UN ADIÓS

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Ante el feretro de la mujer que lo acompañó por más de quince años, después de sucumbir ante un accidente de automovil. Tres hombres lloran la muerte de la única mujer que los mantenía unidos..

Park Jimin, el esposo devoto de Helen Park, madre de Franky de quince años y Timy de diez.

Los tres dijeron adiós a la mujer que tanto amaban.

-Jimin, debes ser feliz y hacer felices a nuestros hijos, no te límites, se tu mismo, deja salir ese secreto que juramos proteger....

Jimin lloraba recordando las últimas palabras que ella le dijo antes de dar el último respiro.

-Papá debes prometer aquí frente a ella, que jamás nos llevaras a casa una madrastra - el pequeño Timy le dijo apretando su mano.

-Desde ahora solo seremos nosotros tres - Jimin respondió.

-Papá prometelo - Franky insistió reforzando la petición de su hermano.

-Lo prometo amor, nunca llevaré una madrastra. - Park respondió sinceramente.

Las horas fueron largas y dolorosas, la ausencia de Helen se sentía ya. La gente iba y venía y al final mientras su cuerpo estaba siendo bajado a la que sería su última morada, esos tres chicos se abrazaron dejando salir sus más amargas lágrimas.

Volver a la casa fue una apertura más a sus dolidos corazones. Esa casa había sido su hogar desde que se casaron y todos lo bellos momentos estaban plasmados en cada rincón.

Los tres estaban de pie justo en la puerta sin poder entrar.

-Papá, ¿No volveremos a verla nunca más?......

Fue una pregunta al aire de Timy, Jimin cerró sus ojos impotente sin saber que decirle a su pequeño hijo que a esa corta edad debía vivir sin una madre a su lado.

-Tenemos que irnos de aquí papá - Franky le dijo.

-Vamos a un hotel, pero que sea solo por hoy - Jimin les dijo y los tres subieron al auto a buscar una habitación para pasar esa fría noche.

La escuela ya no fue prioridad, ni el trabajo, los tres se estaban sumidos en su tristeza.

-Jimin, he decidido enviarte a la sucursal de Chicago. - el dueño de la editorial donde Park trabajaba le dijo una mañana.

- No entiendo, llevo más de diez años en este lugar, Chicago esta del otro lado del mundo, - reclamó. - ¿Que es lo que pasa?.

-Es mi última obra para tu familia, eres un excelente editor y me dolerá perderte, pero te amo Jimin y tu familia es muy importante para mi. Necesitan aceptar el hecho de que ella ya no está.

Jimin llegó a la habitación del hotel que se había convertido en la casa de esos tres hombres, por que eran tan cobardes qué no querían sentir más dolor en la casa que habitaron con ella.

Les contó a sus hijos la propuesta de su jefe y los dos aceptaron, estaban de acuerdo en irse tan lejos como se pudiera.

En tan solo una semana volvieron a entrar a su casa, tomaron sus pertenencias, se despidieron de su madre prometiendo qué jamás la olvidarían. Y además agregaron los chicos que "jamás permitirían en casa otra mujer que no fuera ella".

Cerraron la puerta con llave y un taxi los llevó al aeropuerto donde abordaron el avión qué infinitas horas después puso sus pies en Chicago.

Una persona de la editorial los aguardaba para llevarlos a su nuevo hogar. "Park" tenía anotado en un cartel para que supieran que era a ellos a quien esperaba.

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