Punto y aparte

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Esa mañana, levantarse se sintió especialmente difícil para Sunoo, pero junto a un suspiro y toda la voluntad que pudo juntar a las cinco de la mañana, se levantó de la cama

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Esa mañana, levantarse se sintió especialmente difícil para Sunoo, pero junto a un suspiro y toda la voluntad que pudo juntar a las cinco de la mañana, se levantó de la cama. Poniéndose las pantuflas, observó a su novio dormir plácidamente como un bebé y un poco lo odio, porque al enderezarse y dar unos pasos hasta la cocina, su cintura le paso factura de la noche anterior y quiso asesinar al causante de sus dolores matutinos.

Llegó a la cocina, puso a calentar agua para preparar café y comenzó a hacer el desayuno de ambos entre bostezos, quejas y alguna que otra maldición a su novio, obviando que él tenía algo de responsabilidad al pedirle que lo follara duro y constante unas tres veces, pero eso Sun no lo contaría porque sería dividir la culpa y el dolor lo tenía solo él.

Su pequeño hijo se paseó por las piernas desnudas del coreano y le hizo saber gracias a maullidos que estaba esperando su comida, esa que Sunoo ya tenía lista en la esquina de la mesada y fue a buscar en cuanto lo sintió.

Si enserio me entendés, mea las zapatillas de tu papá porque es un boludo

El felino solo maulló y se dedicó a comer su alimento en silencio, Sunoo suspiro y comenzó a servirse las tostadas en un plato y sacar los dulces untables para ponerle, también llevo una taza de café con leche para él y con todo encima de la mesa, comenzó a desayunar en soledad.
No fue a más tardar media hora después que el hombro de Sun sintió una mano agarrándose de ahí y sin darse vueltas o exaltarse, le dio los buenos días.

Ahora que hice

Jay se sentó a un costado de Sunoo y lo miró con los ojos apenas y un poco abiertos, todavía casi pegados por el sueño que tenía y la almohada casi que pegada a la cara del estadounidense.

Sun lo miró sin entender y Jay hizo una sugerente mirada, indicando que ya sabía que algo estaba mal.

Me duele la cintura

¿Quién se tiró encima de quién? ‒se excusó, recibiendo una mirada molesta de su pareja‒ bueno perdón, después te compro una pastilla

Un golpe en el pecho que apenas y sé sintió como tal, fue lo que hizo a Jay despertarse completamente.

Me volvés a dejar así y te juro qu-

No me digas cosas así que acá el duelo lo hacemos dos, no uno ‒le advirtió antes que de utilizara la amenaza de la abstinencia

Esa que frecuentemente Sunoo le mencionaba cuando lo hacía enojar, pero que en realidad jamás se atrevió a implementar en esos dos años que llevaban juntos.

Basta

Levantándose de su silla, Jay se acercó hasta Sun y bajando hasta su altura le dejo un beso en sus labios, sonriéndole con cariño y a modo de declarar la paz.

Consejo de amor -JaysunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora