuriosamente sobre su pecho.
—Emm...mi reina~ ¿recuerdas cuando nos desayunamos al rey dragón? ¿Recuerdas los duraznos? Sabes...nuestro hijo..¡..!
En cuanto salieron de sus labios la frase mencionando al descendiente, la puerta se abrió abruptamente y la mirada penetrante de la reina cayó directamente al rostro de su hijo.
—¡Oh! ¡Por las almas de mis ancestros! ¿¡No me digas!? ¿¡La comió?! ¡¡Ohhhh mi pobre bebé!!— en un instante los atrajo a la alcoba, y guío al rey hacia la cama donde esté reposo al joven elfo que aprentaba sus piernas y manos contra su vientre.
—Mi Rey , mi vida, amor, ¡Shaini~! ¿Que hacemos? Mira mi pobre bebé , ¿¡como podemos liberarlo de este sufrimiento?!
La reina era una madre amorosa, siempre pendiente de su joven hijo, como de su amado esposo.
—Cariño~ precisamente así, tu también lo sabes , el tiene que "liberarse"
—¿¡Pues que espera!? .... ¿¡No me digas !? ¿El no sabe cómo ...?
Ambos se miraron complicados.
—¡Pues no esperes! ¡Es momento de esa charla de padre a hijo!
—pero mí amor...si yo lo hago tú sabes...
— ¡vamos! Dale con todo .
El rey se preparó mentalmente, tomo el rostro del joven Príncipe, acariciándolo un poco.
—Magno...Magnito, pequeño te enseñaré cómo sentirte mejor, pero debes poner atención .
El acalorado elfo lo miro con los ojos vidriosos y asintió tímidamente. El rey comenzó su lección.
—Primero, debes quitar cualquier obstáculo que te impida un buen movimiento —rapidamente se quitó la chaqueta y desabrochó el cinturón.
El chico miro y con un poco de torpeza imitó las acciones.
La reina que yacía aun lado, no despegó ni un apice la mirada de su amante favorito, Shaineko era un apuesto varón de amplios hombros, su musculatura no era escasa ni excesiva, la medida justa para deleitar la mirada , su cabello ondulado con el tono degradado le daban una apariencia salvaje , en cambio el joven Príncipe  era otra clase de encanto, piel pálida, musculatura moderada y delicada sin embargo, pesé a su hermoso rostro desprendía una masculinidad jovial.
—Bueno hijo, una vez cómodo...tendrás que meter tus manos a tu ropa interior y tomar tu miembro, tú mismo te encontrarás si requieres más o menos fuerza o si ocupas ambas manos o no.
Tal cual las indicaciones, ambos tomaron sus miembros entre sus palmas , el joven Príncipe que llevaba una larga espera por el estímulo, encontró precisamente fascinante el tacto y comenzó a mover sus manos , dándose el placer que necesitaba en ese momento.
—¡Ahh! ¿¡así?!  ¿¡Padre!? Ohhh ...¡mhf! ...¿así?
El chico tenía una gran capacidad de aprendizaje, y vaya que había comprendido el fundamento.
El rey que en ese momento y para fines didácticos , había logrado una erección procedió con la lección , moviendo sus manos sobre su maduro falo, era un hombre de experiencia por lo que sus movimientos eran más sutiles y estoicos .
La reina que desee el inicio parecía disfrutar el espectáculo de su marido, no pudo evitar la excitación.
Era bien conocido que el Rey y la reina gozaban su amor sin límites todas las noches,  la tierra del reino retumbaba ante su entrega total y no había lugar ni momento en dónde ambos no se entregarán a su placer.
Así que, la reina hipnotizada por el atractivo cuerpo de su amante preferido se acercó y lo abrazo por la espalda.
—¡oh mi vida!~ ¡te deseo justo ahora!—las manos de la reina eran hábiles , no solo en la costura, también para entregar placer, así que, el Rey sin ninguna defensa fue sujetado entre las blancas y hermosas manos de la reina.
—Mhhh~ —la gruesa voz del hombre gato resonó, y en su instinto , atrajo a la blanca dama bajo el.
—Rori~ no deberías...no ahora...pero... eres irresistible —La reina sabía que el cuerpo de su marido era un templo de sensaciones y ella sabía exactamente los pasadizos que lo llevaban directo al éxtasis, así que con su magnífica habilidad manual sacudió el salvaje miembro de su esposo, hasta que este se estremeció y marco su vientre con su escencia.
