El villano está embarazado!

Capítulo 112

— ¿No deberíamos decidir un nombre pronto?

Tae-seo ladeó la cabeza en respuesta a la pregunta de Kang Se-heon. No tenía pensado ningún nombre, pero los adultos de ambas familias se reunieron por la mañana y le dijeron que se le ocurriera uno. Sí, pero......

— Sólo han pasado tres días desde que nació Eun.

Tae-seo, que estaba mirando a Eun por la ventana, dijo como si fuera demasiado pronto y se dio la vuelta para ver a Kang Se-heon asintiendo.

— No me estás escuchando.

Mirando su expresión, sólo estaba asintiendo. Ya que esto estaba pasando, no pudo evitar preguntar.

— ¿Hay algún nombre que quieras dar?

— Eh.

Kang Se-heon asintió, pero esta vez era real. Aunque es un adulto, ¿por qué parece tan lindo...... Tae-seo estaba cerca de Kang Se-heon.

— Dime. Si me gusta, lo llamaré así.

Como si Tae-seo le estuviera tranquilizando, Kang Se-heon dudó un momento y luego abrió la boca.

— ...... Seo.

— ¿Cómo dices?

Fue tan suave que no podía oírlo bien.

— Yoon-seo.

— ......

Al oír el nombre que pronunció Kang Se-heon, Tae-seo pareció quedarse sin palabras por un momento, cerró la boca y le miró fijamente. Creo que alguien le dijo a este hombre que no era capaz de enamorarse. ¿Quién fue? Quería traerlo aquí enseguida y contarle esta conversación.

— ¿Extraño?

— Cualquiera puede ver que he quitado la letra del medio 'Tae' de mi nombre. ¿Te parece bien?

Por alguna razón, dudo. Tae-seo sacudió la cabeza con asombro y volvió a mirar a Eun. Sólo puede verlo a ciertas horas, así que si no lo ve ahora, tendrá que esperar hasta la tarde. Por supuesto, esto excluía a la persona que dio a luz al bebé.

— Piensa en otro nombre. Si no, afirmaré que Eun se llama Kang-heon.

Tae-seo, que había estado moviendo la boca varias veces para ver si le parecía bien hablar, agitó la mano y tocó el timbre de llamada que había junto a la habitación del recién nacido. La puerta se abrió y Kang Se-heon, que estaba mirando a Tae-seo dentro, se sentó en una silla cercana con una mirada triste. Como sólo se permitía entrar a las que habían dado a luz, Kang Se-heon no tuvo más remedio que esperar fuera de todos modos.

Tae-seo, que entró en la sala de neonatos y se acomodó, sonrió al ver a Eun, que parecía una pupa envuelta en un fular, y aceptó con cuidado al bebé que le entregaron.

— Por favor, sostenga el cuello con una mano y sujete el cuerpo con la otra.

Ya le habían cargado en brazos dos veces, pero aún no sabía qué hacer con las manos, así que la enfermera se lo explicó amablemente. Al oír esas palabras, giró la mano torpemente y recibí a Eun.

— Aah.

Dicen que nació pequeño, pero se sentía demasiado ligero.

Cuando miró a Eun en su brazos, se quedó asombrado y conmovido por cómo podía haber estado en su estómago.

— Ugh.

Mientras Tae-seo temblaba, conteniendo las ganas de abrazar a Eun, la enfermera sonrió y entró. Tae-seo le transmitió a Eun las palabras que había compartido antes con Kang Se-heon.