Capítulo 2:

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Dream despertó por la luz que se colaba entre las cortinas, frotó sus ojos y se sentó con cuidado en la cama para estirarse, al hacerlo notó el pequeño cuerpo que se encontraba a su lado, los cabellos castaños de la pequeña le cubrían la carita y ...

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Dream despertó por la luz que se colaba entre las cortinas, frotó sus ojos y se sentó con cuidado en la cama para estirarse, al hacerlo notó el pequeño cuerpo que se encontraba a su lado, los cabellos castaños de la pequeña le cubrían la carita y sus bracitos rodeaban una almohada, Dream asumió que la niña había llegado ahí en algún punto de la noche y sonrió mirándola.

Le acomodó el cabello detrás de la oreja y besó su mejilla para despertarla.

La chiquilla respondió con un suave gruñido y repitió la acción de su padre al despertar, luego de sentarse miró a Dream con una sonrisa y se paró sobre la cama para abrazarlo por el cuello.

Él también la rodeó con sus brazos y le llenó la cara de besos.

-Buenos días princesa.

-Buenos días papi.

La pequeña tenía 6 años y era idéntica a su padre, tenía los mismos ojos verdes y facciones marcadas, claro que en ella eran más delicadas y pequeñas, su cabello tenía ligeros rizos y le llegaba hasta los codos y era un rubio un tanto peculiar. Tenía largas pestañas y ligeras pecas en la cara.

-Qué quieres desayunar hoy Kenzie?

Dream se levantó tomando a la pequeña en brazos y se dirigió a la cocina

-Mmmm pan francés! ¡Con fresas y miel! -La pequeña dijo mientras su padre la sentaba sobre la isla de la cocina.

- ¿Bien, y qué te parece una leche de chocolate? -Dream encendió la cafetera y empezó, a sacar los ingredientes.

-Siiii -La pequeña dio saltitos emocionada mientras veía a su padre acomodar todo.

Dream preparaba todo el desayuno ágilmente mientras la pequeña lo miraba ir de un lado a otro.

Finalmente, el desayuno estuvo listo y el rubio, sentó a la niña en la barra de la cocina dándole su desayuno, se sentó a su lado con una humeante taza de café y dos rebanadas de pan francés con fresas y miel como lo había pedido su hija.

Mientras comían Dream recordó todo lo sucedido la noche anterior y que debía ir al hospital para ver como seguía el Omega, afortunadamente era domingo y ese día Sylvee se encargaba de la panadería.

Ambos terminaron su desayuno, Dream metió los platos en el lavavajillas y la encendió, se giró para ver a su pequeña niña que acomodaba su cabello para que no le cayera en la cara, río al verla y se acercó cargándola.

-Cariño, sé que hoy es mi día libre y que siempre lo pasamos juntos, pero tengo algo realmente importante que hacer, ¿te importaría quedarte un rato con el tío Sapnap? ¿Prometo que solo serán unas horas y después podemos hacer lo que tú quieras?

-Podemos nadar?! -La pequeña lo miró con brillo en los ojos, a pesar de que tenían una pequeña piscina en la casa ella casi no la podía usar pues Dream solo la dejaba entrar cuando estaba él y en sus días libres preferían salir al parque.

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