La sintonía hacia tu corazón.

El secreto.

Hyun-Su mientras tomaba el papel con fuerza, fue abriendo sus ojos poco a poco; enseguida, empezó a estirarse para comenzar su día, aunque sabía que iba a ser el mismo de todos los días, tenia esperanzas de ver a Eun-Ji. El chico abrió su mano y vió lo que sujetaba, entonces, se levantó estando sorprendido y fue a ducharse rápidamente para prepararse y salir a su trabajo.

Luego de llegar a su local, abrió, limpió y ordenó todo para atender de buena manera a sus clientes. Hyun-Su paso un rato leyendo, pasaban horas y horas hasta que eran las 5 de la tarde. Entonces, alguien tocó el escritorio, el pelinegro miró un poco desanimado y al ver quién era, su mirada cambió por completo, pareciera como si hubiera visto a una estrella, sus ojos brillaban como nunca. Hyun-Su sonrió levemente y miró a esta persona, aquella se trataba de Eun-Ji, pues era ella quién alentaba sus deseos.

— ¡Hyun-Su! ¿Qué tal estás? Me alegra poder verte de nuevo. — Dijo con una sonrisa mientras agarraba y acariciaba la mano del mayor.

— Eun-Ji... Estoy bien, ¿y tú? También me alegra mucho verte, te ves muy linda hoy. — El chico mencionó algo tímido siguiendo la acción de la chica.

— Estoy bien, gracias, Hyun, tú también te ves muy lindo. ¿Estás trabajando mucho? — Preguntó sujetando aún con fuerza la mano.

— Oh, ¡muchas gracias! Ahora mismo no hay mucho que hacer pero bueno, se hará lo que pueda. Pero en fin, ¿buscabas algo en específico? — Dijo.

— Oh, buscaba un disco de la banda "Queen", ¿en que parte están? — Preguntó la menor, mientras soltaba la mano de Hyun-Su.

— ¡Claro! Está en las últimas estancias. — Hyun-Su indicó el lugar y Eun-Ji se dirigió hacia allá.

La menor estaba viendo los discos mientras veía a la distancia a Hyun-Su, él volvió a leer para esperar la elección de Eun-Ji. Después de unos minutos, la chica se decidió y fue al escritorio a pagar.

— Tienes buenos gustos, mi querida Eun-Ji, buena elección. — Dijo sonriendo y con una expresión de sorpresa.

— Lo sé, mi Hyun-Su. — Ella lo miró con una sonrisa, pues quería dar indirecta a lo que Eun-Ji había mencionado.

— Aquí tienes, Eun-Ji, ten un buen día. — Hyun-Su le entregó el disco con una leve sonrisa.

— Hyun-Su, quería saber si... — Cuándo estaba apunto de terminar la oración, un chico entró algo apurado.

— ¡Amor! Santo cielo, me has asustado, te estuve buscando por todas partes, ¿que haces aquí? — Expresó el chico mientras tomaba de los hombros a Eun-Ji, Hyun-Su solo miraba aquella acción.

Eun-Ji miraba a Hyun-Su un poco disgustada por lo que estaba sucediendo.

— Dios, Jun, no es para tanto, ¿sabés? Estoy bien, vine aquí a comprar un disco. — Expresó mientras quitaba las manos de el chico de sus hombros.

— Eun-Ji, supongo que debes irte, ¿no? — Dijo Hyun-Su con un tono algo molesto.

— Hyun-Su, perdóname... Yo... — Dijo la menor un poco triste.

— ¿Tú quién eres? Parece que no nos han presentado bien. — Interrumpió a Eun-Ji mientras decía Jun con un tono burlesco.

— Soy Kim Hyun-Su, amigo de Eun-Ji y dueño de esta tienda, ¿y tú? — Preguntó con el mismo tono molesto que antes, se habia enfurecido porque Eun-Ji no le mencionó nada sobre él.

— ¡Ja! ¿Dueño de esta tienda? Con razón. Yo soy Choi Jun-Seok, novio de Eun-Ji. — Presumió el chico en tono de burla.

— Por dios, Jun, espérame afuera, por favor. — Expresó Eun-Ji un poco molesta y a la vez triste.

