¿Por qué vuelves a mi? | Spreeckity

La empresa

El día parecía casi imperfecto, ¿por qué? Porque sus cambios tan repentinos empezaban a hacerse cada vez más notables, pero un chico, una excepción, ese chico amaba lo imperfecto del día, ya que cada día era lo mejor eso solía decir. Su escritorio estaba desordenado mientras tomaba café, las horas extras lo jodian pero aún así su humor no cambiaba nunca.

— Hey Quackity — dijo alguien sacándole un gritito, no solía tener visitas en su escritorio que no sea del jefe dando una revisión de su cumplimiento en el trabajo. Miro a quien le hablaba y era su mejor amigo: Rubius, el secretario personal de vegetta su jefe.

— ¿Paso algo? — dijo acomodando los papeles de forma cuidadosa, cuidando que sea su fila correcta mientras intentaba ponerle atención a su amigo.

— Si, hace una hora y cinco minutos que veg anda esperando el informe que te pidió ayer durante las horas extras, ¿lo tienes? — dijo su amigo mientras lo miraba de forma pesada, sabía que su amigo y su jefe traían algo, y no quería recibir un regaño por parte de rubius por no traer el informe de la reunión de hoy a tiempo, solo tenía dos horas para entregarlo.

— De hecho, dame unos diez minutos y se lo llevó — dijo buscando el informe, rubius soltó un respiro bastante audible, Quackity trato de ignorar la mirada enojada de rubius

— Siempre es lo mismo, asegúrate de checar que el informe este completo — dijo dando una última mirada a quackity para después retirarse confiando por última vez en su amigo quien rebuscaba el informe.

— Mierda, crei a verlo terminado ayer, ¿Como le haré?, solo tengo dos horas. — pensó mirando el informe incompleto, sus nervios aumentaron. — Rubius me matara definitivamente — fue lo último que pensó para después terminar lo poco que le faltaba, le tomaría una hora, y el dijo diez minutos, eso haría que rubius le diera otro chequeo a su Oficina.

Tomó una bocanada de aire, sus dedos se movían rapido intentando apresurarse, no era la primera vez que pasaba y todo por las horas extras que lo terminaban cansando bastante, el pensaba que ser jefe era más fácil, pero se equivocaba. Pasaron exactamente una hora por fin acabando, se paró de su asiento llendo a la Oficina de su jefe, almenos le había tocado un buen jefe, no era el típico estereotipo donde el jefe era anticuado y serio, y aburrido sobre todo, el era diferente, era simplemente lo contrario a todo aquel estereotipo.

Entró hacia la Oficina de su jefe quien parecía preocupado, hasta que vio el alivio en el cuando lo vio entrar.

— Maldonado, ¿Por qué tardaste?, la reunión comienza en 20 minutos, ¿te aprendiste todo de memoria?, sabes bien que tienes quedar una buena impresión — dijo algo alterado, estarían en presencia de altos mandos y eso lo sabía quackity quien también andaba nervioso, no había ensayado nada, se supone que spreen era el quien iba a dar la presentación

— Jefe pero.. ¿No era spreen quien iba a dar la presentación de hoy? — dijo viendo a su jefe quien lo miro algo más preocupado, ya que de eso dependía la empresa K.T, ya que el vago del subjefe no llegó hoy tampoco, también era de mucha importancia su presencia.

— Lamentablemente no pudo presentarse hoy al igual que auron, pero ya sabes spreen enfermo, y el subjefe es un vago total — dijo, ahora quackity era su única salvación, su único representante, ya que spreen era alguien preparado y siempre daba una buena impresión por su seriedad y preparación, todo lo tenía spreen, era como otro jefe pero más preparado para el papel, mientras que auron daba impacto por su humor, y demás, y la única opción que le quedaba vegetta era quackity

¿Por qué?, por su gran humor, su personalidad y de que llega a tomarse las cosas enserio cuando se necesitan, eso lo sabía quackity debido al expediente de el mismo. Quackity se adaptaba bien a cualquier entorno necesitado, era el más capacitado.