"Primera vez"

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Esta historia empieza en la década de los 90's, ubicado en Seúl, Corea del Sur.

Un chico llamado "Hyun-Su" con nacionalidad Surcoreana y canadiense. Anteriormente vivía en New York pero su presupuesto no era suficiente para vivir en una ciudad tan prestigiosa. Así qué el día 16 de agosto de 1995 decidió mudarse a un pequeño departamento en Corea del Sur junto con su madre. Dónde decide emprender un negocio de discos a los 24 años, nombrado como: La casa del ritmo. Este lugar no era muy grande pero era suficiente para lo que Hyun ofrecía a sus clientes. El chico tenía la fé de que funcionaría, ya que invirtió sus ahorros en esta tienda, además sentía que su difunto padre estaría orgulloso de el joven por el local que estaba ahnelando convertir en un futuro, su motivo era recordar a su papá a través de la música y el local, incluso tenía planeado salir adelante con su madre, anhelaba tener una vida feliz con ella, eso lo motivó a crecer su negocio.

Pasan los días y sus ganancias eran bajas, aún así tenía el pensamiento que funcionaría. Pasaron semanas y lo que ganaba aumentaba y bajaba al mismo ritmo. Pasó el tiempo, y llegó el día viernes 20 de octubre dónde se sentiría aún más iluminado. Entró a la tienda una chica joven de la edad de 23 años, llamada Eun-ji, junto con su mejor amiga Jiyu de 24 años. Al entrar, Hyun tenia un poco de impresión, ya que nadie de esa edad había entrado a su tienda, ni mucho menos se viera interesado en ella. Eun-Ji vio al chico con curiosidad e interés, ya que a la edad del mayor debería estar en una universidad. Las chicas se acercaron a la estancia de en medio,
interesadas en un disco de Elvis Presley. Mientras tanto, Eun-Ji seguía preguntando por el chico.

— ¿Viste al chico pelinegro de la entrada? Nunca lo había visto en la universidad. - Susurró Eun-Ji a Jiyu con un tono de impresión.

— ¡Ah! Sí, es un chico nuevo en la ciudad, se llama Hyun-Su, dicen que se mudó aquí porque falleció su padre y está escaso de recursos. — Jiyu respondió en voz baja.

Eun-Ji al escuchar eso se sintió conmovida por los rumores y el poco conocimiento que tenía sobre el chico. La menor agarro el disco y fue a pagar. Se le veía un tanto nerviosa pero con una sonrisa y valentía le preguntó a Hyun:

—Eres Hyun-Su, ¿verdad? Soy Eun-Ji, vivo por esta cuadra. Al entrar te analicé un poco, me pareces una persona interesante y tu cara me dice que tienes muchas historias que contar. Así qué, ¿podemos salir mañana a mediodía por una bebida o un helado? Además puedo aprovechar para mostrarte los alrededores del vecindario. Si te incomoda la pregunta puedes decirme.

Hyun sorprendido y algo apenado, soltó una ligera risa y respondió:

—Mucho gusto, señorita Eun-Ji, será un placer salir con usted y conocer los alrededores de esta ciudad. Le agradezco por interesarse en mi persona. — Dijo con un tono sarcástico y una pequeña sonrisa en su rostro.

Eun-Ji emocionada, se despidió de Hyun-Su, pagó por el disco y salió de la tienda. Jiyu estaba algo confundida por lo que sucedió, su amiga era algo cerrada hacia las personas pero con él había sido diferente. Tal vez se conmovió demasiado o de verdad le interesó el chico. Sea lo que fuera, Eun-Ji estaba contenta por lo sucedido, sus ojos color miel se iluminaron más de lo normal. Estaba feliz por tener un nuevo amigo.

Hyun-Su aún estaba en shock. Por fin tenía una amiga, su soledad disminuyó un tanto. Pensaba muchas cosas pero destacaba el pensamiento de: ¿Por qué esa chica se interesó en su persona? Aún así, se sentía entusiasmado. Después de volver a la normalidad, cerró la tienda ya que estaba oscureciendo y fue al departamento dónde se estaba hospedando. Al momento de entrar fue directamente con su madre que se encontraba sentada en la mesa esperando a su hijo. El pelinegro le contó lo que había sucedido, lo contaba con mucho entusiasmo; parecía un niño pequeño con un dulce. La madre lo veía con ternura y expresó:

— Estoy feliz de que conocieras a alguien, me siento orgullosa, sé que te estás esforzando demasiado y esta chica llegó a tu vida para ayudarte.

La madre se levantó de la mesa y abrazó a Hyun-Su, estaba muy contenta por él.

Hyun-Su agradeció a su madre y la acompañó a su habitación para desearle buenas noches. Luego, él se fue a dormir a su pieza. O al menos intentaría hacerlo. No podía esperar más, quería ver a la chica. Trás horas de insomnio finalmente amaneció...

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