Jun se retiró y se sentó cerca del local.

— Perdóname, Hyun-Su, de verdad que te lo iba a decir pronto. Perdón. — Dijo Eun-Ji entre lágrimas mientras agarraba la mano de Hyun-Su.

— Eun-Ji, no tienes por qué pedir perdón, no hiciste nada malo, pero aún así... Yo merecía saberlo. — El mayor bajo su cabeza al decir eso.

— ¡Lo sé, Hyun-Su! Perdóname, podemos arreglarlo. — Seguía diciendo sujetando con fuerza la mano de el chico.

— Claro que podemos, pero ya tienes que irte con él. Hablemos luego, no te interrumpo más. Aparte ya cerraré. — Dijo con la expresión aún molesta.

— ¡Hyun! Perdón, iba a decirtelo. — La menor insistía.

— Te hablaré luego. — Dijo Hyun-Su.

El chico agarró de la mano a Eun-Ji y la llevó hasta la salida para después cerrar la tienda e irse a su departamento. Pareciera que este día no iba a estar a su favor. ¿Por qué Eun-Ji no le había dicho a Hyun-Su sobre su relación? Eun-Ji solo veia al chico marcharse, aunque quisiera ir tras de él, su novio la detenía. Pues estaba confundida con ambos. Mientras tanto, Jun no sabía que pasaba, en sus ojos estaban Eun-Ji pero aquella estaba bastante triste por lo sucedido.

— ¿Quieres ir a casa? — Preguntó Jun.

— Quiero ir a mi casa, podemos vernos después. — Dijo Eun-Ji, limpiando sus lágrimas.

Eun-Ji se despidió de su novio y caminó hacia su casa, mientras pensaba en todo; en Hyun-Su y su amistad con él. Aunque todo se derrumbó para ella, tenía esperanzas de que Hyun-Su le hablara por más imposible que fuera.

Hyun-Su por lo tanto, al llegar a su departamento, saludó a su madre y se metió a su cuarto, azotando la puerta con fuerza. Se dirigió a su cama y se tiró para llorar; estaba decepcionado pero a la vez algo molesto. Sin embargo, sentía bastantes emociones en ese momento. Inesperadamente se durmió y despertó 5 horas después, eran las 10 de la noche. Hyun-Su vió el papel dónde estaba anotado el número de Eun-Ji y con arrepentimiento, fue y llamó. A lo cual, fue respondido de inmediato.

— ¿Hola? — Dijo Hyun-Su.

— Hola, ¿quién habla? — Preguntó Eun-Ji.

—Soy... Hyun-Su. — Dijo un poco desanimado.

— ¡Hyun-Su! Estaba preocupada por ti, ¿dónde estás? Me urge verte. — Alzó la voz.

— Eun-Ji, estoy bien, estoy en casa, nos podemos ver mañana si así lo deseas. Mira, ya no importa lo que sucedió esta tarde, es tu felicidad y yo tengo que aceptarla, total, solo somos amigos, no puedo estar de esa manera. — Mencionó.

— Está bien, Hyun. Aunque me preocupa tus sentimientos... Sin embargo, yo no puedo sentir libremente. — Dijo.

— ¿A qué te refieres con eso? — Preguntó Hyun-Su un poco desorientado.

— Mis padres controlan con quién debo salir y con quien no, es frustrante. — Expresó.

— Lo siento mucho, Eun-Ji. Mañana nos vemos en la plaza a las 9a.m. porque sé que tienes escuela después, y no abriré el local. Ahora me tengo que ir para dormir, por favor, Eun-Ji, descansa y ten linda noche. — Dijo.

— De acuerdo, Hyun, estaré ahi. Ten bonita noche, Hyun-Su, descansa. Besos. — Dijo algo burlesca.

— Ja, gracias, igualmente. — Dijo Hyun-Su, entonces colgó y se alistó para dormir.

— ¡Buenas noches, mamá! — Gritó, aunque debía salir para despedirla correctamente, queria evitar las preguntas.

Hyun-Su se acomodó en su cama, y durmió pensando en lo sucedido.