La reina Aurora sonrió complacida, pero venía la parte más divertida , cuando su esposo se entregaba al placer se volvía una fiera sin conciencia, eso a ella le fascinaba. En un santiamén, la reina fue girada sobre su vientre, y su ropa fue desgarrada por el rey, Shaineko era un hombre gato , por lo que su instinto era feroz cuando de apareamiento se trataba, lamió el cuello de la reina , mientras sus manos apretaban aquellos suaves senos. Aurora gimió , le encantaba el gentil dolor de aquellas caricias y sentirse dominada bajo el cuerpo de ese semental.
Repentinamente, un sonoro gemido resonó en la habitación, Shaineko le había mordido la nuca a Aurora mientras sus dedos frotaban el manantial de la reina, era indudable , estaba lista para recibir a su amado Rey, quien sin mucha dilatación, se dejó enterrar en las suaves entrañas de la reina.
Ambos se entregaron al placer , sus cuerpos resonaban con gracias y deleite.
Pero... Habían olvidado un pequeño detalle.
Así es, el joven Príncipe se encontraba anonadado por aquellas escenas, apenas había logrado un poco de cordura después de haberse complacido y su febril cuerpo nuevamente había comenzado a arder ante aquel estímulo visual.
Magno era un inocente e inteligente elfo, y vaya que su cerebro había asimilado la lección, así que en un furor incontrolable se acerco a la pareja , extendió su mano hacia la espalda de su padre y Zas!
Un relámpago cruzo la habitación.
—tonk! —se escucho un sonido pesado.
El joven Príncipe estaba en el suelo, algo lo había derribado, parpadeo sus vidriosos ojos, y que era aquello que estaba mirando.
Sobre su cadera se encontraba una chica   de apariencia familiar, miro incrédulo sobre la cama donde sus padres aún se encontraban inmersos en su amor, pero así era, rápidamente se percató del extraño parecido en el cabello de su padre y esta chica.
La nueva invitada lo miraba hambrienta, no parecía estar en sus cabales , el joven Príncipe miro detenidamente el cuerpo de la chica, era de estatura baja, cintura pequeña con anchas caderas y muslos carnosos, su pecho era pequeño y delicado y además, su piel era suave y fragante .
Ambos se miraron analizando al contrario, el rostro del principe se sonrojo aún más , la chica sonrió y repentinamente se abalanzó contra aquellos labios temblorosos, introdujo su pequeña lengua jugando con la del contrario, dando suaves mordiscos mientras una de sus manos bajo ágilmente a la entrepierna del joven elfo.
—Ahhhh~ yo también quiero~ hace tanto que no he probado una buena cena~
La chica murmuraba entre jadeos y roces, su cadera parecía inquieta, y su pequeño pecho se frotaba contra el del joven Príncipe. El efecto del durazno venenoso aún no había mermado, sumado a las lascivas acciones de la pequeña gatita , hizo que el miembro del virginal principe volviera a erguirse, lo cuál ánimo a la hambrienta felina a abrir sus piernas sobre aquel falo cuidadosamente acomodado, el joven elfo no tuvo oportunidad de reaccionar , cuando sintió el cálido interior de la chica, sus carnes se fundieron en un mismo calor gimiendo al unisono.
—¡Ahhhh!~~ ¡mmmh!
Las caderas de la chica se movieron con gracia y lujuria, los gemidos de ambos chicos se unieron a la melodía de los mayores, hasta que de pronto la pequeña chica gimió sonoramente mientras su cuerpo vibraba sobre el joven Príncipe, los afilados y tiernos ojos de la jovencita se llenaron de lágrimas que rodaron sobre sus mejillas, las gotas de agua no paraban y su gemido se combinó con un suave gimoteo.
El principe estaba en un estado similar, aunque en su caso las lágrimas que había derramado  no venían de sus ojos precisamente.

A la mañana siguiente.  El joven Príncipe despertó en su habitación, su ropa estaba arreglada y aquella fragancia extasiante no se lograba percibir.
El muchacho se sentía aturdido , pero aún así camino hacia la habitación de sus padres, en la puerta había un pequeño letrero:
Hijo mío, mi bebé precioso. Tu padre y yo , nos fuimos de viaje, regresaremos en cuanto tu padre pierda la vergüenza de lo sucedido anoche.
Pd. Nunca vuelva a tocar a tu padre cuando esté en celo, recuerda que es un gato Schrodinger y se puede volver a manifestar como anoche.
Pd2. Te perdono porque eres mi adorado hijo, pero no vuelvas a seducir a Shaineko.
Pd3. No comas cosas extrañas que te ofrezcan los desconocidos.
Te amamos, volveremos pronto.
Att. La reina Aurora y el Rey Shaineko.